¿Cómo han cambiado los superdeportivos en una década?
¿Cómo han cambiado los superdeportivos en una década? Resulta muy llamativo comprobar cómo estos coches, a lo largo de los años, han domesticado su comportamiento y cada vez son más sencillos de manejas.
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Uno de los grandes superdeportivos de los últimos años es el Porsche Carrera GT. Se trata de un precioso descapotable biplaza con un motor V10 de 612 CV de potencia que tenía un comportamiento demasiado delicado al límite.
La prueba la tienes en que este coche realizó su vuelta rápida en Nürburgring en 7:28,71 minutos mientras que un Nissan GT-R con menos potencia (550 CV), con sistema de tracción total y mucho más pesado es capaz de realizar la vuelta en 7:26,70 minutos. ¡Es evidente que resulta mucho más efectivo!
El Ferrari Enzo demostró que se podía hacer un superdeportivo extremo pero con un comportamiento más asequible a la mayoría de los mortales. Este deportivo con motor V12 dejó clavado el crono en Nürburgring en 7:25,21 minutos. Por supuesto, es más rápido que el Nissan.
Pero la llegada del Bugatti Veyron supuso una revolución en el segmento y se creó un nuevo nicho: el de los hypercars. Deportivos con una potencia tan elevada que destrozaban récords. Prueba de ello es que el Bugatti tiene 1.001 CV de potencia. Y todo ello en un habitáculo cargado de estilo.
Hoy en día tenemos superdeportivos como el McLaren P1 o el Ferrari LaFerrari. Coches muy extremos, más de 800 CV de potencia pero mucho más sencillos de conducir al límite que el primer superdeportivo moderno: el Porsche Carrera GT.
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