Así es el Circuito de Indianapolis

Pese a que el Mundial ya lleva unos años corriendo en Indianapolis, este es uno de los trazados más jóvenes del calendario. Un circuito bastante entretenido que es bastante castigador con los errores de los pilotos, ya que su peralte en algunas zonas y su poco agarre, le convierten en una trampa para los menos habilidosos. Así es el Circuito de Indianapolis.

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Los pilotos del Mundial cogen parte de su mítico óvalo, la cual se corresponde con la recta de meta, que es una de las más largas de todo el campeonato, con la línea de meta situada bastante lejos de manera que en su famoso ‘brickyard’ suele ver muchos finales apretados, especialmente en Moto3.

Después de cruzar toda la recta, la primera curva no supone una frenada demasiado fuerte para los pilotos, ya que es una curva muy larga y redonda, con mucho apoyo en el tren delantero. Hay que salir bien de esta curva porque la siguiente es una frenada muy fuerte. De hecho los adelantamientos que no consiguen hacerse en recta, terminan concretándose en esta curva, donde es fácil colarse. Inmediatamente después nos encontramos con una chicane muy lenta, formada por las curvas 3 y 4.

A su salida, hay que pegarse mucho al piano de la derecha para poder tirarse con todo a la siguiente curva, mismo cometido para la número 6, que es algo más lenta, y enseguida enlaza con las curvas 7,8 y 9, desembocando en la recta de atrás. En la frenada de esta recta también encontramos uno de los puntos más buenos para adelantar. Comienza aquí el tercer sector con una curva de derechas muy larga, parecida a la curva 1 pero en el otro sentido, donde veremos a los pilotos de MotoGP descolgarse como salvajes encima de sus motos.

La curva 12 parece sencilla porque es rápida, pero precisamente ahí reside su peligro, ya que los pilotos llegan en plena aceleración y se la encuentran casi a ciegas. Hay que saber pegarse bien al piano exterior para después parar la moto y ejecutar la curva 13.

Desde ahí afrontamos las tres últimas enlazadas previas a la recta de meta, donde el adelantamiento es bastante complicado, pero cuando se consigue suele ser definitivo, salvo en Moto3, donde es prácticamente imposible que el que entre primero en la recta consiga la victoria, algo que Efrén Vázquez se encargó de demostrar la pasada temporada.