Logo Autobild.es

Hemos probado el Mazda MX-30 y creemos que será un éxito

Con 200 km de autonomía, en la marca aseguran que es más que suficiente para un SUV urbano. Nos han convencido.

Cuando le decía a un amigo que iba a probar el Mazda MX-30, me decía que estaba muy chulo, pero que 200 kmm de autonomía no eran ni de lejos una cifra medianamente aceptable. Que había modelos que tenían incluso 600 km y que sin ir más lejos el Kia e-Niro (vídeo) puede hacer 400 entre cargas con la batería grande.

¿Quieres saber cuáles son los 20 mejores coches eléctricos de 2020?

En Mazda son conscientes de que quizá hablar de esa distancia puede saber a poco. Por eso, durante la presentación del modelo hacían uso de una buena batería de argumentos para demostrar que no: en realidad no se necesita más para un SUV destinado eminentemente al uso urbano. Por ejemplo, en España el 40% de los conductores hace menos de 25 km al día. Suficiente para este, que aspira a ser el segundo o tercer coche de la unidad familiar, según la marca.

VÍDEO: PRUEBA A FONDO, Mazda MX-30 | ¿Convence su autonomía de 200 km?

Pero vayamos por partes. Primero, la batería. Pesa 301 kilos y tiene 35,5 kWh. Es más pequeña que las que usa el Niro eléctrico 'básico' que acabo de mencionar (el coreano tiene una de 39 kWh y otra de 64 kWh), por ejemplo, por lo que el alcance es menor, relativamente: 200 km de media y 260 en ciclo urbano según la normativa WLTP.

Una batería menor también supone menos emisiones de CO2 durante la fabricación, lo que también lo hace más sostenible. Y precisamente en este apartado el Mazda MX-30 tiene bastante que decir. Por ejemplo, la zona de la consola central está recubierta de corcho, un homenaje a los 100 años de la marca: ¡hace un siglo Mazda empezó manufacturando corcho!

Además, los asientos de piel tienen un 20% de materiales reciclados. Sí, materiales reciclados en asientos de piel: resulta que no es de origen animal. También en algunos guarnecidos de las puertas aparece un material que parece textil pero en realidad es plástico de botellas recicladas. 

Puertas del Mazda MX-30 con plástico reciclado y corcho en la consola central

Con todo esto, ¿cómo se siente el interior? Antes de iniciar la prueba del Mazda MX-30 me detengo a analizar el habitáculo. Sentado al volante encuentro una postura de conducción natural y "muy Mazda". Si tienes un modelo de la marca, sabes a lo que me refiero. El tacto de los materiales, la disposición de los componentes... Todo te será familiar.

La información se divide en tres niveles. Abajo aparece una nueva pantalla para controlar el climatizador. Es táctil, sí, pero que no cunda el pánico: también cuenta con botones físicos.

Arriba del todo está el Head-Up display (de serie en toda la gama) y la pantalla de 8'8 pulgadas del sistema de infotainment. Y en el medio, el cuadro de relojes. En el centro de este hay una pantalla digital donde aparece el velocímetro (con un par de modos de visualización). 

Se lee bien y es sencillo, pero da la sensación de que, como ocurre con su hermano el Mazda3, está un poco desaprovechada. Aunque quizá es que empezamos a estar deslumbrados por los colorines y las frivolidades de las pantallas de este tipo en otros coches...

Salpicadero del Mazda MX-30

También es sencillo encontrar la postura. En conexión por videoconferencia, Chistian Schultze, director de I+D en Mazda Motors Europe, insistía en que querían un coche sencillo de entender, que no supusiera una ruptura con los demás coches de combustión.

En marcha: prueba del MX-30

Y con estas inicio la prueba. El Mazda MX-30 se siente como un coche de gasolina en muchos aspectos. Por ejemplo, su motor eléctrico de 145 CV "suena". Es un sonido artificial que recuerda al de algunos videojuegos, pero sirve, según la gente de la marca, para aumentar ese feeling de unión entre el coche y el conductor. Y, de paso, tienes un modo más de saber si estás yendo muy rápido o no.

También tiene una cosa que echo en falta en muchos modelos eléctricos. La aceleración la hace de manera natural y progresiva. No, no es una manera sutil de decir que el nuevo MX-30 no anda. Me refiero a que en otros coches eléctricos al pisar el acelerador, como andes descuidado cae toda la potencia sobre las ruedas y ves parpadear el control de tracción más de lo deseable.

