Camiones eléctricos, un sueño sostenible del que la industria está a punto de despertar

La carrera por electrificar el parque automotriz se extiende más allá del coche eléctrico. El objetivo pasa por hacer más eficiente cualquier solución de movilidad y esto incluye el transporte por carretera, o lo que es lo mismo, los camiones. 

Sin embargo, la transición a los camiones eléctricos está siendo más complicada de lo que en principios se esperaba que pudiera ser, con una serie de trabas que dificultan el proceso. El sueño sostenible podría convertirse en una pesadilla si no se ejecuta debidamente y la quiebra de la primera startup de camiones eléctricos es una prueba de ello.

El coche eléctrico sigue avanzando y esta batería para camiones promete durar 1,5 millones de kilómetros

Con cerca de un 10% de las emisiones mundiales de CO2, el transporte de mercancías es uno de los principales focos de contaminación atmosférica. 

Por otro lado, el motor diésel sigue siendo el referente dentro del sector, por sus ciclos de vida más largos y su mayor autonomía por depósito, que puede llegar a los 2.500 kilómetros en determinados modelos. Además, los costes de combustible se mantienen dentro de unos límites, ya que por tonelada de carga el consumo apenas supera el litro a los 100 km, señalan en Business Insider.

Camiones eléctricos, un sueño sostenible del que la industria está a punto de despertar

Si analizamos lo que ofrece actualmente el mercado de camiones eléctricos encontramos modelos como el Tesla Semi, que pudo recorrer más de 1.700 kilómetros en un solo día. Sin embargo, el modelo de Tesla consiguió alcanzar esta cifra después de parar a recargar la batería en tres ocasiones en estaciones de carga de 750 kW.

Y esto a pesar de que la batería del Tesla Semi tiene una capacidad energética de entre 850 y 900 kWh, permitiendo pasar del 20% al 100% de su carga en una hora desde un punto de carga de 750 kW.

Otras opciones son el Mercedes eActros 600, que homologa 500 kilómetros de autonomía, y el Nikola Tre BEV con hasta 530 kilómetros de alcance por carga. Esto, por supuesto, sigue muy lejos de los 2.500 kilómetros que permite recorrer un camión diésel con los depósitos de carburante llenos.

A estas limitaciones de autonomía hay que sumar el hecho de que la disponibilidad de cargadores rápidos es muy reducida y que la red eléctrica es débil. Esto genera dudas alrededor de la posibilidad de electrificar todo el parque de camiones y si el suministro actual podría abastecer toda una flota.

En la Unión Europea hay muy pocas estaciones de carga que puedan suministrar entre 750 y 1.500 kW, y las existentes se encuentran en fase de pruebas. En Estados Unidos ocurre algo similar, por lo que Elon Musk, CEO de Tesla, ha decidido poner en marcha su propia red de carga rápida.

Una alternativa que empieza a ganar fuerza es el camión de pila de combustible de hidrógeno. Esta posibilidad es cada vez más una realidad gracias al gran impulso que la industria china está llevando a cabo en el desarrollo de camiones de hidrógeno. Según explica Business Insider, por cada kilómetro recorrido, un camión de hidrógeno es mucho más barato que su homólogo diésel.

Queda por ver, por tanto, cómo evoluciona el campo de los camiones eléctricos, un sueño sostenible de que la industria está a punto de despertar, aunque aún no sabemos si para bien o como un auténtico fracaso.