Así funciona el túnel de The Boring Company
La elección de The Boring Company como nombre para su peculiar compañía demuestra que Elon Musk es un tipo con sentido del humor. La empresa se encuentra inmersa en el desarrollo de una serie de túneles subterráneos para mandar coches de un lado a otro de la ciudad por debajo de la misma y a velocidades de hasta 240 km/h, y ya ha hecho la primera prueba pública del sistema.
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Su funcionamiento es relativamente sencillo de explicar, aunque exige una infraestructura de lo más costosa: para crear el túnel de la demostración, de menos de 2 kilómetros de largo y en el que el vehículo solo ha alcanzado 64 km/h, se han invertido 10 millones de dólares y 18 meses de trabajo. Imaginar lo que costaría crear una red completa bajo una ciudad como Los Ángeles, que es el objetivo, da hasta miedo.
Pero centrándonos en su manera de operar, el usuario llegará a un punto de acceso donde un ascensor le llevará bajo tierra. Allí conducirá el vehículo hasta un sistema de raíles a los que el coche se acoplará utilizando un dispositivo específico, que costará unos 300 dólares, y desde ahí circulará como un tren hasta la “parada” elegida.
Eso sí, no cualquier modelo podrá utilizar el sistema, porque para ello deberá cumplir con una serie de requisitos: contar con tecnología autónoma como para acelerar y frenar sin intervención del conductor, ser eléctrico y poder mantener velocidades de hasta 240 km/h. Huelga decir que los Tesla cumplen todos ellos.
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