Prueba del nuevo Porsche Cayenne 2023: uno de los mejores SUV, si puedes comprarlo
Sergio Ríos
Conducimos el nuevo Porsche Cayenne, la última actualización del modelo alemán, en sus tres variantes disponibles.
En esta prueba del Porsche Cayenne me he podido poner al volante de la última actualización del SUV alemán, con la que la marca pretende establecerse a la cabeza de este competitivo segmento. Son varios los cambios que se han introducido en esta versión, pero ¿son suficientes?
Para comprobarlo, me he desplazado hasta Austria, donde me esperan las tres variantes que se ofrecerán del todocamino de Porsche en nuestro continente: Cayenne, E-Hybrid y S. El Turbo GT ya no estará disponible por las normativas de emisiones, pero de eso te hablaré más adelante.
Diseño e interior del Porsche Cayenne 2023
Me encuentro frente a varias unidades del nuevo Porsche Cayenne y, sin importar la versión, hay novedades en el exterior. El cambio no es radical, pero se aprecian variaciones en las aletas y el capó que realzan más el estilo del coche. De la misma forma, también hay cambios en el paragolpes, especialmente en el trasero, con una recolocación de la matrícula.
Junto a esto, quizás la novedad más evidente que puedo notar antes de subirme al coche son las luces. Ahora, de serie los faros delanteros son Matrix LED, pero pueden ser HD Matrix Led como opción. Estos se suman a unos pilotos traseros que también se han retocado, de aspecto tridimensional.
Esto resume las novedades de este SUV por fuera, pero es dentro donde más ha cambiado. Aquí está lo que podemos ver en otros futuros modelos y actualizaciones de la marca, así que iré por partes. ¿Lo primero? Las pantallas. Y sí, lo digo en plural porque no hay una, ni dos, sino tres.
Para empezar, el cuadro de instrumentos pierde el reloj analógico y ahora toda esta zona cuenta con un cuadro digital curvo de 12,6 pulgadas que recuerda al del Porsche Taycan y cuenta con varios diseños. Mientras tanto, está la pantalla central, de 12,3 pulgadas, ahora con la última versión del software de la marca alemana.
Aun así, lo más llamativo es la otra pantalla, situada frente al asiento del copiloto. Es de 10,9 pulgadas y ha sido cubierta con una película que impide verla si no la estás mirando de frente, de manera que el conductor no se distraiga. En ella se puede ver la ruta GPS, la velocidad del coche, una película… De todo, aunque puede que acabes prestándole más atención a tu móvil.
Más allá de esto, el resto del interior del nuevo Cayenne no cambia demasiado, pero hay detalles que mencionar. El primero es bueno: hay mandos físicos para funciones como el control del climatizador, lo que me encanta. Ahora bien, el segundo detalle me gusta menos: ya no está la clásica llave o interruptor de arranque a la izquierda del volante. En su lugar, hay un botón normal.
Esto último me pone un poco triste porque, aunque pueda parecer una tontería, era un elemento que diferenciaba a este coche y a todos los Porsche. Ahora, el arranque se realiza desde un botón que no se diferencia demasiado del que podemos encontrar en muchos otros coches y, para mí, esto le quita un toque muy interesante al interior.
En general, esa es mi sensación con todo el habitáculo. Sigue siendo agradable, una modernización no está de más y no todos los cambios son malos o tan dramáticos, como la recolocación del selector de marchas en el salpicadero. Sin embargo, detalles como el del botón de arranque o la pérdida del reloj analógico del cuadro de instrumentos hacen que note algo de pérdida de personalidad.
Motores del nuevo Cayenne
En Europa, la gama de motores del Porsche Cayenne se compondrá de propulsores V6 y V8. Así, contaremos con tres variantes, teniendo la de acceso un motor V6 de 3 litros con 353 CV y 500 Nm de par -13 CV y 50 Nm más con el paquete Sport Chrono- Por encima está el Cayenne E-Hybrid, con el V6, pero con un motor eléctrico mayor para ofrecer en total 470 CV y 650 Nm de par.
Finalmente, el modelo más prestacional será el Cayenne S, que ahora monta un motor V8 biturbo de 4 litros. Rinde 474 CV de potencia y 600 Nm de par y, con la caja de cambios automática de 8 velocidades que montan todos los modelos de la gama, firma un paso de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos, así como una velocidad máxima de 273 km/h.
Sin duda, estas cifras son muy respetables, pero una novedad de la actualización de este SUV es que ya no habrá un Cayenne Turbo GT. Bueno, sí estará, pero no en Europa. Como decía antes, las normas de emisiones no lo permiten, pero llegará a otros mercados con un V8 biturbo de 4 litros que rendirá 659 CV. Esto se traducirá en 3,3 segundos de 0-100 km/h y 305 km/h de máxima.
¿Cómo se conduce?
Ya repuesto de la pena que me da no poder disfrutar de la versión más radical de este modelo, me dispongo a conducir las variantes que sí se venderán en Europa y comienzo mi prueba del Porsche Cayenne con el E-Hybrid. Puede que sea la opción más interesante en este momento, ya que ha cambiado mucho.
