Prueba del Brabus 800 Black OPS. Bello y bestia a partes iguales

Más descomunal, es complicado. El Brabus 800 Black OPS basado en el Mercedes-AMG G 63 es inquietantemente bello y, al mismo tiempo, bestia. Con mucha más potencia de la que necesita el 99% de los mortales, por más de 300.000 euros. Nosotros ya nos hemos puesto al volante de este todoterreno masivo. Esta es la prueba del  Brabus 800 Black OPS.

Y es que así es esta versión del afamado preparador de modelos Mercedes: demasiado de todo. Insaciable en caballos,  sobredosis de newton metros, y una puesta en escena portentosa. 

Pero mejor digámoslo en cifras: 1.000 Nm y 800 CV para mover 2,5 toneladas de metal, cuero y carbono que se apilan en 1,90 metros de altura que quitan el sol a los Renault Twingo y el aire a los Volkswagen Tiguan cuando les pasa por la izquierda.

¿Suena aterrador? En parte. Pero también es inquietantemente maravilloso. Y para que el común de los mortales se tranquilicen de antemano: Brabus solo fabricará diez de estos gigantes con tecnología G, de modo que difícilmente uno se cruzará con uno en su día a día. 

Por dentro

Brabus 800 Black OPS es el nombre del modelo especial de color negro obsidiana que tenemos hoy entre manos. El poder absoluto burbujea en cada centímetro de esta mole, y a uno se le contagia en las articulaciones. 

Brabus usa cuero gris oscuro con costuras rojas en el interior, y los paneles centrales perforados de los asientos están resaltados en rojo. Además, hay numerosos paneles de carbono visibles y, por supuesto, pedales de aluminio.

¡Arrancamos!

El estratosférico poderío proviene de dos turbocompresores extra que realmente aportan fuego al  V8 de cuatro litros. El 800 sale como catapultado. De alguna manera, es como si uno sintiera cómo cada uno de los 1.000 Nm empujan frenéticamente. Sisea, gruñe, olfatea el asfalto, y después de solo 4,1 segundos, el OPS alcanza los 100 km/h. A 240 km/h, la electrónica interviene en la poderosa propulsión, porque una cosa es desafiar las leyes de la física y otra, perderles el respeto. Y es que a este Brabus parece que absolutamente nada le cuesta el mínimo esfuerzo.

Tampoco tragar: porque el G 800, cuando lo llevas de forma “civilizada”, debería consumir 14,1 litros de media. Aunque el ahorro no será una de las prioridades de quien se compre un coche así, por el que debe desembolsar más de 300.000 euros. 

Conclusión

Afortunadamente, solo se fabricarán 10 ejemplares, porque de lo contrario, la huella de carbono sería insostenible. Y cambio, los pocos afortunados se harán con una de las máquinas más fascinantes de la actualidad: ¿Cómo se posible que 2,5 toneladas salgan propulsadas de esa manera?

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