Mazda MX-30 en marcha: hay sonido artificial de un motor

Aquí la salida de los semáforos se hace con suavidad y gana velocidad con garra, pero sin dar tirones. A la hora de frenar, algo parecido: el tacto del pedal es uno de los más naturales que he probado en los últimos tiempos. 

En ciudad el Mazda MX-30 va sobrado. Tiene un tamaño adecuado para darte la sensación de ir en un "coche de verdad". De hecho, calca al pie de la letra las medidas del Mazda CX-30: 4.395mm de largo y 1.795 de ancho, salvo la altura. El nuevo, con 1.555 mm, es unos dos centímetros más alto. 

Se nota que está cómodo en ciudad. Muestra un rodar aplomado, con unas suspensiones firmes que se llevan bastante bien con unos neumáticos con bastante balón. En el asfalto urbano no necesitas más. Solo si subes el ritmo (lo típico: llegas tarde al hipermercado y entras 'colado' en una rotonda), notarás algo de subviraje y unos balanceos que te dejan más que claro que al nuevo SUV eléctrico de Mazda no le va la marca. O, mejor dicho, este tipo de marcha.

Porque sí puedes subir el ritmos en autopista sin arrepentirte. A 120 km/h muestra una gran calidad de rodadura. Gana velocidad con soltura y en teoría puede alcanzar los 140 km/h (limitado). A estas velocidades disfrutas de una insonorización muy aceptable en la que apenas se escuchan los ruidos de los neumáticos o del aire.

¿Y la vida a bordo en el MX-30?

La verdad es que apenas he pasado unas pocas horas al volante de este Mazda ya que se trataba de una breve toma de contacto. Pero el tiempo que pasé en su interior me encontré un coche cómodo en general. La postura de conducción no presenta problemas, y tampoco te verás obligado a adoptar posturas extrañas para acceder a algunos controles. 

La razón por la que el MX-30 tiene el sistema de puertas del RX-8

Los que peor lo tendrán sin duda serán los que se acomoden en las plazas traseras. Aunque no hay duda de que uno de los puntos fuertes del MX-30 son las puertas de apertura opuesta en un clarísimo guiño al Mazda RX-8, lo cierto es que tienen sus luces y sus sombras.

Creo que como probablemente no se van a ocupar muy a menudo la banqueta trasera, es un detalle menor. Pero para acceder a ellas, primero hay que abrir la puerta delantera. Si el ocupante tiene el cinturón de seguridad, se lo tendrá que quitar. Luego, desde dentro, si quieres salir, o te estiras para llegar a la manilla de apertura de delante, o dependes de que te abran. Quizá se puede hacer pesado.

Apertura de las puertas en el MX-30

Lo mejor de todo es que el acceso es muy sencillo. La altura de la banqueta te permite acceder sin necesidad de tirarte o de saltar al interior. El respaldo de los asientos delanteros se echa hacia adelante para facilitar más la tarea. Una vez dentro, hay espacio suficiente, aunque unas ventanillas pequeñas y que no se bajan le quitan sensación de amplitud.

También se van a beneficiar los padres de niños  que aún usen SRI, ya que podrán asegurar a los pequeños muy fácilmente.

Conclusión: mi opinión del Mazda MX-30

Probablemente no te interese mi opinión acerca del Mazda MX-30, pero qué demonios: te la voy a dar. Como puedes imaginar, no hay nada perfecto, y en este caso tampoco se va a obrar el milagro. Pero creo que los ingenieros de Mazda han conseguido un resultado magnífico para su primer coche eléctrico.

Y es que, tras esta breve prueba del Mazda MX-30, me quedo con la sensación de que tienen un producto ganador en un segmento, el de los SUV urbanos, que está en plena expansión. Puede que no sean los primeros en llegar, pero seguramente sean los que ofrezcan un producto más cercano a las necesidades reales de este tipo de conductores. 

Valoración

Nota8

La prueba del Mazda MX-30 demuestra que en la marca japonesa se han tomado en serio eso de hacer bien las cosas: es uno de los mejores SUV urbanos del momento.

Lo mejor

Sin duda su diseño, ese guiño al RX-8, calidad de conducción, dinámica

Lo peor

Acceso a las plazas traseras, visibilidad tres cuartos trasera

Alternativas a undefined

Etiquetas: SUV pequeño

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Autobild España.