¿Qué tienes en común con Jesulín a la hora de querer comprar el Ferrari más caro?

Siempre ha circulado una leyenda que decía que, para tener un Ferrari, no es suficiente con tener mucho dinero. Hace falta algo más. En este sentido, nos preguntamos ¿qué tienes en común con Jesulín a la hora de querer comprar el Ferrari más caro?

Suele decirse que el dinero puede comprarlo todo, pero no es verdad. Lógicamente, hablamos de cosas tangibles. Pero hay veces que, por mucho dinero que tengas, es posible que no puedas comprar aquello que deseas. 

Y hay un caso que demuestra esto, relacionado con una de las figuras más conocidas de la España de los 90 y principios de los 2000, el torero Jesulín de Ubrique, y que nos une a la mayoría de los mortales.

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¿Qué tienes en común con Jesulín a la hora de querer comprar el Ferrari más caro?

Esa leyenda sobre Ferrari no es cierta del todo o es verdad sólo en parte, como se quiera mirar. Actualmente, la marca italiana vende sus coches a cualquier cliente, pero las versiones más exclusivas y las series limitadas están reservadas para los clientes más fieles. 

En esos casos, sí que es necesario tener ya un Ferrari en propiedad y ser ‘un buen cliente’. Esto lo hace con una finalidad: evitar la especulación. La firma es consciente de que hay gente que intentan reservar uno de esos modelos más exclusivos para revenderlos posteriormente a un precio mayor.

¿Y qué tiene que ver esto con Jesulín? A principios de los 2000, el torero quiso comprarse un Ferrari, pero la marca se negó a vendérselo. El dinero no le faltaba, pero fue la propia compañía la que no quiso.

Así que el diestro buscó una alternativa y se compró un Dodge Viper. Curiosamente, por aquella época protagonizó uno de los momentos más divertidos de la televisión, cuando chocó con un Ford Fiesta delante de las cámaras.