El nombre Ford Ranger nos trae a la cabeza campo, todoterreno, fuerza bruta. Así es, una vez más, el modelo de 2016. También tiene buenas aptitudes para el asfalto, pero nosotros vamos a probarlo fuera de él. Nos ponemos al volante. Prueba: Ford Ranger Wildtrack.

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Prueba: Ford Ranger Wildtrack (15 imágenes)

Ancho, elevado, imponente sobre sus cuatro grandes ruedas. Así es su estampa, con una poderosa parrilla y enormes faros. También es enorme su caja, con la superficie de carga recubierta de plástico. 

Entremos en su habitáculo. Los asientos van parcialmente forrados en cuero, con detalles en a juego con el color exterior, naranja metalizado. La verdad es que se ve bien este americano fabricado en Sudáfrica. Sin embargo, no se venderá en Estados Unidos: para ellos, es demasiado "pequeño". ¿No les basta con sus 5,30 metros de largo y 1,86 de ancho?

Dentro la sensación es agradable, igual que el tacto de su volante tapizado en cuero. Delante de mí tengo instrumentación analógica, sin grandes virguerías, de muy buena visibilidad. Solo la gran pantalla de la consola central hace concesiones a la tecnología, e integra el navegador y el sistema multimedia de Ford, Sync2. No hay muchos botones, y eso está bien para evitar distracciones. 

El cuero recubre también parte del salpicadero con costuras en naranja, igual que los asientos. El máximo nivel de acabado es este modelo, con la denominación Wildtrack. Por debajo, hay otras tres variantes.

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Galería: Ford Ranger 2016 (7 imágenes)

Arrancamos: la potencia es perceptible desde el primer patadón al acelerador: bajo el capo llevo un cinco cilindros de 3,2 litros que traslada la fuerza por medio de una caja automática de seis velocidades (también puede ser manual) bien a las ruedas traseras, bien a los dos ejes. Y es que donde realmente brilla es fuera del asfalto: paso por caminos y profundas roderas embarradas sin ninguna dificultad, me permite llevar un ritmo elevado por muy roto que esté el camino. Detrás lleva ballestas, no es muy sofisticado y resulta algo rebotón por agujeros pronunciados, pero es increíblemente eficaz y, quitando algunos troncos volcados en medio de la pista, no hay otro obstáculo que me pueda parar.