Indianápolis 2020: Alonso, Palou y miles de aficionados esperan una decisión
Por primera vez en la historia, las 500 Millas de Indianápolis podrían no celebrarse en el mes de mayo, como dicta la tradición, antes del Memorial Day (Día de los Caídos). La crisis del coronavirus podría obligar a la Indycar a trasladar la disputa de esta mítica carrera, la más importante de su calendario, a otra fecha. Roger Penske, propietario del campeonato y del Indianapolis Motor Speedway, ya está evaluando distintas posibilidades. Fernando Alonso, Alex Palou y miles de aficionados están pendientes.
VÍDEO: Alonso prueba un coche de la Indycar en 2017
No nos engañemos. Habiendo visto cómo se han pospuesto pruebas míticas como las 24 Horas de Le Mans o cómo se ha cancelado el Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1 por la crisis del coronavirus, todo apunta a que las 500 Millas de Indianápolis también se verán afectadas por la pandemia. Hablar de la cancelación de uno de los eventos más importantes del automovilismo deportivo en el mundo puede parecer un tanto improbable en estos momentos, ¿y aplazar? Parece ser lo menos dañino, aunque no se cumpla con la tradición de disputar la prueba en la víspera del “Memorial Day”, el Día de los Caídos, que tiene lugar el último lunes de cada mes de mayo.
Vista la expansión del coronavirus por todo el mundo en las últimas semanas y la rápida propagación que está teniendo lugar en América, parece altamente improbable que en apenas un par de meses la situación permita que se reúnan cientos de miles de personas en el legendario óvalo. Por no hablar de que toda actividad de la Indycar está suspendida durante el mes de abril, lo que impide que los pilotos lleguen con cierta experiencia al volante de sus vehículos a Indianápolis y también que se organicen los test colectivos que debían tener lugar a finales de abril.
La primera prueba calendarizada a día de hoy, fuera de toda restricción, es el Gran Premio de Indianápolis, que se debe disputar el día 9 de mayo en la configuración de circuito rutero. Es decir, donde competía la F1 en el pasado. Justo después comenzarían los entrenamientos, el 15 y 16 de mayo tendrían lugar las sesiones de clasificación, después más pruebas y el día 24, la carrera.
Parece altamente improbable que la carrera vaya a poder celebrarse sin problemas, especialmente en un momento en el que en Estados Unidos se empiezan a tomar medidas que restringen el libre movimiento de personas en el país. Alrededor de 300.000 aficionados asisten a la carrera y, dada la incertidumbre actual, si la cita sigue en la fecha programada, muchas de ellas podrían decidir no acudir o cancelar sus reservas.
La única forma de impedir que la crisis por la pandemia impida la celebración habitual de la carrera y asegurar una buena asistencia de público es aplazarla.
Roger Penske, un debut complicado a los mandos del negocio
Roger Penske es, desde principios de año, el propietario del campeonato Indycar y también del Indianapolis Motor Speedway. Probablemente, “The Captain”, como es conocido este ex piloto y reputado jefe de equipo en los circuitos, ha soñado con la llegada de la Indy 500 durante meses. Con que todo fuese bien en su debut a los mandos de este negocio para el que se pronostica un exponencial crecimiento con él a la cabeza.
Penske es quien tiene el poder de tomar la decisión sobre la disputa de la Indy 500 en 2020 y ya está evaluándolo distintas opciones junto a su equipo más cercano. Uno de los que trabajan con Roger es Mark Miles, director ejecutivo de la Indycar desde hace varios años. En declaraciones que recoge AFP, Miles ha dado algunas actualizaciones sobre cómo está la situación sobre la disputa de la Indy 500 a día de hoy.
“Lo que puedo decir es que organizar la 104ª edición de las 500 Millas de Indianápolis es nuestra principal prioridad”, declara. “Es imposible saber exactamente qué efecto tendrá la crisis en ello, pero estoy completamente seguro, si es que es posible estar seguro, de que las 500 Millas de Indianápolis se disputarán”, añade.
¿Y será en la fecha prevista? Miles explica: “Nuestro objetivo es seguir con lo previsto, por ahora, y ver si es posible que se celebren a mediados de mayo. Si no es posible, encontramos otra fecha. Pero eso es algo que afrontaremos cuando veamos cómo se presenta el futuro”.
Una de las fechas alternativas en las que podría encajar la Indy 500 es en la víspera del Labor Day, el Día del Trabajo, que se celebra el primer lunes de septiembre. Si se aplazase a ese momento, los entrenamientos tendrían lugar a finales de agosto y las 500 Millas, el domingo 6 de septiembre.
Indianápolis, prioridad para Alonso en 2020
Si las 500 Millas de Indianápolis 2020 se suspendieran, uno de los más grandes afectados sería Fernando Alonso. El asturiano ha dejado su temporada ‘libre de competición’ para poder centrarse en la disputa de la mítica carrera, con el objetivo de pelear por la Triple Corona. Además, tras su confirmación como piloto de McLaren en Indycar para esta cita, no descartó la participación en otras pruebas.
Si la carrera se cancelase, lo cual no parece que vaya a suceder a día de hoy, Fernando quizás tendría que descartar algún otro plan de competición el año que viene para así competir en la Indy 500, o posponer su regreso al mítico óvalo.
Otro de los grandes afectados sería el también español Alex Palou, que iba a debutar hace una semana en la Indycar en la primera cita del calendario, Saint Petersburg, pero fue cancelada debido a la propagación del coronavirus. Él necesita experiencia al volante de su nuevo vehículo antes de correr en una de las carreras más importantes del mundo.
Imagen: Motorsport Images/Indycar
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