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Prueba Rolls-Royce Dawn. El cabrio más caro del mundo

Nos hemos subido al, hoy por hoy, descapotable más exclusivo del mercado. Comprobamos al volante cómo se comporta esta joya delante. Prueba Rolls-Royce Dawn. El cabrio más caro del mundo.

El Rolls-Royce Dawn no pretende ser en ningún caso un Wraith cabrio. Por eso, más de tres cuartos de la carrocería es nueva. Pero hay más novedades. Lo comprobamos al volante. Prueba Rolls-Royce Dawn. El cabrio más caro del mundo. 

Con todo, lo cierto es que ópticamente el diseño solo varía un poco. El techo se abre con solo pulsar un botón, y tarda 22 segundos. Un Porsche Boxster lo hace 10 segundos más rápido. 

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Me pongo en marcha por una carretera revirada y me doy cuenta de que, en cuanto las ruedas pierden grip, la zaga tiende a ponerse de lado con sorprendente facilidad. ¿Tracción integral? “No es algo que nos reclame la mayoría de nuestros clientes”, me dice después el presidente de Rolls-Royce, Torsten Müller-Otvos.

Pero no hay que olvidar que este no es un coche para devorar curvas, sino para navegar por amplias autovías con el máximo refinamiento. Todo es extremadamente suave, también la dirección, aunque es mucho más comunicativa de lo que me esperaba. Cada vez que rozo el pedal del acelerador noto el descomunal empuje de los 780 Nm de par del V12 que va bajo el capó. 

Las estabilizadoras regulables le dan mucho aplomo en curvas rápidas, pero no evitan del todo la tendencia al drift de la que hablaba al principio. El equipamiento a mi alrededor es abrumador. Lleva unas luces adaptativas de LED Night Vision, delante de mí tengo un head-up display. Muestra, en tiempo real, la potencia que está entregando el V12. El único extra son las ruedas de 21 pulgadas, el resto es de serie. 

Hay que decir que las suspensiones de Rolls-Royce no son las más equilibradas del mercado, más allá de la fama de la marca. Y lo cierto es que esas enormes ruedas le restan confort. Detrás del Dawn hay más espacio que en un Mercedes Clase S Cabrio. Pero si circulo rápido, las turbulencias en las plazas traseras se notan mucho más. 

En el habitáculo me rodea mucha madera noble: todo lo que no está recubierto de cuero está revestido con arce y nogal. El color de cada elementos, igual que el de la carrocería, se puede personalizar hasta el infinito. Todo lo que dé de sí la cartera del jeque de turno, los principales usuarios de este tipo de coches. 

Las prestaciones en esa mole de más de dos toneladas son, eso sí, de auténtico superdeportivo: acelera de 0 a 100 km/h en solo 4,9 segundos y la velocidad está limitada a 250 km/h, pero llegaría a mucho más. Durante la prueba, el ordenador de abordo ha señalado un consumo medio de 18,2 litros. Hablamos de un motor de 6,6 litros, doble turbo y 12 cilindros. No esperábamos menos.  

Con un precio de 330.000 euros, a día de hoy es el cabrio más caro del mercado. Los primeros ejemplares estarán preparados en abril de 2016. Rollos-Royce dice que ya han contabilizado 800 pedidos. 

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