Causó sensación, pero nos abandona este año una revolucionaria berlina de Kia

Corría 2017 cuando Kia llevó a cabo un movimiento que sorprendió a todo el mundo. En un mercado en el que todos los fabricantes se movían hacia los SUV, sobre todo los generalistas, la marca coreana decidió aventurarse a lanzar una berlina que, para más inri, tenía el objetivo puesto en los modelos premium, aunque con un carácter más deportivo.

Era el Kia Stinger, un modelo cuya aventura no ha durado mucho, puesto que este mismo año deja de fabricarse. Sin embargo, esta corta trayectoria de apenas seis años ha sido una de las historias más inesperadas de los tiempos recientes del motor.

El objetivo principal de la marca era presentar una alternativa más asequible a modelos como el Audi A5, por ejemplo, pero que tuviera un ADN deportivo que quedó patente en su diseño, que lucía una silueta de corte coupé y elementos que le conferían cierta agresividad, como el formato de la parrilla, las salidas de aire del capó, las entradas del paragolpes el difusor que podía alojar dos salidas de escape dobles, etc.

Era un modelo de tamaño considerable, con una longitud de 4.830 mm, una anchura de 1.870 mm y una altura de 1.400 mm, además de con una distancia entre ejes de 2.905 mm. El espacio interior podía ser algo escaso en las plazas traseras, por el diseño de la caída del techo, pero ofrecía un maletero de 106 litros que se podían ampliar hasta los 1.114.

En el momento de su lanzamiento su gama de motores estaba formada por tres opciones, un diésel y dos gasolina, todos ellos asociados a una caja de cambios automática con convertidor de par y ocho velocidades.

El de gasóleo era un bloque 2.2 de cuatro cilindros que desarrollaba 200 CV de potencia máxima y podía ser bien tracción trasera, bien tracción integral. El gasolina de acceso era un 2.0 tetracilíndrico de 256 CV, siempre asociado a un sistema de tracción trasera.

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El último éxito del Kia Stinger (4 imágenes)

El tope de gama, que se denominaba como Kia Stinger GT, equipaba un motor 3.3 V6 biturbo que desarrollaba 365 CV y 510 Nm, combinado con un sistema de tracción integral para acelerar de 0 a 100 km/h en 5,1 segundos.

A finales de 2020 recibió una tímida puesta al día que modificó ligeramente elementos como el parachoques delantero y los grupos ópticos, así como incorporó la posibilidad de montar escapes de mayor diámetro en la variante GT. De hecho, en la recta final de su producción, en España solo se comercializaba con dicha motorización.

Ahora, el Kia Stinger se despide y, valiendo como perfecto ejemplo de los derroteros por los que discurre la industria, la propia Kia señala que su sucesor es el Kia EV6 GT, un SUV que además es un coche eléctrico.