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Prueba: BMW XM, el primero de muchos...

Estoy en Phoenix (Arizona, EEUU), la temperatura es de 23ºC, estoy rodeado de cactus y anchísimas carreteras solitarias en las que no se puede circular a más de 60 mph. En estas condiciones voy a hacer la primera prueba del nuevo BMW XM. ¿Me acompañas?

Estoy en Phoenix (Arizona, EEUU), la temperatura es de 23ºC, estoy rodeado de cactus y anchísimas carreteras solitarias en las que no se puede circular a más de 60 mph. En estas condiciones voy a hacer la primera prueba del nuevo BMW XM. ¿Me acompañas?

Si te invitan a viajar a EEUU y te dicen que sólo dos medios especializados están convocados para poner a prueba el nuevo BMW XM, una sonrisa ilumina tu cara e inmediatamente te imaginas surcando carreteras solitarias como en los cientos de películas que has visto desde que eras niño y te sientes feliz sin ni siquiera estar allí.

Y ya estoy aquí, en Phoenix (Arizona), delante del flamante BMW XM, un coche que ya conocí en persona en Madrid hace unos meses y que me vuelve a impresionar por su tamaño y diseño, con esas líneas doradas de la calandra, los laterales y el difusor, que son su clara seña de identidad. 

Mide cinco metros de largo, dos de ancho y 1,75 de largo. La distancia entre ejes es de ¡3.105 mm! y, lógico, promete buenas dosis de espacio interior. Luego te lo cuento.

Un detalle de esos que te harán quedar como un rey con tus amigos: es el primer BMW M con llantas de 23" pulgadas y, según el pack que elijas, el logotipo habitual de la hélice es reemplazado por una tapa negra con las letras BMW en el centro de la rueda.

Antes es importante que sepas que este nuevo XM es el primer modelo de desarrollo exclusivo por parte de BMW M desde el BMW M1. Esto quiere decir que no se basa en un BMW que ya existe en la gama y del que luego hacen una variante deportiva.

Prueba BMW XM

BMW XM: el primer M electrificado

Pero más importante incluso que eso es que es el primer BMW M híbrido enchufable, porque tiene una mecánica híbrida enchufable. Por un lado, monta un motor V8 biturbo de 4,4 litros que entrega 489 CV de potencia y 650 Nm de par. 

Es el mismo bloque del BMW M5, aunque aquí tiene algo menos de potencia. Se suma también otro motor eléctrico de 145 kW (197 CV) y 280 Nm, para lograr una cifra conjunta de potencia de 653 CV y 800 Nm de par. No imagines lo bestia que es, porque ya te lo cuento yo.

Por cierto, por encima de este habrá una edición especial, denominada BMW XM Red Label, que tendrá un diseño específico con elementos de color rojo y, sobre todo, más potencia (748 CV), más par (1.000 Nm) y mejores prestaciones: de 0 a 100 en 3,9 segundos. Llegará en otoño de 2023.

Así es el BMW XM Label Red, la versión más bestia del nuevo el SUV híbrido enchufable de BMW M

Arranco de inmediato, porque mis ganas por escuchar ese V8 me impiden quedarme parado ni un segundo más. Entonces… el silencio más absoluto… Obvio ¿qué esperaba?

Si la batería está cargada, como es lógico, arranca en modo 100% eléctrico con una suavidad increíble.

Al estar equipado con una batería de 25,7 kWh de capacidad útil es capaz de recorrer, según el protocolo WLTP, 88 km en modo eléctrico.

Pero esta ruta ha sido más larga que eso, por suerte. Y, al agotarse la batería un rugido salvaje me pone los pelos de punta, porque si un V8 siempre suena bien, cuando viene precedido por la calma y el silencio más absoluto y sale a través de cuatro salidas de escape del tamaño de una trompeta, te garantizo que despierta en ti una sensación especial…

El cambio es un M Steptronic de 8 velocidades y cuenta con unas grandes levas tras el volante para que puedas juguetear al subir un puerto de montaña, por ejemplo.  Es tan suave como rápida, según lo que le exijas en cada momento.

Declara un consumo medio, según el protocolo WLTP de sólo 1,5 litros, pero ya sabes que los híbridos enchufables juegan con ventaja debido a las condiciones en que se realiza esta prueba. 