Gracias a un nuevo motor eléctrico y a una batería de 25,9 kWh, este modelo ahora es más potente y ofrece más autonomía. Por ello, empiezo a conducirlo en silencio, con el motor V6 todavía ‘dormido’ al circular por ciudad. Solo me muevo con el propulsor eléctrico por ahora y esta puede ser la mejor opción en ambiente urbano.
Aquí, el motor eléctrico es más que suficiente y sus 176 CV de potencia mueven el coche con suficiente soltura. De hecho, lo mismo sucede en autopista y puedo circular sin usar el bloque térmico hasta 74 km según la autonomía combinada WLTP. Sin duda, esto ayudará a gastar mucha menos gasolina, pero ¿y si quiero prestaciones?
Nada más pisar el acelerador, respondo a la pregunta. En ese momento, entra en acción el motor V6 y noto la potencia al instante, sin un momento de duda. Así, toda la potencia del sistema híbrido se encarga de mover este coche de 2.425 kg sin que se perciba pesado ni siquiera en curvas, donde puedo llevar velocidad sin dejar de tener una sorprendente estabilidad.
De hecho, esto es algo que noto al conducir el Cayenne de acceso. Sin duda, la suspensión activa Porsche Active Suspension Management (PASM) que se incluye de serie en todas las versiones ayuda a lograr un comportamiento realmente bueno en zonas reviradas, al combinarse con un chasis muy bien configurado.
En definitiva, la nueva versión del SUV alemán mantiene un comportamiento dinámico muy bueno y esto lo percibo también en la versión menos potente. Aquí, en zonas reviradas sigo igual de contento, mientras que en rectas no noto que el coche se quede corto. Tiene menos caballos, sí, pero también es más ligero -2.055 kg-, así que todo está compensado.
Aun así, ahora toca conducir la versión más deportiva: el Porsche Cayenne S, cuyo rugido del motor V8 inunda mis oídos al arrancar. Comienzo tranquilo y las sensaciones no difieren mucho de las del resto de la gama. La dirección es ligera y rápida, así como suficientemente comunicativa. Además, el motor responde con suavidad, si bien se escucha más. No es un problema, claro.
Por otro lado, la suspensión es firme, pero no es tan dura como para hacerte sentir incómodo. De hecho, con el modo de conducción Sport+ seleccionado, no se me hace pesado estar un buen rato al volante, algo en lo que también tienen que ver unos asientos deportivos con suficiente mullido.
En definitiva, aunque se trate de la versión más deportiva que puedes comprar del nuevo Cayenne, no es incompatible con el día a día. En marcha es agradable y mantiene otras cualidades propias de este modelo, como el espacio, con unas plazas traseras amplias y un maletero de 772 litros -592 litros en el Coupé- sin abatir los asientos.
Así, la diferencia clara de esta configuración está bajo el capó, y vaya si se nota... Al pisar el acelerador, los 474 CV llegan en un abrir y cerrar de ojos, lanzando al coche hacia adelante y a mí contra el respaldo del asiento. Suben los decibelios y la aguja -digital- del cuadro escala revoluciones sin esfuerzo. Aquí ya no hay suavidad que valga.
En un instante, el carácter civilizado del Cayenne S se cambia por una deportividad muy marcada. No me cabe duda de que montar el motor V8 ha sido un acierto y esto, combinado con todo lo demás, me hace olvidar que estoy conduciendo un SUV mientras recorro los Alpes austríacos. Al volante, se siente como un deportivo convencional y no todos pueden lograr esto.
Con esto y con unos frenos con un tacto cómodo para el día a día, pero mucha eficacia cuando hace falta, se nota que se ha puesto mucho empeño en lograr una buena experiencia de conducción. Y sí, esto se percibe al dar rienda suelta a las capacidades de este modelo, pero también lo vas a notar sin tener que llegar a ese punto.
De esta forma, acabo mi prueba del nuevo Cayenne con una sensación muy positiva. Su segmento es muy competitivo, pero sigue siendo de los mejores de su clase, sabiendo combinar la practicidad del día a día con un comportamiento difícil de mejorar en todo momento. Podrán gustarme más o menos detalles como los del interior, pero como SUV, no se lo pone fácil a sus rivales.
Precio y rivales del Cayenne
Hablando de rivales, el precio del Porsche Cayenne arranca en 103.371 euros para el modelo de acceso, así como en 107.327 euros el E-Hybrid y 124.593 euros el Cayenne S. Así, este modelo tiene varios competidores, como el Audi Q8, que parte de 85.780 euros en su versión básica y escala a los 162.920 euros en el caso del RS Q8 de 600 CV.
Junto a esto, otro posible rival es el BMW X6, que cuesta 96.800 euros en su modelo de acceso y 179.700 euros en el X6 M de 625 CV. Por otro lado, otro posible rival es el Mercedes GLE, por 89.700 euros su variante SUV y 100.000 euros la coupé.
Valoración
Hemos conducido el nuevo Porsche Cayenne, la última actualización del SUV alemán, que trae consigo cambios estéticos, mecánicos y tecnológicos.
Lo mejor
El comportamiento en carretera y la calidad de los acabados
Lo peor
Demasiadas pantallas que acaban encareciendo el coche
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