Logo Autobild.es

Prueba del Mazda CX-60 PHEV: el primer híbrido enchufable de la marca es un amplio, cómodo y lujoso SUV 4x4 para cinco

Un auténtico 'grande' con el que Mazda empieza una nueva era.

Es increíble que tantos años después de que la marca nos presentara la filosofía Ko-Do en Milán, con el prototipo Shinari, Mazda se mantenga fiel a sus principios, tanto exteriormente como bajo el capó. Y si no, echa un vistazo a esta primera prueba del Mazda CX-60 PHEV, el primer híbrido enchufable de la marca, que es un amplio, cómodo y lujoso SUV 4x4 para cinco personas

Digo esto porque en aquel ¡2010! ya se establecieron las bases de cómo aquella calandra con parrilla heptagonal desde la que nacería una fluidez de líneas que tratara de "capturar el movimiento antes de producirse, como en un felino al acecho de su presa" iba a estrenarla el Mazda 3 y determinarlo todo en el resto de coches de su catálogo durante casi una década. No está mal, ¿verdad? 

Reconozco que por aquel entonces aquellas frases me resultaron algo pretenciosas, al igual que la advertencia de que la marca japonesa no iba a seguir tan rápido la fiebre de la electrificación e iba a continuar apostando por los motores térmicos hasta 2025, por lo menos, sin descartar su incursión paulatina en este campo en el que muchos otros ya empezaban a pujar muy fuerte. 

 Pues bien, es divertido haber vivido todo esto en primera persona y valorar en su justa medida la llegada del protagonista de esta prueba: el Mazda CX-60 PHEV, el primer híbrido enchufable de la marca -y segundo modelo con etiqueta cero -tras el lanzamiento del todocamino eléctrico Mazda MX-30- y que ya hemos tenido la ocasión de conducir por los alrededores de Estoril, en Portugal. 

Diseño e interior 

Por fuera ya lo conocíamos, pero al natural tiene un magnetismo mayor: no parece tan grande como realmente es, con una carrocería que mide 4.745 mm de largo, 1.890 mm de ancho y 1.680 mm de alto, pero sí que resulta algo monolítico, debido a la geometría de sus fatos de LED, su cintura nada musculada y una zaga que huye de esas líneas coupé tan de moda en los SUV de hoy día. 

Nos dicen allí que todo responde a una evolución del concepto Ko-Do en un modelo que el objetivo visual es transmitir una "noble solidez" en base al concepto japonés del Ma, que es "la belleza serena y majestuosa del espacio vacío, entrelazado con la solidez de una arquitectura típica de SUV, con motor delantero y tracción trasera" con distribución del par también en el eje anterior. 

Prueba nuevo Mazda CX-60 PHEV

Esto, por fuerza, tiene que jugar a favor de la habitabilidad. De hecho, así, sin abatir asientos, el maletero es de 570 litros incluido el compartimento inferior;  con ellos plegados, 1.148 litros (y 1.726 litros si el vehículo se carga del suelo al techo). Dice la marca que la apertura del portón trasero ha aumentado hasta 1.082 mm (35 mm más que en el Mazda CX-5), con una altura de 758 mm.

En las plazas posteriores, el Mazda CX-60 ofrece 1.441 mm para los hombros, mientras que delante son 1.504 mm (50 y 44 mm más, respectivamente, en relación al CX-5). En total, está homologado para cinco plazas, pero al parecer más adelante llegará la posibilidad de pedir el nuevo CX-60 con siete plazas. 

Ya al volante, hay que reconocer que las líneas maestras del salpicadero son bastante sobrias, pero rezuman calidad y buenos acabados. De hecho, nada aquí es casual y sus creadores nos cuentan que quieren combinar cierta deportividad con elegancia, que aquí además se salpimenta con robustez, tecnología y lujo en unas formas agradables pero muy sencillas. 

Puede que sean simples para los amantes de los despliegues tecnológicos de otros coches con aspiraciones premium, pero pronto se reconocen tres áreas para la instrumentación: pantalla TFT-LCD de 12,3" trás del volante ; Head Up Display del parabrisas y pantalla central de para infotainment y seguridad de 12,3" (controlada también por botonería física en el túnel de transmisión).

Prueba nuevo Mazda CX-60 PHEV

También se ha puesto especial cuidado en la selección de materiales, hecho que aunque ya se note en esta preserie de nuestra prueba -en Soul Red Crystal, aunque también estará disponible en Jet Black, Deep Crystal Blue, Sonic Silver, Platinum Quartz, Arctic White, Rhodium White, Machine Grey-, tendremos aún que catar en los acabados más top. 

