Audi RS 4 Avant Vs Mercedes-AMG C 63 Estate: ¿cuál es el mejor familiar deportivo?

Prácticos como un monovolumen, pero estilos cual berlinaalemana, tanto el Audi RS 4 Avant como el Mercedes-AMG C 63 Estate son dos de los familiares deportivos que dominan en las autobahn alemanas, pero ¿cuál combina mejor espacio y rendimiento?

El Audi RS 4 Avant y Mercedes-AMG C 63 Estate parecen hincharse ante tus ojos como lo hacía Schwarzenegger en su mejor momento. Grandes tomas de aire, frontales  poderosos, ruedas anchas, incluso sin su placa de identificación como modelos deportivos, los dos están muy lejos de parecerse al familiar diésel que el vecino aparca frente a su casa.

Y tanto el Mercedes-AMG C 63 Estate como el Audi RS 4 Avant tienen potentes motores que van más allá de los 450 CV. Una gran combinación: motor delantero poderoso y prácticos detrás, sobre el papel, la combinación perfecta. Sin embargo, ahí acaban las similitudes entre ambos, porque son coches conceptualmente diferentes. 

Audi Sport y AMG abordan sus familiares de una maneras maravillosamente diferentes: un seis cilindros contra un V8; tracción trasera contra tracción total y ocho velocidades versus transmisión automática de nueve velocidades.

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¿Cuál es mejor? ¿El Audi RS4 que acaba de salir o el Mercedes C63 Estate que pronto será reemplazado? Empezamos esta comparativa con la parte estética. Primero, el RS 4 está basado en el A4 Avant, que no es que sea un coche tan emocionante. En cualquier caso, la cirugía estética se hizo realmente bien en su caso.

El frontal del RS4 se ve más firme, las anchas tomas de aire de quattro le dan una apariencia mejor. Y luego está el gris Nardo del Audi RS 4 de prueba: la pintura de serie hace que el Audi se vea especial y se adapta perfectamente con las llantas negras de 20 pulgadas (2.300 euros).

En el interior, hay un un empate entre el Audi RS4 Avant y el Mercedes AMG C 63 Estate

Aunque el Mercedes Clase C es más antiguo (se lanzó entre 2014 y 2015), no lo parece. También, un facelift lo actualizó a tiempo, los guardabarros delanteros anchos estaban allí desde antes, pero se ven muy bien en este familiar deportivo (y debido a la mayor anchura de vías también aportan algo a la dinámica de conducción). Una imagen similar en el interior, ninguno de los dos, ni el RS 4 Avant ni el AMG C 63 Estate parece anticuado.

Y tanto el AMG C63 Estate como el Audi RS 4 Avant tienen completos paneles de instrumentos digitales guiados con pantallas grandes al estilo iPad en el salpicadero. Aunque también aquí las diferencias son notables porque Audi prescinde de un controlador central en el túnel y ahora emplea una pantalla táctil. 

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Cuando estás al volante del RS 4, a veces es difícil alcanzar el lugar correcto de la pantalla con la mano. El Clase C, con un controlador se lleva más puntos en la usabiliad de su interfaz. Lo mismo sucede con los asientos, los AMG deportivos no solo son bonitos, sino una maravilla que te ofrece más soporte lateral que los asientos RS (más que vistos ya), son excelentes.

En términos de calidad, hay poco que criticar a ambos: el techo del Mercedes podría estar menor rematado y algunos tableros del Audi son mejorables, pero el coche está impresionantemente ensamblado. Tanto el RS 4 Avant como el AMG 63 Estate dos son vehículos al más alto nivel. 

¿Cuál ofrece más prestaciones?

Ahora llegamos a lo importante, porque arrancamos motores y esto debe llevarnos al Mercedes-AMG. No hay otro coche de su categoría que cree un muro sonoro como el de este propulsor V8 que siempre arranca con un grito ronco, como el de un animal salvaje que quiere ser domesticado. A partir de ahí, todo ruido que venga de él es un puro y simple acto de placer. 

El motor gira sorprendentemente rápido hasta el área roja, el cambio automático de nueve velocidades se ajusta a la marcha correcta en el momento correcto sin inmutarse. Aunque es cierto que este Clase C AMG Estate no siempre lo hace todo perfecto, en Sport+ pierde algo de modales y aunque guarda la compostura, resulta un tanto perezoso para ser un deportivo. 

El motor V8 del Mercedes C63 AMG Estate golpea como un mazo y el cambio automático engrana las marchas con un limpio estruendo. Como debe ser en un coche así, no solo te sientes bien, sino que piensas por qué no vives más cerca de un circuito de velocidad. Aunque en ese caso, tendrías que tocar la electrónica de este coche, que limita su campo la diversión hasta las 4.000 rpm y 255 km/h. 

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Por eso hay que indicar que el Audi RS4 Avant de esta comparativa llevaba además el paquete Dinámico RS (8.060 euros) con el que puede llegar a 280 km/h y gracias a sus 26 CV extra, también es cuatro décimas más rápido en el 0-100 que el AMG. Aunque en comparación con el Mercedes, su acústica es casi decepcionante incluso a pesar del escape deportivo RS de 1.200 euros. El Audi  suena bien, pero solo eso. 

Así, llegamos al chasis, donde Mercedes parece tomar de nuevo la delantera, al absorber todo con mayor suavidad, especialmente a velocidades más bajas, que el Audi, que resulta duro en en esa situación. Además, el AMG se ve incluso más ágil en las curvas que el RS, en el que su dirección excesivamente suave solo se endurece durante las curvas y si vas en el modo Sport. 

Y finalmente viene el asunto del precio. Mercedes te lo pone algo más claro: si quieres un poco más de deportivididad, tienes el C 63 AMG Estate S, con 510 CV por 10.000 euros extra, una cantidad que en Audi se te puede ir mucho más arriba. El AMG es el mejor familiar en términos deportivos, aunque si incluimos todos los costes de mantenimiento y valor residual, el Audi suma más puntos en el protocolo de pruebas de AUTOBILD.ES