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Prueba Mazda CX-5 2.5 194 CV, motor de sobra… para todo

¿Rival de BMW y compañía?

He probado el Mazda CX-5 con un motor gasolina que roza los 200 caballos, lo cual en los tiempos que corren suena realmente apetecible. Por dos motivos, primero porque estamos empezando a entrar en una corriente en donde todo lo que suena a diésel parece que no interesa y segundo porque 194 caballos prometen una respuesta mecánica poderosa. Interesa esta versión del Mazda CX-5? Te voy a dar tres razones para una respuesta afirmativa y dos para pensarlo.

1. Suavidad del motor 2.5 y comportamiento dinámico

Innegable, es una de sus grandes virtudes. Este CX-5 es suave en su forma de entregar la potencia, silencioso en el rodar y, solo para buscar la perfección en este apartado, estaría bien atenuar las vibraciones hasta que calienta. Junto a esa suave respuesta convive en el terreno de sus bondades un comportamiento dinámico de primera. El SUV japonés se guía desde una dirección muy precisa, su chasis apenas balancea y pese a su centro de gravedad elevado transmite sensaciones de compacto al negociar las curvas.

Prueba Mazda CX-5 (interior)

2. Confort de marcha

Otra razón para hacerte con él. Si te gusta viajar con una buena dosis de comodidad, este CX-5 2.5 194 CV filtra de maravilla las irregularidades y transmite calma al habitáculo. Ya te contaba que el chasis es una de sus grandes virtudes y en el apartado del confort eso se vuelve a notar. Además, en términos de habitabilidad el Mazda cuenta con una butaca trasera donde tres adultos viajan con espacio, sobre todo para la cabeza.

3. Calidad de acabado

En este terreno, Mazda ha ganado mucho en los últimos años y la renovación que el nuevo CX-5 experimentó en 2017 fue todo un acierto. Sin cambiar las líneas básicas de su diseño como puedes ver echando un vistazo a su exterior, por dentro cuenta con materiales del mayor calidad y mejores ajustes. Es una delicia el volante de pequeño tamaño y el tacto del plástico duro del salpicadero es de modelos propios de BMW o Mercedes. Solo un pero: el manejo del equipo de sonido resulta farragoso, sobre todo a la hora de buscar una emisora.

4. Maletero del Mazda CX-5 escaso

Con 477 litros de capacidad, la zona de carga del CX-5 se queda un poco justa. Por ejemplo, un Seat Ateca supera los 500 de volumen. Eso sí, se agradecen las formas cuadradas de un maletero que permite cargar objetos voluminosos. Esta puede ser una de las razones para que lo pienses un poco más…

¿Cuál es mejor, Volkswagen Tiguan o Mazda CX5?

5. Precio frente a rivales

Si miras solo la cifra de 36.700 euros puedes pensar que es caro. Si y no. Sin duda es una cantidad considerable, pero también lo es que su equipamiento de serie es muy muy completo en esta variante Zenith, con tapicería de cuero, múltiples ayudas a la conducción, faros LED o climatizador tizona de serie. Frente a un Honda CR-V puede ser más caro, pero frente a un BMW X1, por ejemplo, ofrece una relación calidad/precio más interesante. Sin descartar la opción de un Mazda CX-5 km 0.

Valoración

Nota7

Prueba Mazda CX-5 2.5 194 CV, análisis a fondo de su rendimiento mecánico, prestaciones, consumo, equipamiento y precio frente a rivales

Lo mejor

Confort de marcha, imagen sobre y elegante, comportamiento

Lo peor

Maletero demasiado pequeño, rumorosidad del motor en frío

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