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Comparativa: Mazda MX-5 vs BMW Z4

El Mazda MX-5 busca la conducción pura y el BMW Z4, además, ser confortable. Esta es la comparativa de dos de los pocos roadsters que quedan en el mercado

El precio base del Mazda MX-5 es de algo más de 25.000 euros para el modelo de 132 CV, y rebasa los 30.000 si quieres el de 184 CV. Es un poco más caro que la versión anterior, y Mazda lo justifica con un equipamiento de serie más extenso. ¿Pero realmente necesitas eso en un roadster donde quieres disfrutar de la forma más pura… y ligera posible? 

Morro largo, zaga corta, extremadamente bajo y pequeño: así es como debe ser un roadster de pura cepa
Morro largo, zaga corta, extremadamente bajo y pequeño: así es como debe ser un roadster de pura cepa

Tobias Kempe / AUTO BILD

Y claro, si sube el precio, el MX-5 2.0 tiene que aceptar ahora que lo enfrentemos a todo un BMW Z4, algo que no es nada descabellado, por más que su precio de partida supere los 40.000 euros.  Nos referimos a la variante básica del roadster de BMW, disponible con caja de cambios manual y 197 CV. Por desgracia, en la flota de prensa de la marca solo tenían Z4 automáticos para cedernos. 

Empecemos por arriba

Abrimos las capotas de tela, una operación que en el Mazda se hace con la mano en dos o tres segundos. En el BMW es totalmente automática, en doce segundos con solo presionar un botón. 

El aspecto del Z4 es algo así como el de un roadster que se hubiera pegado un atracón de esteroides
El aspecto del Z4 es algo así como el de un roadster que se hubiera pegado un atracón de esteroides

Tobias Kempe / AUTO BILD

Y así, a cielo abierto, nos lanzamos por carreteras de montaña. Notamos rápidamente que el Z4, con su ancho de 1,86 metros, es en principio demasiado grueso para el hábitat típico de los roadsters, esto es, calzadas estrechas y serpenteantes. 

El MX-5, que apenas tiene 1,74 metros de ancho, se desliza más fluidamente por carreteras de doble dirección con tráfico frontal. Pero a cambio, el BMW ofrece más espacio que el Mazda y tiene un maletero que merece ese nombre.

Pero aquí hemos venido a “pilotar”

Tamaños aparte, por carreteras comarcales el Z4 impresiona por su dirección precisa, no demasiado puntiaguda y el chasis sensible y bien amortiguado que siempre mantiene la carrocería estable

Acelerar, frenar, girar, acelerar, frenar, girar, acelerar... nunca te querrás bajar de este coche
Acelerar, frenar, girar, acelerar, frenar, girar, acelerar... nunca te querrás bajar de este coche

Tobias Kempe / AUTO BILD

El Mazda es completamente diferente: en una comparación directa, los vigorosos movimientos de la carrocería son aún más notables, lo que hace que la experiencia de conducción sea mucho más intensa a la misma velocidad que en el BMW, incluso con el paquete deportivo opcional con los ajustados amortiguadores Bilstein.

A pesar de sus cortas dimensiones, el espacio es desahogado. Y el cambio, una auténtica delicia
A pesar de sus cortas dimensiones, el espacio es desahogado. Y el cambio, una auténtica delicia

Tobias Kempe / AUTO BILD

Y es que, en el MX-5 siempre te sientes más rápido de lo que realmente vas. Mientras que el Z4 mantiene ritmos elevados con una facilidad asombrosa, en el MX-5 tienes las manos ocupadas todo el rato manteniendo el rumbo cada vez que pisas a fondo con el pie derecho. Porque desde el principio la zaga te provoca para que llegues al sobreviraje, lo cual es divertido en un circuito cerrado, pero no siempre es deseable en las vías públicas. 

Con 400 kilos más que su rival, el Z4 se muestra sorprendentemente ágil y estable
Con 400 kilos más que su rival, el Z4 se muestra sorprendentemente ágil y estable

Tobias Kempe / AUTO BILD

Y no porque el Mazda sea un coche inseguro, sino por todo lo contrario: el ESP siempre atrapa la parte trasera de manera confiable, pero con cada intervención interfiere en tu objetivo de dar con la trayectoria ideal. 

El interior del BMW no es tan rabiosamente deportivo, pero sí mucho más confortable
El interior del BMW no es tan rabiosamente deportivo, pero sí mucho más confortable

Tobias Kempe / AUTO BILD

De modo que, ante el denso tráfico de hoy, opto por una conducción más tranquila, pero la suspensión dura hace que el Mazda salte sobre los baches cortos y pronunciados. No está hecho para largos y relajados cruceros, está claro, sino para que te lo pases bomba al volante. En cualquier caso, si le montas unos neumáticos con un compuesto de goma más suave, seguro que la respuesta sería más confortable. 

Peso pesado, pero ligero

El hecho de que el BMW se sienta tan asentado en la carretera también puede deberse a que arroja casi 400 kilos más en la balanza, lo que le da BMW una relación peso/potencia significativamente peor. ¿Puede compensar este exceso con un turbo y un eficiente convertidor de ocho velocidades?

Esos ojos agresivos no son en balde: el MX-5 pide guerra
Esos ojos agresivos no son en balde: el MX-5 pide guerra

Tobias Kempe / AUTO BILD

Pues sí, gracias al Launch Control con presión de sobrealimentación completa y un agarre perfecto de sus suaves Michelin Super Sport, “cremosos” desde la línea de salida. Y también, claro, a una transmisión que inserta las marchas ideales de forma instantánea. Nada mal: con 6,2 segundos para el esprint a 100 km/h, el coche de prueba mejora la especificación de fábrica en cuatro décimas. 

Para el MX-5 de dos litros atmosférico, alcanzar los 100 km/h en 6,3 segundos es mucho más trabajoso, porque tienes que afanarte sobre el cambio manual. Pero esto es un verdadero placer: una vez más, el roadster de Mazda monta una palanca de recorridos cortos y extremadamente precisos que te pide que la uses una y otra vez. 

Enormes riñones "a la parrilla": así es la nueva estética de BMW
Enormes riñones "a la parrilla": así es la nueva estética de BMW

Tobias Kempe / AUTO BILD

Por encima de los 100 km/h, el Mazda, con menos par pero mucho más liviano, incluso logra superar un poco al BMW. Los valores de par apenas se pueden comparar debido al diferente número de marchas, pero cada uno tira a su manera: el pequeño turbocompresor del BMW responde rápidamente y se prepara de manera prematura contra los kilos de más, mientras que el MX-5 empuja y empuja incluso en las marchas superiores. 

Y al frenar…

… BMW gana claramente: con 33 metros desde los 100 km/h, el Z4 se detiene unos dos metros antes que Mazda. Y no es una mala cifra la del japonés en absoluto, que incluso logra frenar desde 200 km/h en unos decentes 139,5 metros. 

Pero, llevándolos a los dos a un ritmo intenso por carreteras de montaña, los frenos del BMW no han mostrado apenas signos de fatiga, mientras los del Mazda sí han acusado el esfuerzo. 

Conclusión

El motor aparentemente escaso del Z4, para el peso del modelo, hace su trabajo correctamente. La transmisión, el chasis, la dirección y los frenos tienen un funcionamiento de primera clase. El MX-5 está perfectamente diseñado para las carreteras comarcales y es una máquina de conducción pura, que ofrece la máxima diversión. Y ahora, la sorpresa: si nos ceñimos a los puntos, lo cierto es que sus muchas virtudes y un precio mucho más barato, le dan la victoria al Mazda. 

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