Así son los 150 radares nuevos que la DGT instalará en los próximos tres años

El último recuento de la Dirección General de Tráfico (DGT) señala que actualmente tiene más de 400 radares fijos en las carreteras españolas. Esto supone que si se cumple el anuncio de instalación de 150 nuevos aparatos en tres años, cuando termine habrá habrá 550 radares fijos y de tramo vigilando los excesos de velocidad.

Para obtener un número real de medidores de velocidad activos hay que sumar a esta cifra los que son responsabilidad del gobierno regional de Cataluña y País Vasco ya que estas ciudades tienen transferidas las competencias en materia de tráfico, así como los que gestiona cada ciudad/municipio y los radares móviles que también son propiedad de la DGT (en este enlace tienes la ubicación de todos los radares provincia a provincia).

Aunque a priori pueda parecer mucho, sumar 150 radares en tres años no lo es tanto, sobre todo si se compara con el crecimiento registrado entre 2005 y 2011 cuando el número de cinemómetros pasó de 90 a 300. 

Desde Tráfico enlazan este incremento del número de radares con el descenso de la siniestralidad: en 2004, 3.841 personas perdieron la vida en accidentes de tráfico en vías interurbanas, mientras que en 2022 se registraron 1.273 víctimas mortales, es decir, un tercio menos. "La velocidad excesiva tiene una presencia elevada en los accidentes y una repercusión directa en la gravedad del siniestro; los controles fijos de velocidad son muy eficaces para reducir los accidentes, señala Ana Blanco, subdirectora adjunta de circulación de la DGT.

150 nuevos radares en tres años

La DGT ha confirmado la instalación de 150 nuevos radares en los próximos tres años. Con esta medida trata de aumentar la seguridad vial, de ahí que, sin facilitar ubicaciones exactas sí adelantan que el 80% de los cinemómetros se destinarán a carreteras secundarias que es donde se registran los siniestros de mayor lesividad.

"La mejora de la tecnología ha sido fundamental en el desarrollo del control y la vigilancia de la velocidad en las carreteras", explican desde Tráfico. "Antes, la ubicación de los radares estaba condicionada por la proximidad a una acometida eléctrica y a a disponibilidad de las conexiones de fibra óptica", señalan.

Respecto a la ubicación de los radares que se instalarán en los próximos tres años, los responsables de la DGT explican que el uso de nuevos equipos alimentados por energía solar y dotados de conectividad han superado las anteriores limitaciones. Esto permitirá que el 80% de los cinemómetros previstos para ls próximos tres años se instalen en vías convencionales.

Además, Tráfico ha confirmado que el 60% serán radares de tramo ya que para los responsables de a vigilancia "son más efectivos que los radares fijos de velocidad instantánea".

Radares Doppler y radares láser

En lo que no se esperan cambios es en la tecnología que emplearán los nuevos radares fijos.

• El 90% de los radares actuales son de tipo Doppler. Estos emiten oleadas de microondas cntra los vehículos en movimiento para calcular su velocidad
• El resto de los equipos instalados en las carreteras emplean tecnología láser

Con independencia de la tecnología empleada, los aparatos de medición se pueden instalar en tres lugars: pórticos sobre la calzada, cabinas y postes en los laterales de la vía. En ambos casos, los aparatos deben ser calibrados cada año por el Instituto Nacional de Metrología para garantizar que cumplen los márgenes de error que establece la Ley. 

Puntos de alta siniestralidad

"La selección de las localizaciones para la ubicación de los radares se realiza atendiendo a rigurosos estudios de la accidentalidad, dando prioridad a las carreteras convencionales, el tipo de vía con mayor siniestralidad mortal!, explica Ana Blanco.

El nuevo truco que evita ser multado por los radares y que está de moda en Europa

A esto, Ana Luz Jiménez, responsable de la Jefatura Provincial de Sevilla añade que "las jefaturas provinciales de Tráfico proporcionan los datos de siniestralidad a la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil para que puedan establecer los controles en los lugares donde la velocidad es uno de los factores causantes de siniestros". 

Del radar a la multa

Cuando un radar ya sea fijo, móvil o de tramo registra un exceso de velocidad genera automáticamente imágenes y datos de la infracción: fecha, hora, localización, velocidad, matrícula...

Esta información se envía en forma de fichero comprimido y encriptado (esto es, no manipulable) a través de fibra óptica o vía GPRS hasta el Centro de Tratamiento de Datos Automatizado (CTDA) de la DGT, en León. Allí los datos se descomprimen y desencriptan y tras superar una serie de filtros destinados a verificar que se cumplen todas las condiciones exigibles, se genera la notificación de sanción que recibe el conductor. Estos son:

• validez del certificado de metrología
• funcionamiento del aparato
• datos de la infracción
• calidad de la fotografía

A pesar de estas verificaciones, la multa no siempre se tramite de manera correcta. Si el conductor detecta algún defecto de forma puede iniciar un procedimiento de recurso que, en el mejor de los casos, termina con la anulación de la denuncia.