Comparativa: MG ZS EV vs Opel Mokka-e

La marca MG ha vuelto gracias a la matriz SAIC Motor. El anuncio, aunque esperado, no ha dejado de sorprender a muchos, sobre todo por la calidad de los modelos que ya están entre nosotros y los que llegarán en un futuro próximo.  

Tal es la apuesta, que ya ha hecho saltar las alarmas en los cuarteles generales de muchos fabricantes a este lado del planeta. No es para menos: MG llega para dar la campanada con argumentos convincentes para poner en jaque a la competencia europea. 

Los chinos son capaces de copiar todo lo que se propongan y de hacerlo bastante bien (si se lo proponen). ¿La guinda? Que los precios a los que llegan son de derribo. 

Para saber si esta amenaza hay que tomársela de verdad en serio, no hemos hecho otra cosa que plantear un duelo entre dos SUV compactos eléctricos que estamos seguros te va a encantar. Pero lo primero es presentar al gran contendiente del MG ZS EV. Viene de Alemania y fue el primero en estrenar el último lenguaje de diseño de su marca: es el Opel Mokka-e. 

En sus tripas vas a descubrir que lleva mucho del Peugeot e-2008, el Citroën ë-C4 e incluso de su hermano pequeño, el Corsa-e. Que no te extrañe: es parte de la estrategia del grupo Stellantis, al que pertenecen todas estas marcas. ¿Qué supone eso? Sencillo: motor, chasis y muchos más elementos son comunes, por lo que los costes de producción se reparten. Negocio redondo. 

En este caso cuento con el Opel Mokka-e más equipado de la gama, que corresponde al acabado Ultimate y cuesta la friolera de 41.600 euros (la gama arranca en los 34.900). 

Es, por tanto, 10.310 euros más caro que el MG ZS Luxury, que también es el tope de gama. Así que la pregunta es obvia: ¿es tan bueno este Mokka como para justificar su elevada factura? Eso es justo lo que voy a comprobar.

Mismo formato, distintos tamaños

ZS EV y Mokka-e son dos SUV urbanos que están llamados a seducir a un perfil de conductor que busca un coche cómodo para la ciudad, práctico, espacioso y 100% eléctrico. 

Los dos cumplen sobre el papel con esos requisitos, pero llegan a la cita en distinta talla, con el modelo británico (aunque está hecho en China)  llegando a los 4,3 metros de longitud, por los 4,1 del modelo alemán. No es mucho, es cierto, pero luego veremos cómo sí que se notan esas pequeñas diferencias en un habitáculo y maletero más holgado para el MG ZS. 

¿Qué hay bajo la chapa? En el caso del ZS, un motor de 143 CV que va situado en el eje delantero y que le proporciona unas prestaciones más que dignas, con un 0 a 100 km/h en 8,2 segundos. La velocidad máxima no es para tirar cohetes, la verdad, ya que está fijada en 140 km/h, pero obviamente es más que suficiente para circular por nuestras carreteras. 

La batería que incorpora está situada en el suelo del coche y llega a los 44,5 kWh de capacidad, una cifra normal que le proporciona una autonomía correcta, aunque nada sorprendente: 263 kilómetros. 

Por su parte, el Mokka eléctrico cuenta con un motor también situado en el eje delantero de 136 CV. Anuncia una autonomía de 318 kilómetros gracias a su batería de 50 kWh, que también va ubicada en el suelo del coche. 

Sus prestaciones son muy parecidas a las del MG, pero por culpa de un mayor peso, son ligeramente peores: acelera de 0 a 100 km/h en 9,0 segundos y logra una velocidad punta algo superior de 150 km/h. 

¿Cómo se conducen? Para empezar, dejémoslo claro: MG fue antaño una marca con un claro carácter deportivo, pero este ZS no hace ningún intento de estar a la altura de esa herencia en términos de conducción. La suspensión tiene un tarado muy suave y hace un buen trabajo de amortiguación en carreteras rotas. 

