El motor de Yamaha, ¿una bomba de relojería?
Diego de Arístegui
Marc Márquez: "Si sigo asumiendo estos riesgos, no terminare todas las carreras"
Es la sospecha que nos llevamos de Mugello. El motor de Yamaha, ¿una bomba de relojería? La rotura del propulsor que se produjo en la moto de Valentino Rossi ha desatado las alarmas en la fábrica de Iwata. Llegan días en los que la fábrica nipona tendrá que analizar el por qué de esta inesperada avería y, sobre todo, si esta anomalía corre el riesgo de repetirse a lo largo de la temporada.
En caso de que se trate de un problema provocado por el exceso de kilometraje, es un mal menor. Sí, es un problema perder un motor con un reglamento que cada vez ajusta más el uso de propulsores a lo largo de una misma temporada. Pero, ¿qué sucederá si al final resulta que la avería es por un problema del propio motor y cuya solución no puede llevarse a cabo sin abrirlo? Entonces el mal puede desencadenar una catástrofe.
Visto lo visto ayer durante el día de carreras, queda claro que el mismo problema o algo similar se produjo al mismo tiempo en las dos motos, tanto la de Valentino Rossi como la de Jorge Lorenzo. El balear tuvo suerte, y así lo reconoció en rueda de prensa, porque su motor dijo basta justo cuando cruzó la línea de meta en el warm-up. Valentino no corrió la misma fortuna.
En lo que va de temporada no nos hemos hartado en alabar y en poner de relieve el buen prototipo que tiene Yamaha en 2016. Una moto rápida, muy estable en la frenada y probablemente la que mejor paso por curva tiene de toda la parrilla. Sin embargo, en Mugello se ha descubierto su posible tendón de Aquiles, la fiabilidad.
Marc Márquez se pierde con su coche en un pueblo de Cádiz
Los motores en MotoGP están sellados, es decir, no puede tocarse ningún componente ni ninguna pieza de su estructura. Por este motivo, lo que sucedió ayer en el Gran Premio de Italia puede tener más trascendencia de lo que mucha gente se piensa. Y a todo eso hay que sumarle otra variable negativa, y es que Marc Márquez está ahí y al más mínimo síntoma de flaqueza volverá a ganar para luchar por el título hasta el final.
En HRC ahora estarán dando palmas para que el problema de Mugello persista en alguna carrera más esta temporada, lo que pondría de manifiesto la poca fiabilidad del motor Yamaha. Desde Tokio estarán haciendo uso de la conocida frase "Ojo, que no estamos tan mal", mientras que sus respectivos némesis de Iwata tendrán que soportar 10 días en los que a lo mejor empieza a aparecer el sudor sobre la tela de sus camisas.
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