Prueba del Kia Niro PHEV: un matrimonio bien avenido

El Kia Niro es de esos coches a los que no les gusta llamar demasiado la atención y, sin embargo, saben muy bien cómo llegar al público y convencer con sus atributos. De hecho, es el segundo modelo más vendido de Kia, por detrás del superventas Kia Sportage. Desde que fuera lanzado en el pasado año 2016, se han comercializado en España más de 38.000 unidades, que no son pocas. 

Después de agotar su ciclo de comercialización, ya le tocaba una profunda renovación y no se trata sólo de unos retoques estéticos: esta nueva generación ahora cuenta con un chasis más rígido, pero también más ligero, lo que redunde en una mejor puesta en escena a nivel dinámico. Luego te lo muestro.

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Pero, obviamente, cuando hablamos de una nueva entrega en la vida de un modelo, los cambios estéticos son más profundos y el Niro huye de la imagen de la anterior generación para evolucionar más hacia el estilo de diseño del Kia Sorento o el Sportage, con la famosa ‘nariz de tigre’ copando todo el frontal. 

Un interior muy tecnológico

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Por dentro, el salto que ha dado es gigantesco. Ahora es mucho más moderno, con grandes dosis de diseño, buenos ajustes, calidad y hasta materiales reciclados. Al volante, da la sensación de que vas montado en un coche mucho más alto, aunque en la realidad no es así. 

Ofrece de serie la doble pantalla curva que agrupa la instrumentación y el sistema de infotainment de 10,25 pulgadas y que se ve francamente bien, teniendo a  tu disposición varias vistas para recibir un buen puñado de datos del ordenador de viaje y el funcionamiento del sistema híbrido. 

Kia Niro eléctrico: Autonomía, precio y prestaciones

Por su parte, el climatizador cuenta con la misma operativa que en el Kia EV6: pulsando un botón aparecen todos los controles, pero si vuelves a pulsar se cambian y aparecen los mandos del sistema multimedia. Bajo ese módulo se encuentran la toma de 12V, dos USB tipo C y una pequeña bandeja con carga inalámbrica para tu teléfono móvil.

El selector del cambio está en la parte final de esta consola y tiene forma circular, lo que deja mucho espacio alrededor, donde se agrupan una serie de funciones, como la ventilación y la climatización de los asientos delanteros, el sistema de cámaras periféricas que te ayudan a aparcar, el arranque del motor o el freno de mano eléctrico.

En lo relativo a la habitabilidad, la segunda generación del modelo coreano ha mejorado, no mucho, pero lo suficiente como para acomodar a cuatro adultos con un grado de confort alto y sin estrecheces. 

Si bien la distancia para las piernas de los pasajeros posteriores sigue siendo la misma (que es buena), la mejoría sobre todo la notas en el espacio reservado a la cabeza y, especialmente, en el hueco para los pies, ya que ahora puedes aprovecharte de una mayor libertad de movimientos. 

Me queda hablarte del maletero y aquí también se nota la ganancia de espacio nada más abrir el portón (de accionamiento eléctrico). 

Lo bueno es que si se abates los asientos posteriores (el volumen llega a los 1.642 litros de capacidad), la superficie que queda es prácticamente plana, con una boca de carga generosa y una bandeja que quizás ponga la nota discordante, ya que es mucho más endeble que la de la generación anterior. 

Un PHEV poco gastón

Me pongo en marcha para intentar sacarle todo el jugo a una mecánica híbrida enchufable que anuncia una autonomía en eléctrico puro de 65 kilómetros. Como te podrás imaginar, siempre arranca en modo '0 emisiones' y se mueve de una forma muy suave al iniciar la marcha (sin las brusquedades de la generación anterior). 

En otras palabras: es fácil encontrarse cómodo con la respuesta y las reacciones de este nuevo Kia Niro PHEV. Los modos de conducción se pueden seleccionar desde el propio volante, así que elijo el programa Sport para que el coreano ofrezca su lado más dinámico. Eso sí, no esperes unas prestaciones de infarto ni un chasis más firme, porque no lo vas a encontrar. 

Sí que agradecería una dirección no tan asistida, además de unas suspensiones algo más duras. Tampoco mucho, porque reducirían el buen confort de marcha que despliega este híbrido enchufable. 

A fin de cuentas, hay que decir que este Niro cumple con creces en una zona de curvas reviradas y muestra un buen aplomo, gracias a su menor altura y un centro de gravedad más bajo que, por ejemplo, en el Sportage. 

¿Y el consumo? Tras agotar la autonomía eléctrica (finalmente cubrí 57 km sólo con la batería), y rodando alegre en ciertos tramos, he logrado un dato de 5,3 l/100 km, que no está nada mal (olvídate de la cifra de homologación que es absolutamente irreal en el día a día). 

Para optimizar el consumo es mejor activar el modo ECO: pierdes algo de gracia, esta claro, pero ganas en autonomía y eficiencia. Al fin y al cabo, este Niro PHEV gusta de ritmos tranquilos para ayudarte a ahorrar combustible. Es un win/win, como en los buenos matrimonios. 

Opinión

En Niro es un gran coche, aunque las portadas se las lleve su hermano, el Sportage. La autonomía eléctrica de este PHEV y el consumo comedido del motor de combustión lo hacen apto para distancias cortas y largas. Bien en equipamiento y espacio.