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Comparativa: Alpine A110 vs Porsche 718 Cayman. En carretera y circuito

Alpine A110 vs Porsche 718 Cayman

Este mago del 'handling' ya nos dejó entusiasmados en la primera prueba individual que le hicimos. Pero ahora, al Alpine A110 llega la hora de la verdad: lo enfrentamos a un rival muy serio, una referencia cuando hablamos de diversión pura al volante. Comparativa:  Alpine A110 vs Porsche 718 Cayman.

Pero empecemos con algo desconcertante: el cuatro cilindros bóxer del Porsche 718 Cayman suena, al ralentí y a medio gas, como sus antepasados, el Volkswagen Escarabajo y el Porsche 356. Y lo cierto es a que los fans del 'speed metal' no les entusiasma ese sonido intensamente mecánico que produce el cuatro cilindros en la zona media del cuentavueltas.

VÍDEO: Prueba a fondo del Alpine

Bueno, y una vez hemos aclarado esto, ya podemos pasar a las innumerables virtudes de este deportivo de acceso a la gama Porsche. Porque el dos litros turbos por supuesto que tiene su buena cara: por ejemplo, lograr que el 718 sea el único dos litros de serie capaz de pasar de 0 a 100 km/h en solo 4,4 segundos. Se lo debe también, claro, a su excelente cambio de doble embrague y al afinado funcionamiento del 'launch control'.

El Alpine, peso ligero

Estos dos sistemas son un estándar en el Alpine A110, y por desgracia, no hay una variante con cambio manual. En cualquier caso, no logra la efectividad del Porsche, que llega a los 50 km/h en 1,7 segundos, aunque lo cierto es que, una vez lanzado, el Alpine saca pecho con sus ligerísimos 1.100 kilos gracias a una construcción de aluminio en su práctica totalidad, y se acerca mucho a su rival en el resto de mediciones, aunque tenga casi 50 CV menos.

Alpine A110 vs Porsche 718 Cayman
Ronald Sassen / AUTO BILD

El Cayman saca algo de partido a su mayor peso y tamaño: se asienta sobre el asfalto con gran aplomo, que sigue transmitiendo confianza incluso a velocidades muy elevadas. Y en carreteras de curvas a buen ritmo, sorprende con su elevado novel de grip su comportamiento noble y neutral. Esto se debe a que el tarado de su chasis no es demasiado duro, y por tanto su tacto no lo es, aun cuando nuestra unidad de pruebas montaba el chasis PASM ligeramente rebajado y una enormes ruedas de 20 pulgadas.

La amortiguación variable se traga las irregularidades del asfalto, y al mismo tiempo mantiene a raya los balanceos de la carrocería. La diversión en este coche también tiene mucho que ver con su baja posición al volante, que raya la perfección, que sitúa al conductor en el epicentro de la conducción deportiva. Pero ojo: el Cayman no es solo un coche para circuito: también puede ser un agradable compañero para viajes largos, o para ir cada día a la oficina. Hasta ese nivel llega su logradísimo equilibrio.

Otro mundo

El ajuste del chasis del Alpine no podía ser más diferente: sus largos recorridos de suspensión y sus amortiguadores, algo blandos, provoca balanceos de la carrocería más acusados de lo que esperábamos cuando practicamos una conducción agresiva. Y si circulamos a velocidad más contenida, el chasis no es especialmente refinado, con claros golpeteos al pasar por baches, algo que, eso sí, se va mitigando según avanza la velocidad.

En conducción deportiva, antes los giros ágiles lo cierto es que no subvira, y si un eje tiene que perder grip, es el trasero. Algo que sucede pronto, y nos encanta. El A110 se mantiene, por tanto, fiel a su tradición, y su respuesta es más la de un coche de rally que la de un vehículo destinado a circular por carretera abierta.

¿Y esto qué supone? Que puede extraer muchísima diversión de este coche, también si lo llevas a velocidades legales: puedes dejar el ESP activo, que retardando su entrada en acción según elijas el modo de conducción Normal, Sport o Track.

¡Al circuito!

En el 718, que es tan equilibrado y neutral, apenas podrás alcanzar sus límites en carretera abierta. Pero en Sachsenring es otra cosa. En la primera recta tras la salida, el francés saca algo de ventaja gracias a su menor peso, pero en los primeros tramos de curvas, el Porsche le alcanza, porque aquí su elevadísimo grip mecánico se impone.

Alpine A110 vs Porsche 718 Cayman
Ronald Sassen / AUTO BILD

Pero en la rápida pendiente ascendente del sector cuatro el Alpine vuelve a hacer gala de su ligereza, y rasca algunas décimas a su rival. Al final, el Porsche, con 1:37,58 minutos en su vuelta rápida, le saca casi un segundo al francés. Pero que esto no lleve a equívoco: ya suponíamos que esta variante del Cayman, con chasis PASM, paquete Sport Chrono, bloqueo y Torque Vectoring, y calzado con ruedas de 20 pulgadas, iba a ser más rápido que el Alpine en Sachsenring.

Lo que no sospechábamos es que la victoria sería tan ajustada. Los 1:38,51 minutos del francés lo ponen a la altura de un Audi RS 5 o un Mercedes AMG A 45. Y eso tomando las curvas de lado sin diferencial autoblocante, pero con un Torque Vectoring que tiene una respuesta excepcional.

¿Y la frenada?

Pues ninguno de los dos lleva discos cerámicos, pero han respondido realmente bien: el Alpine pasa en caliente en solo 32,2 metros de 100 km/h a 0. Pero el Porsche lo hace todavía mejor: unos impresionantes 31,1 metros. En esto, los de Zuffenhausen también mantienen su tradición.

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