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Lo mejor y lo peor del Chevrolet Camaro en 57 años

Lo mejor y lo peor del Chevrolet Camaro en 57 años

Hacemos un repaso a la historia del Chevrolet Camaro, lo mejor y lo peor de uno de los deportivos más importantes de la industria automovilística estadounidense, a lo largo de 57 años. 

El pasado 14 de diciembre salió de la cadena de montaje el último Chevrolet Camaro. Decimos el último, porque la compañía estadounidense lo ha retirado, aunque se espera que regrese más adelante, eso sí, convertido en un crossover eléctrico, al estilo del Ford Mustang Mach-E. A continuación, repasamos lo mejor y lo peor del Chevrolet Camaro en 57 años.

Lo mejor y lo peor del Chevrolet Camaro en 57 años: primera generación

Lo mejor y lo peor del Chevrolet Camaro en 57 años

El Chevrolet Camaro llegó al mercado en otoño de 1966 para contrarrestar el éxito rotundo del Ford Mustang. Construido sobre la plataforma del Chevy Nova II, ofrecía motores V8 de hasta 7.0 litros y el famoso LT1 de aluminio.

Un año más tarde llegó la versión Firebird. Pese a los esfuerzos de la marca y a ganar dos años seguidos las carreras Trans Am, fue superado en ventas por el Mustang entre 1967 y 1969. 

Prueba del Corvette C8 Z06

Segunda generación

Lo mejor y lo peor del Chevrolet Camaro en 57 años

En los 70 llegó la segunda generación del Camaro, cuyo diseño parecía inspirarse en los Ferrari de principios de los 60. Esta vez no hubo versión descapotable, debido a las normas de seguridad antivuelco. Esta entrega estuvo vigente hasta principios de los 80, aguantando más que otros modelos como el Dodge Challenger y el Plymouth Cuda.

Quizá eso fuera una de las peores cosas de esta segunda generación, que duró más tiempo de lo necesario. Además, el Mustang II, pese a ser claramente inferior que el primero (debido a la crisis del petróleo) se vendió el doble. 

Tercera generación

Lo mejor y lo peor del Chevrolet Camaro en 57 años

La tercera generación apareció en 1981 con la intención de corregir los problemas de la anterior. Presentaba un diseño más elegante y aerodinámico, una estructura monocasco más rígida, un práctico portón trasero y era 227 kg más ligero.

A lo largo de la década de los 80, es incorporaron nuevos motores como el V8 de 5.0 litros de 218 CV Tuned Port Injection y el V8 de 5.7 litros con 228 CV. Lo peor del Camaro III fue que su versión básica tenía un motor de cuatro cilindros y 2.5 litros ‘Iron Duke’ que rendía apenas 91 CV. 

Cuarta generación

Lo mejor y lo peor del Chevrolet Camaro en 57 años

La cuarta generación habría sido una revolución si se hubiesen cumplido los planes de General Motors, porque iba a pasar a tracción delantera, pero la plataforma GM80 no superó las pruebas y el proyecto fracasó. 

Por tanto, la cuarta generación de 1993 a 2002 fue una actualización de la anterior. Se rediseñó la suspensión delantera, se incorporó una dirección de piñón y cremallera, frenos antibloqueo y un nuevo y potente V8 LT1 que alcanzaba los 309 CV que igualaba al V8 DOHC del Mustang Cobra.

Lo peor de esta generación fue el diseño de dos radios del volante, sustituido por otro de cuatro radios al final de su vida comercial. Aunque es un simple detalle.

Quinta generación

Lo mejor y lo peor del Chevrolet Camaro en 57 años

Tras varios años de pausa, en 2010 llegó la quinta generación del Camaro, apostando por un diseño retro, igual que hizo uno de sus rivales directos, el Dodge Challenger. Tenía un motor V8 de 308 CV, casi la misma potencia que el V8 del Mustang GT. 

La variante SS con un V8 de 6.2 litros alcanzaba los 432 CV. Durante los dos primeros años de comercialización, el Camaro superó en ventas al Mustang. En 2012, llegó un ZL1 de 580 CV sobrealimentado y en 2014 apareció una versión resucitada del motor Z28 que alcanzaba los 512 CV. 

Lo peor de esta generación era la visibilidad posterior, debido al diseño de las ventanillas traseras, que quedan muy bien estéticamente, pero no eran nada funcionales.

Sexta generación

Lo mejor y lo peor del Chevrolet Camaro en 57 años

Finalmente, en 2016 se estrenó la sexta entrega del Chevrolet Camaro hasta que salió la última unidad el pasado 14 de diciembre. Basado en la nueva plataforma Alpha de GM, era mucho más ligero que su antecesor. Recuperó el motor de cuatro cilindros, pero mucho más potente que aquel de 1981, entregando 279 CV. 

Esta vez no ha habido un motor Z28, pero sí un ZL1 V8 sobrealimentado de 6.2 litros procedente del Corvette, que producía 659 CV y 881 Nm de par, enviados a las ruedas traseras mediante un cambio manual de seis velocidades o automático de diez. El paquete 1LE añadía elementos aerodinámicos y mejoras en la suspensión. 

Lo peor de esta sexta y última generación fue el rediseño de 2019, un lavado de cara que modificó la parrilla frontal y la ubicación del logo y despertó numerosas críticas. Tanto fue así que Chevrolet corrigió en 2020. 

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