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34 años del Lamborghini Diablo, 9 cosas que pocos conocen

Lamborghini Diablo

Un icono.

El Lamborghini Diablo es la definición pura de ‘poster car’… pero lamentamos deciros que si erais uno de aquellos jovencitos con una foto del Lamborghini en la pared de vuestra habitación, empezáis a estar mayores: el deportivo italiano cumple 34 años, así que vamos a repasar algunos de los aspectos más interesantes de su trayectoria.

Un toro español

Hablar de Lamborghini implica hablar de toros, puesto que, salvo por un par de excepciones, todos los modelos de la marca italiana deben su nombre a uno. En este caso en concreto, a uno español.

 

Se dice que recibió su nombre de un toro muy bravo que fue criado por el Duque de Veragua y que fue toreado en Madrid el 11 de julio de 1869 por José de Lara y que fue con el que confirmó su alternativa.

Un hermano bastardo

El proyecto P132 fue el que dio origen al Diablo, y era una propuesta del diseñador Marcelo Gandini. Hubo varios prototipos, pero finalmente el resultado no terminó de convencer al italiano, que decidió llevarse sus conceptos fuera de la compañía y se los ofreció a Claudio Zampolli, empresario que fue el músculo financiero para la creación del Cizeta V16T.

Así, éste y el Diablo tuvieron la misma base den origen, aunque luego siguieran caminos distintos, lo que hace que sean tan parecidos entre sí.

Una carrera dilatada

Lamborghini se caracteriza por tener modelos longevos. Su gama suele estar formada (dejando coches especiales a un lado) por un superdeportivo y un hiperdeportivo, a la que desde la llegada del Urus se suma la presencia del SUV

Es por eso que cada ejemplar suele tener bastante recorrido y se mantiene al pie del cañón durante bastante tiempo gracias a sus múltiples revisiones. El Diablo estuvo a la venta desde 1990 a 2001 y llegaron a presentarse 10 versiones diferentes de él.

Viscous Traction

Es a esas dos palabras a lo que hace referencia el ‘VT’ del apellido del modelo. Un sistema de tracción a las cuatro ruedas heredado del LM002 (el ‘Lambo Rambo’ para los amigos) y cuya característica más distintiva era la presencia de un diferencial de acoplamiento viscoso entre los ejes delantero y trasero que mandaba hasta el 25% de la fuerza al primero.

SVR

La firma creó un campeonato monomarca (y monomodelo) en 1996 y creó la variante SVR para que sus clientes pudieran comprarlo y participar en él. Dada su naturaleza, fue una tirada muy exclusiva de la que solo se fabricaron 34 ejemplares.

El Diablo SVR montaba el mismo motor V12, pero potenciado hasta los 540 CV, que estaban acompañados de un par máximo de 598 Nm. 

Estuvo presente en la compra por parte de Audi

El Lamborghini Diablo coincidió en el tiempo con una etapa más o menos movida dentro de la compañía y es que cuando se acercaba al final de su ciclo de vida comercial, la marca fue adquirida por Audi, dejando atrás su pasado en el que fue propiedad de Chrysler

Lamborghini Diablo

A pesar de que no duró mucho después de aquello, los nuevos propietarios le dieron bastante cariño, presentado un restyling que lo mejoró en varios aspectos (materiales, ergonomía, ABS, etc.), añadiendo más madera a su sistema de propulsión y lanzando la variante más salvaje del modelo.

Lamborghini Diablo GT

La línea de evolución natural de cualquier modelo es la de ir a más en términos de rendimiento y potencia (aunque hay casos excepcionales) y la del Diablo siguió dicho camino.

Empezó su andadura montando un motor 5.7 V12 que entrega 492 CV y 580 Nm de par. Experimentó una evolución constante hasta llegar a su despedida, que fue por todo lo alto en la forma del Lamborghini Diablo GT.

Fue una serie limitada de la que solo se fabricaron 83 unidades, que equipaba un motor V12 de aspiración natural 6,0 litros, de 580 CV de potencia y 630 Nm de par máximo, gracias al que alcanzaba una velocidad máxima de 345 km/h. El broche de oro a su carrera.

No existen ni siquiera 3.000

Durante los últimos años, sobre todo desde la llegada del Lamborghini Urus, la marca italiana ha ido mejorando sus cifras de ventas de manera constante y ha alcanzado números que en otras épocas hubieran parecido impensables.

Valga como ejemplo el Diablo, que, a pesar de su dilatada existencia, tuvo una producción de tan solo 2.903 unidades a lo largo de su vida comercial.

Así se distribuyeron por versiones:

  • Diablo: 873 unidades (1990-1998)
  • Diablo VT: 529 unidades (1993-1998)
  • Diablo SE: 157 unidades (1993-1994)
  • Diablo SV: 346 unidades (1995-1999)
  • Diablo VT Roadster: 468 unidades (1995-1998)
  • Diablo SVR: 34 unidades (1996)
  • Diablo GTR: 32 unidades (1999-2000)
  • Diablo 6.0: 337 unidades (2000-2001)
  • Diablo 6.0 SE: 44 unidades (2001)
  • Diablo GT: 83 unidades (1999-2000)

El superventas superado

En la época del Diablo nadie se podía imaginar los derroteros que seguiría la compañía dos décadas después, pero en su momento fue el coche más vendido de la historia de Lamborghini. Sin embargo, no fue un título que le durase mucho: su reemplazo, el Murciélago, lo superó fácilmente y después también lo hicieron los Gallardo, Huracán y Urus.

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