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Los 8 coches más icónicos de la historia de Stellantis

Coches más icónicos de Stellantis

A continuación, te mostramos ocho coches icónicos que han marcado la historia de las marcas que componen el Grupo Stellantis. Con poco más de dos años, Stellantis se ha convertido en uno de los gigantes de la industria del automóvil.

Aunque tiene poco más de dos años de vida, se ha consolidado como uno de los gigantes de la automoción, aglutinando en su seno a más de una decena de marcas, fruto de la fusión entre el Grupo PSA y Fiat Chrysler Automobiles. A continuación, te mostramos los ocho coches más icónicos de Stellantis.

A lo largo de la historia, los distintos fabricantes que hoy integran el Grupo Stellantis han producido decenas de coches que han marcado un antes y un después en la industria. Y muchos de ellos han salido de factorías españolas

Como siempre en estos casos, elegir entre un elenco tan rico resulta muy difícil y seguro que podrían entrar modelos que se han quedado fuera. Pero hemos elegido estos ocho coches más icónicos de Stellantis por lo que significaron y su peso en la historia del automóvil.

Fiat 514

Coches más icónicos de Stellantis

Empezamos por un completo desconocido, que merece su lugar en la historia, no sólo de Stellantis, sino de la automoción. Se trata del Fiat 514, también llamado Hispano 514

Este fue el primer automóvil de la marca italiana producido en España y fue pionero en la producción bajo licencia. La producción arrancó en 1931, cuando en España echaba a andar la Segunda República. 

Origen del logo Citroën

Fiat adquirió las instalaciones de mítica Hispano-Suiza y empezó a ensamblar el 514 con componentes llegados de Italia. De ahí que también se le conozca como Hispano 514.

Se trataba de un modelo de tamaño medio. Lanzado en 1929, fue clave para superar los efectos de la crisis económica por su bajo precio. Se comercializó en varias carrocerías, desde la berlina de cuatro puertas, que fue la que se fabricó en Guadalajara, a descapotables y una versión coupé.

Citroën AZU

Coches más icónicos de Stellantis

Una de las plantas más importantes de España es la de Citroën en Vigo, abierta en 1958. Esta factoría empezó con la producción del Citroën AZU, una furgoneta basada en el 2CV, que aprovechaba plenamente la resistencia y la versatilidad de este modelo en su función de vehículo comercial, convirtiéndose en parte del paisaje en la España urbana y rural de mediados del siglo XX.

Se mantuvo en producción hasta 1970. Con el AZU, la planta de Vigo inició su tradición en la producción de vehículos comerciales, que se mantuvo con otro modelo mítico como la C-15, el primer modelo en la historia de la planta en superar la barrera del millón de unidades producidas.

Citroën 2CV

Coches más icónicos de Stellantis

Surgido como un vehículo para motorizar a las poblaciones rurales francesas, el Citroën 2CV desembarcó con éxito en la ciudad, convirtiéndose en un símbolo de la revolución cultural de los años 60, un automóvil con la fiabilidad suficiente para dar la vuelta al mundo y protagonizar hazañas deportivas, como los raids París-Kabul o París Persépolis París. 

El 2 CV se fabricó en Vigo a partir de 1959 y se mantuvo hasta 1984. Durante ese periodo, el utilitario francés se convirtió en un icono del espíritu despreocupado y de la libertad que carecían los españoles en aquellos años, hasta el final de la dictadura.

Opel Corsa

Coches más icónicos de Stellantis

El Opel Corsa es otro de los iconos de Stellantis, desde que PSA se hizo con el control de Opel. Se fabrica en Zaragoza, una factoría creada para la producción del Corsa en 1982. 

Desde entonces, ha fabricado sus seis generaciones y es la encargada también de construir la variante 100% eléctrica.

Peugeot 205

Coches más icónicos de Stellantis

El Peugeot 205 no sólo es un modelo icónico de Stellantis y, concretamente, de la marca francesa, sino de toda la década de los 80. Un coche construido en Madrid y que cambió por completo la imagen que se tenía hasta entonces de la firma de Sochaux, conocida por su fiabilidad y la elegancia de sus berlinas.

Ahora presentaba un utilitario urbano, de espíritu alegre y cinámico, que incorporaba las prestaciones que caracterizan a los automóviles de Peugeot desde sus inicios. 

Surgido del ingenio y de los lápices de Gérard Welter, un diseñador apasionado por el mundo de la competición, se convirtió en la base para construir todo un mito en el mundo de los rallys como fue el Peugeot 205 T16. De la planta madrileña salieron más de 1.191.000 unidades del Peugeot 205.

Citroën GS

Coches más icónicos de Stellantis

Entre 1971 y 1986, la factoría de Vigo fabricó otro de los coches más icónicos de Stellantis, el Citroën GS. Un modelo que vino ha ocupar el espacio que había en la gama de Citroën entre los utilitarios 2 CV, Mehari, Dyane 6, etc. y el lujoso DS. 

El GS fue una berlina intermedia que ‘democratizó’ los avances tecnológicos de la marca de los chevrones, como la suspensión hidroneumática, hasta entonces sólo disponible en el lujoso DS. Posteriormente, en Vigo se construyó también el sustituto del 'Tiburón', el Citroën CX.

Dodge 3700 GT

Coches más icónicos de Stellantis

Otro de los pesos pesados de Stellantis, por su historia, es Dodge. Esta marca introdujo algunos modelos muy conocidos en la España de los 60 y 70, gracias a un genio de la automoción patria como fue Eduardo Barreiros. 

Desde 1952, Barreiros producía motores en Villaverde y, gracias a un acuerdo con Chrysler, dio el salto a la fabricación de automóviles como el Dodge Dart y el Dodge Dart 270, que se convirtieron en coches oficiales de altos cargos del gobierno. 

Aunque el coche más recordado es el Dodge 3700 GT, una auténtica berlina de lujo y muy potente, que ofrecía un nivel de confort muy elevado para la época. Este modelo es recordado por el trágico atentado a Carrero Blanco.

Citroën Mehari

Coches más icónicos de Stellantis

Terminamos esta lista con los coches más icónicos de la historia de Stellantis con el Citroën Mehari, producido en Vigo entre 1969 y 1980. Construido sobre el chasis del Dyane, montaba un motor M28 de 602 centímetros cúbicos que producía 26 CV.

El Mehari tenía unas capacidades para circular fuera del asfalto muy buenas, lo que, unido a su diseño y simplicidad mecánica, lo convirtió en uno de los coches favoritos en zonas rurales y de costa. Con el tiempo, se ha convertido en un objeto de culto muy codiciado por los coleccionistas. 

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