Prueba: Audi SQ5 TDI 2019. Te pega al asiento
Mientras conduzco dos horas y 130 kilómetros por sinuosos pasajes de montaña, muevo este SUV de dos toneladas a través de curvas cerradas, freno, acelero y siento cómo me presionan los 700 Nm de par al asiento. Bienvenidos a la prueba del Audi SQ5 TDI 2019.
Y al final, el ordenador de a bordo muestra 8,4 litros de diésel cada 100 kilómetros. El nuevo Audi SQ5 TDI lleva un V6 de tres litros con 347 CV, tracción permanente a las cuatro ruedas, y Tiptronic de 8 velocidades.
Audi ha colocado en su SQ5 un turbocompresor un compresor eléctrico (EAV). Este último se encuentra detrás del intercooler en el ciclo de admisión, suministrando más aire a la cámara de combustión para una rápida acumulación de par. Resultado: en 5,1 segundos, la nave se dispara hasta los 100 km/h.
Un puñetazo delicioso
En la práctica, recibes algo así como un puñetazo en el estómago en medio de la aceleración. Voy en segunda, piso el acelerador, cuentavueltas llega a 2.000, 2.100, 2.200... Y a partir de ahí se convierte en una catapulta. Audi ha logrado un excelente equilibrio entre placer de conducción y protección ambiental, porque el nivel de emisiones de este SUV está muy por debajo del máximo admitido por ley.
Pero no todo son alegrías, claro: su precio roza los 70.000 euros, más de 10.000 por encima de un Q5 "normal" con 285 CV.
Valoración
0En esta prueba del Audi SQ5 TDI 2019 damos fe de que su nuevo turbocompresor, unido al compresor eléctrico, logran que acelere como un proyectil desde el principio.
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