Es un coche realmente cómodo, bastante fácil de guiar y que no te supone ningún tipo de reto al volante (salvo que le saques de su zona de confort y le obligues a hacer lo que no sabe). Acelera de forma correcta (pero convincente) y en todo momento sientes que tienes la situación donde quieres y bajo control. 

No obstante, si profundizamos un poco más en los detalles, el Opel es un coche que se siente más sólido al volante. Y lo notas, por ejemplo, en el tacto de la dirección (algo más conseguida y con mejor feeling) al igual que en los frenos (los del MG tienen bastante margen de mejora). 

En el británico encuentras rápido las limitaciones de un chasis que no está para muchas alegrías; en el Mokka puedes avivar el ritmo con una mayor confianza y notas que va a responder de forma solvente a tus expectativas. 

Detalles que se notan

En ambos modelos puedes elegir entre tres modos de conducción: Eco, Normal o Sport. En el inglés puedes además fijar la frenada regenerativa (denominada KERS), que también se ajusta también en tres niveles y ofrece otra función llamada 'Battery' para conocer el estado de carga y la autonomía de forma instantánea. No esta nada mal...

Llegados a este punto, la pregunta es sencilla: si el MG está a una distancia relativamente cercana al Mokka en prestaciones y tecnología, ¿dónde han ahorrado los chinos? La respuesta llega rápido, porque es algo de lo que te das cuenta enseguida. 

Hay detalles claros, como la lentitud del sistema de infoentretenimiento (más sencillo que el del Mokka). Y también marcan la diferencia otros apartados como el de las luces. No hace falta salir en una noche cerrada para darse cuenta de que el sistema de iluminación del MG es claramente mejorable (te puedes dar cuenta de ello simplemente entrando en el garaje de tu casa). 

Pero hay más detalles que llaman la atención: a este nivel de precio (más de 31.000 euros) el volante no debería ser únicamente ajustable en altura, sino también en profundidad (algo que te impide conseguir una posición de conducción realmente buena) y el aire acondicionado manual debería ser un climatizador automático como el del Opel Mokka-e, que además es bizona y funciona muy bien. 

Más calidad, así de simple

El Opel responde a todos estos defectos del ZS EV con un planteamiento más sólido y mejores acabados. 

Las luces Full LED iluminan mucho más y mejor, la posición de conducción está más lograda (además de que no te escurres en el asiento en los apoyos fuertes como pasa en el MG) y el sistema de doble pantalla del salpicadero está a años luz de la propuesta más analógica y convencional del británico. 

Donde el MG ZS EV no tiene rivales es en términos de habitabilidad. Ahí sabe responder alto y claro. El espacio interior, sobre todo en las plazas traseras, es un aspecto que puede llegar a decantar la balanza y aquí el MG lo borda. 

Diseñado primero para el mercado chino y traído ahora a Europa, el ZS EV es amplio delante (aunque no marca muchas diferencias con respecto al Mokka), pero detrás es sencillamente soberbio. 

Hay más espacio para las piernas en este MG de 4,31 metros que en gran parte de los SUV de 4,50 metros y, por supuesto, el Opel, con sus 4,15, se queda por detrás. También en cuanto a maletero y su volumen de carga, con una diferencia que llega nada menos que a 138 litros, que es mucho. 

Al final, y como resumen, si vas echando las cuentas, queda claro que las fuerzas están sorprendentemente igualadas, porque en unos aspectos domina el MG y en otros el Opel. La contienda se decide por muy pocos puntos. 

Ha sido una lucha tan ajustada que la alta tarifa del alemán casi le hace perder esta peculiar partida entre SUV urbanos eléctricos, pero su calidad y puesta en escena prevalecen.

Mi opinión

El MG ZS EV resulta una propuesta atractiva desde un punto de vista racional para alguien que busque un SUV eléctrico cómodo, con mucho espacio a bordo y a un gran precio. Pero es en los detalles donde deja ver sus carencias y es ahí donde el Mokka-e hace valer su mayor calidad, aunque el precio es una losa tan pesada que casi le hace perder la pelea.