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El Ford Mustang 'Eleanor' vuelve a Europa... ¡para quedarse!

Ford Mustang Eleanor
En la película, este Mustang salvaje incluso le robó protagonismo a la mismísima Angelina Jolie. Ahora una unidad del 'Eleanor' llega a Europa

Caza salvaje en el río Los Ángeles: tres coches patrulla y un helicóptero persiguen a Randall Memphis Raines por el cauce seco del río al final de la película 60 segundos.

Memphis echa el resto en su Mustang, es decir, en el que acaba de robar del garaje subterráneo de las International Towers en Long Beach. Ha fracasado cada maldita vez que ha intentado hacerse con Eleanor, esto es, una belleza rodante llamada Mustang Shelby GT500 de 1967.

En las noches anteriores, Memphis ha robado nada menos que 49 coches de lujo con su banda y el Shelby es el último de la larga lista. Pero el detective Castlebeck, responsable de la unidad de robos de coches, se ha propuesto hacerle fracasar. Al fin y al cabo, su misión es meter entre rejas a Memphis y los suyos. Y entonces, sucede: con las sirenas aullando, los perseguidores se pegan a la matrícula trasera de Eleanor... Y Memphis pulsa el botón 'GO-BABY-GO'.

El óxido nitroso se inyecta en las ocho cámaras de combustión y aparecen 200 CV extra que le permiten desaparecer en el horizonte. El diálogo entre el detective Drycoff, en el asiento del acompañante de un BMW 540i, y el piloto del helicóptero, es legendario: "Sospechoso a más de 200 km/h". "Mantenga contacto visual". "220 km/h". "No lo pierda". "Tengo un AStar, jefe, no un Apache. 240, 260... ¡Ha desaparecido!"

Esta escena está ya entre las más memorables persecuciones de la historia del cine  y es una de las más repetidas por los fans de la película: miles de cintas de vídeo VHS rayadas justo en ese punto lo demuestran claramente.

La primera idea fue utilizar un Ford GT40, pero era demasiado caro

Al principio, los responsables del filme se plantearon que el papel principal lo protagonizara un Ford GT40 (el Ford GT más rápido de la historia). Pero este modelo, ganador en Le Mans, preparado para el rodaje, disparaba el presupuesto.

En su lugar, el experto en customización Steve Stanford recibió el encargo de rediseñar un Mustang de 1967. No era tarea fácil: su fina labor consistía en mantener las líneas maestras del coche y, al mismo tiempo, afilarlas y radicalizarlas. Algo así como si te encargan rediseñar la Torre Eiffel y al final logras que tenga un aspecto increíble.

Así, Stanford concibió unas aletas más gruesas, paragolpes integrados, y eligió unas llantas de 17" con diseño al estilo de los Ford GT40 con cierre central y neumáticos GoodYear de perfil ultrabajo.

Con estas formas, Eleanor se convirtió en el Mustang más deseado del celuloide en los últimos 17 años. De modo que 60 Segundos enciende la pasión por este muscle car, especialmente entre la gente joven. Como, por ejemplo, al alemán Christian Zöllner, quien durante años ha estado tras la pista de los ejemplares que sobrevivieron al rodaje. En total se utilizaron once unidades, pero hoy solo se conocen siete que sigan rodando.

El Ford Mustang 'Eleanor' llega a Europa

Ahora, uno de los tres coches denominados Hero Cars, que fueron usados para promoción de la película, viaja hacia Alemania.

Bajo el capó de esta estrella del cine con número de serie 7R02C173895 trabaja un V8 de 5,8 litros con cuádruple carburador Halley, que transmite sus 400 CV por medio de una caja de cambios manual de siete velocidades de Tremec. El chasis helicoidal, la dirección de cremallera y los frenos de disco tienen la misión de volver su comportamiento más ágil; solo el sistema de inyección de óxido nitroso es ficción.

Ford Mustang Eleanor

La gran casa de subastas de automóviles estadounidense Mecum lleva tiempo ofertando este modelo, pero hasta ahora, curiosamente, no lo han vendido. En realidad, la firma ha utilizado este famoso coupé para atraer público.

"Queremos rescatar a Eleanor", desvela Zöllner: esa ha sido su misión en los últimos tiempos. Junto con el inversor Kai Nieklauson, han trazado un plan que va más allá: llevar a este Mustang, una vez más, al lugar donde se rodó la película y filmarlo.

"Hemos buscado, en vano, el aparcamiento subterráneo de donde fue robado Eleanor, bajo las International Towers", reconoce Zöllner. "Al final estaba tan solo a unos pocos metros de nuestro hotel". También el lecho seco del L.A. River fue pisado una vez más por las anchas ruedas de Eleanor.

Eleanor vuelve a casa... para quedarse

Cuando los responsables de las obras que allí se llevan ahora a cabo vieron lo que el equipo de fotografía llevaba en el camión –es decir, el Mustang–, accedieron sin dudarlo a convertir una vez más el sitio en zona de rodaje. Y así, 17 años después, Eleanor atravesó una vez más la interminable recta bajo los puentes, despidiendo estallidos rojos por sus escapes y con el motor bullendo y aullando bajo el capó como si estuviera a punto de salirse, como los abdominales de un gladiador bajo la armadura.

Ford Mustang Eleanor

Quien quiera escuchar el estremecedor y embriagador sonido de Eleanor ya no tiene que irse a L.A. Lo encontrará un poco más cerca, en Alemania, concretamente en la ciudad de Jena. "Se quedará con nosotros para siempre", promete Christian Zöllner con absoluta convicción. Parece que en la paradisíaca región de Turingia no tienen miedo a los ladrones de coches...

 

Texto: Thomas Wirth

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