Es uno de los coches más bonitos de la historia y ha cumplido 25 años
Llega un momento en el que las efemérides del mundo de la automoción sirven para darse cuenta de que uno empieza a hacerse viejo. Coches que en nuestra memoria son relativamente modernos, resulta que no lo son tanto. Valga como ejemplo el Audi TT, deportivo alemán de diseño atemporal… que acaba de cumplir 25 años.
El modelo de los cuatro aros supuso el colofón de la renovación de Audi durante los años 90, que comenzó con el Audi A8 y que convirtió a la marca en un escalón premium.
El TT (cuyo nombre hace referencia al legendario Tourist Trophy de la Isla de Man) fue presentado como prototipo en 1995 y hubo que esperar tres años, hasta 1998, para que debutara la versión de producción que, incluso con cambios, se mantuvo muy fiel al prototipo original.
Torsten Wenzel, el diseñador de exteriores de Audi que participó en el proyecto, explica: “Para nosotros, el mayor elogio fue cuando la prensa especializada destacó que no habían cambiado muchas cosas del modelo conceptual al de serie; aunque, por supuesto, tuvimos que adaptar muchos detalles debido a las especificaciones técnicas de la versión de producción, incluidas las proporciones”.
Parte de la atemporalidad del diseño del modelo se debe a que decidieron utilizar el círculo como elemento clave la estética del deportivo. Es “la forma gráfica perfecta”, según apunta Wenzel, y está presente de manera repetida tanto en el exterior como en el interior del vehículo.
Además, el diseñador señala que se siguió el principio de ‘la forma sigue a la función’ forma una función: “En Audi Design siempre seguimos la filosofía de ‘menos es más’. Sacar a relucir el carácter único del Audi TT Coupé reduciéndolo a lo esencial fue una tarea muy desafiante y especial para nosotros, los diseñadores”.
Una primera generación icónica
Un año después del comienzo de la producción en serie del Audi TT, en 1999, se lanzó el TT Roadster. Ambas carrocerías se fabricaban en Hungría por Audi Hungaria Motor Kft y luego se transportaban en tren hasta Győr para llevar a cabo el ensamblaje final.
La primera generación del Audi TT montaba motores turbo de cuatro cilindros con potencias de entre 150 y 225 CV, a las que se sumaba un bloque V6 con 250 CV y el cuatro cilindros de 240 CV del Audi TT quattro Sport, del que se entregaron 1.168 unidades.
Aún para la época, Audi quiso dar a los clientes del TT opciones de personalización mediante distintos colores de carrocería (Naranja Papaya o el Azul Nogaro eran exclusivos del modelo), acabados para el habitáculo (diseño de “guante de béisbol” para los asientos de cuero del Audi TT Roadster) y distintos accesorios.
El Audi TT Coupé de primera generación estuvo en producción hasta 2006 y se fabricaron 178.765 unidades. El Audi TT Roadster se fabricó entre 1999 y 2006 y se crearon 90.733 ejemplares.
Perfeccionando la fórmula
El TT de segunda generación se lanzó en 2006 y en 2007 le siguió el Roadster, en ambos casos basados en la plataforma del Audi A3 de segunda generación. En 2008 el TT 2.0 TDI quattro se convirtió en el primer deportivo del mundo de producción en serie con motor diésel. Además, llegaron las versiones deportivas TTS de 272 CV, TT RS de 340 CV y TT RS plus de 360 CV.
La tercera generación del Audi TT apareció en 2014, con un diseño que reinterpretaba las líneas originales del modelo de 1998 y con un especial énfasis en reducir el peso del modelo, consiguiendo contener a 1.230 kilogramos el TT Coupé de acceso (50 kg menos que su predecesor). Además, la escalada de potencia llevó al TT RS hasta los 400 CV.
Etiquetas: Coches deportivos
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