Prueba del Hyundai i20 N: Para gente con chispa

Básicamente, el Hyundai i20 N te hace disfrutar y olvidarte de todo cuando lo conduces. Pocas veces un coche pequeño ha sido tan radical y honesto como el i20 N. Eso merece respeto. Pero, por desgracia es algo que ya no siempre ocurre. Te cuento qué receta ha seguido Hyundai para conseguirlo. 

En realidad, es fácil: utilizas como base el utilitario de la casa, el i20, le montas un motor 1.6 turbo de gasolina, claro, que entrega 204 CV y tensas todo lo que puedes su musculatura. ¿Cómo? Montas unos amortiguadores más duros, muelles más cortos (va 10 mm más bajo que otros i20), configuras la dirección para que sea lo más directa posible y le das un tacto duro al cambio para que te invite a jugar con él como si estuvieras en un videojuego. Suena fácil y no lo es, pero te garantizo que lo han logrado. 

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Prueba del Hyundai i20 N (8 imágenes)

No sé si te llegarías a sentir como Dani Sordo al volante de su i20 WRC, porque ese coche, aunque se basa en el mismo motor, cuenta con tecnología híbrida, alcanza los 300 CV y es de tracción integral, pero te garantizo que en cuanto arrancas el i20 N de calle, seleccionas el modo N (también tiene Normal, Eco y Sport, ¿pero para qué usarlos?), el cuadro se tiñe de rojo y aceleras a fondo por primera vez te engancha para siempre. 

Como tiene función Launch Control, para arrancar desde parado con la máxima aceleración, tarda solo 6,5 segundos en ponerse a 100 km/h y muestra mucho empuje desde casi el principio, gracias a sus 275 Nm de par desde solo 1.750 rpm. Eso le permite pasar de 60 a 100 km/h en solo 3,2 segundos, así que imagina lo fácil que te lo pone a la hora de adelantar.

Así va en marcha el Hyundai i20 N 

En marcha se muestra como un coche deportivo de verdad, con un paso por curva realmente rápido, favorecido por el diferencial autoblocante mecánico que monta de serie y por un ESP que no se entromete y que puedes configurar en tres posiciones: conectado, desconectado y Sport. 

También me encantan sus frenos, por el tacto duro, preciso y seguro que transmiten; y también por su mordiente: se detiene en solo 34,1 metros desde 100 km/h. Un dato salvaje. 

Y no solo me gusta cómo va, sino su sonido ronco y lo integrado que me siento al volante, con unos asientos bien contorneados que sujetan a la perfección la espalda. ¿Le puedo poner alguna pega? Quizás el consumo, ya que se dispara cuando abusas del pedal derecho. Pero si te compras un deportivo sabes a lo que atenerte. 

Está disponible desde 30.540 euros, es decir, que es más barato que el Volkswagen Polo GTI y más caro que el Ford Fiesta ST. Tanto el uno como otro son más discretos y no tienen un enfoque tan deportivo, así que creo que el modelo coreano es una gran opción de compra