Uno de los once Ferrari 195 Inter de Guia que existen, a subasta

Si eres de los que disfrutan con los coches clásicos, serás de los que tengas perfectamente asumido lo que significa un modelo como el Ferrari 195 Inter. Y si no, tranquilo, que te vamos a poner en camino. Antiguamente, los modelos de la marca italiana eran encargados en lo que a diseño se refiere a diversos especialistas, como por ejemplo Pininfarina. En esa época fue en la que nació el Cavallino Rampante del que te vamos a hablar. Concretamente en 1950, que es de cuando data la unidad en concreto que va a subastar el especialista RM Sotheby´s -a quien pertenecen las fotografías del coche- en Mónaco el próximo mes de mayo. Fueron 27 las unidades que se fabricaron de este modelo, 11 de las cuales responsabilidad de la firma Guia. Una de ellas es ésta de la que hablamos.

No te pierdas: Subastas de coches: todo lo que debes saber

Ubicado el modelo en cuestión, toca hablar del camino que ha recorrido el mismo desde 1950. Entonces, según cuenta la casa de subastas, fue adquirido por Alfonso Scimé, que lo tuvo en su garaje hasta 1958, momento en el cual cruzó el charco hasta Estados Unidos. Allí fue sometido a una restauración que lo ha dejado como nuevo antes de ser exportado a Hong Kong, último destino conocido hasta ahora.

Ver galería

Ferrari 195 Inter (6 imágenes)

Pero, ¿qué es lo que se puede esperar de este Ferrari 195 Inter? Más allá de su clásica y deportiva estampa, nos encontramos con un vehículo dotado de un motor V12 de 2,3 litros Colombo, que en su momento fue modificado aumentando el diámetro de sus pistones de 60 a 65 milímetros. También podemos contaros que contaba con un carburador Weber -actualmente esta unidad tiene tres-, de cuyo buen funcionamiento dependía que los 130 CV que era capaz de desarrollar la mecánica se sintieran a pleno rendimiento.

De lo que no sabemos nada todavía es del precio de partida que tendrá este Ferrari tan espectacular, ni tampoco la previsión de la casa de subastas acerca de lo que podría llegar a pagarse por él. De todas formas, tranquilos, porque sea lo que sea es más que probable que ninguno de nosotros pueda ni siquiera pensar en pujar. Y si no es así, ¡que el afortunado nos mande fotos!