Lo que debes tener claro es que la autonomía eléctrica es de 88 km, que es mucho, y cuando se agote la batería, con su descomunal V8, el consumo debería ser secundario si apuestas por este modelo.

Prueba dinámica del BMW XM

El cuerpo me pide Rock & Roll, así que activo el modo M1 desde los controles prefijados del volante, presiono el botón que agudiza el sonido de los escapes y acelero a fondo.

¡Jod***r! ¡Cómo empuja este bisonte con ruedas! Tendrá etiqueta 0 y todo o que tu quieras, pero nadie podrá decir que aquí no hay esencia M, porque pasa de 0 a 100 km/h en 4,3 segundos y alcanza 270 km/h si montas el M Driver’s Package.

Prueba BMW XM

Además, su dinamismo es bueno para tratarse de un SUV que pesa 2.785 kilos. No, que sea pesado nunca es bueno, pero lo cierto es que su comportamiento está muy bien para ser un SUV.

Como en otros M, puedes configurar los modos M y también, al presionar el botón del DSC (control de estabilidad), te permite elegir entre tres posiciones: 4x4 normal, 4X4 más dinámico y un modo 4x4 arena, para cuando circulas por terrenos con poca tracción. No creo que nadie con este coche salga demasiado del asfalto, pero quien sabe…

La dirección es más suave de lo que esperaba, pero con un tanque así tampoco es cuestión de ponerla demasiado dura, porque quizás exigiría que fueras al gimnasio todas las semanas para no acabar con agujetas.

Así es el BMW XM por dentro

He dejado para el final los datos prácticos, que seguro que no son los que estabas esperando encontrar al empezar a leer esta primera toma de contacto con el BMW XM.

Primero te hablo de su equipamiento deportivo, que lo tiene, aunque tienes que tener claro que aunque esto sea un M, es un SUV de cinco metros y no un coche de carreras. 

Prueba BMW XM

Así que encontrarás logotipos M en el salpicadero, los umbrales de las puertas, los asientos y el volante, así como algunos detalles en fibra de carbono y otros en aluminio, como en el pedalier y los paneles de las puertas.

También hay algunos detalles de color rojo en el pomo, las levas, el botón de arranque y, cómo no, en los dos botones M del volante. Al margen de lo descrito hasta ahora, un interior más o menos normal en la marca alemana.

En cuanto a tecnología, lo que más destaca es la doble pantalla curvada que ya llevan otros modelos de BMW, heredada de su hermano el BMW iX.

Está formada por un display de 12,3 pulgadas para el cuadro de mandos y otro de 14,9" para la pantalla principal. Los gráficos son precisos, el menú muy completo y su manejo es sencillo. Además, equipa el último sistema operativo de la casa, el ID8.5.

En lo relativo al espacio, como puedes imaginar, con una distancia entre ejes de 3.105 mm, hay hueco de sobra, pero en un coche tan grande incluso lo esperaba más amplio. El maletero tiene una capacidad de 527 litros, que se amplían a 1.820 si se abaten los respaldos traseros.

Precio y rivales del XM

Aquí, en EEUU, parece casi pequeño, al lado de las pick-up gigantes que les gusta usar por estos lares, pero en España será un coche grande, exclusivo y deportivo como pocos, lo que explica que quienes lo quieran deban pagar los 179.700 euros que cuesta.

Debido a su tamaño, potencia y tipo de motor se enfrenta principalmente al Porsche Cayenne Turbo S E-Hybrid, que tiene 680 CV y cuesta 189.000 euros. Porque hay otros SUV grandes híbridos enchufables, como el Ford Explorer, el Audi Q7 60TFSIe o el Land Rover Range Rover Sport P510e, pero todos ellos son bastante menos potentes.

Este es el primer BMW M electrificado, si los que están por venir son de este estilo la cosa promete. ¡Qué salvajada de coche! Es amplio, lujoso, dinámico y corre tanto que ni te lo crees. Sí, cuesta un riñón, pero es la punta de la pirámide y queda reservado a unos pocos afortunados.

Valoración

Nota9

Viajamos hasta Phoenix (EEUU) para probar por primera vez el nuevo BMW XM, el primer modelo electrificado de la factoría de deportivos de BMW.

Alternativas a BMW XM

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