De hecho, en este apartado hay que tener en cuenta que el de acceso es el llamado Prime-line, mientras que el intermedio se denomina Exclusive-line y los dos más altos, el Takumi y el Homura -ambos pueden completarse, a su vez, con los paquetes opcionales Driver Assistance, Convenience & Sound, Panoramic sunroof and Comfort. 

Así funciona su motor y estas son sus prestaciones

Construido sobre la plataforma RWD, el Mazda CX-60 estará disponible a mitad de este año con el motor diésel microhibridado (MHEV) e-Skyactiv, de seis cilindros y 3,3 litros, mientras que la producción del microhíbrido (MHEV) de gasolina e-Skyactive X de seis cilindros y 3,0 litros comenzará en 2023. 

Pero el que ya hemos podido probar es el CX-60 PHEV. Se trata de un mecánica híbrida enchufable que consta de un motor gasolina e-Skyactiv 2.5 de cuatro cilindros más uno eléctrico de 129 kW -equivalente a 173 CV, que, de forma combinada, proporcionan una potencia total de 327 CV y 500 Nm, una aceleración de 0 a 100 km/h en 5,8 s y una velocidad máxima limitada de 200 km/h. 

Prueba nuevo Mazda CX-60 PHEV

Y todo, asociado a una caja de cambios automática de 8 velocidades y a un sistema de transmisión que permite a este todocamino de tracción trasera convertirse en un 4x4 gracias a la transferencia continua de par que puede hacer al eje delantero en función de las necesidades que las circunstancias exijan en cada momento. 

La batería de ion-litio de 17,8 kWh le permite un empuje extra sobre la marcha, así como una autonomía en modo eléctrico de entre 63 (ciclo combinado) y 68 km (urbano) si n no pasas de los 100 km/h. Como PHEV que es, se carga con el giro del motor térmico, frenadas regenerativas y con toma externa (con tipo 2 de 0-100% en 2 h y 20 min, con una potencia máxima en AC de 7,2 kW).

Comportamiento dinámico

Al volante es difícil no coger bien la postura ideal con la cantidad de reglajes que ofrece, además de un sistema automático que te sugiere los mejores parámetros, los memoriza y luego te los coloca mediante reconocimiento facial. Al pulsar el botón de arranque, lo primero que notas es una gran y pretendida rigidez estructural, que se acentúa con una dirección excesivamente rígida. 

Es por ello que a altas velocidades y por carreteras sinuosas puede llegar a agradecerse, pero teniendo en cuenta que es un coche que deberías poder exprimir mucho en ciudad, por su condición de PHEV y su etiqueta cero (63 km dan para mucho), pues debería ablandarse en este aspecto, por lo menos, en el modo Normal y totalmente eléctrico (EV) de los cinco que tiene en total. 

Prueba Mazda CX-60 PHEV

En el Sport, apenas se nota en montaña la respuesta extra del motor debido a su peso, pero sí es cierto que el hecho de que prime la tracción total sobre la trasera es un plus en el comportamiento, igual que en el Off-Road y Towing (para llevarlo a tope de carga o con remolque), modos en los que además, ese reparto optimizado de par entre los ejes se apoya aún más en el control de tracción.  

Por lo demás, lo que tenemos claro tras esta primera prueba del Mazda CX-60 PHEV es que se trata de un coche eminentemente amplio y confortable para cinco plazas (ya veremos cómo le sientan las siete si finalmente las ofrecen), algo perezoso pero con mayores dotes de lo esperado para fuera del asfalto y con el sobrecoste propio de los híbridos enchufables.

Precio/Rivales

Su precio de partida ronda los 50.000 euros (52.268 euros). Esto significa que no pretende competir con otros SUV amplios del segmento C más generalistas y básicos, como el Renault Arkana, por ejemplo, que arrancan casi en la mitad de dinero, sino que aspira a codearse con otros de corte mucho más premium por tamaño, motores, tecnología, calidades y equipamiento. 

De este modo, aunque con un carácter algo más refinado y exclusivo que off-road, podría asemejarse más a las versiones hibridadas del Toyota Grandland que al RAV-4, y, por glamour, motores, dimensiones y prestaciones a medio camino entre los coreanos Hyundai Tucson y Kia Sorento... y los  Audi Q5 o el BMW X5 equivalentes, con precios base bastante más elevados.   

Valoración

Nota7

Probamos el Mazda CX-60 PHEV: el primer híbrido enchufable de la marca es un amplio, cómodo lujoso SUV 4x4 para cinco plazas que pronto contará con otros motores.

Lo mejor

Diseño, habitabilidad, maletero, equipamiento, calidades y acabados, etiqueta Cero, levas en el volante.  

Lo peor

Dirección muy dura en todos los modos de conducción y comportamiento de la suspensión algo extraño y poco predecible en carreteras sinuosas. 

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Autobild España.