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7 claves para elegir el mejor motor

7 claves para elegir el mejor motor
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Aquí tienes 7 claves para motor. La compra de un coche nuevo conviene hacerla estudiando todos los detalles y acertar con un motor que se ajuste a tus necesidades. Hay motores de gasolina, diésel, atmosféricos, sobrealimentados y con muchísimos caballos de potencia pero, ¿qué motor de coche elegir?

Estos son las 7 claves para elegir motor y no desfallecer en el intento. Los fabricantes de coches no cesan de trabajar e investigar para conseguir motores cada vez más eficientes pero, no todas las soluciones que proponen deberían encajar dentro de sus necesidades.

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La compra de un coche nuevo es una de las mayores inversiones que hace una persona en su vida y hay que dedicarle tiempo y, en cierto modo, estudiarse el mercado a fondo para decidir qué motor de coche elegir. Como puedes comprobar en nuestro recomendador qué coche compro, hay coches para todos los gustos.

Antes de que comiences a leer este reportaje, te sugiero que no te dejes llevar solamente por la estética la hora de comprar un coche. Como dice un buen amigo: “hoy en día todos los coches son buenos pero, hay algunos que son mejores que otros”. Con estas 7 claves para elegir motor, estoy seguro que acertarás.

 

1. ¿Gasolina o diésel?

Esa es la primera pregunta que se hace cualquier comprador de un coche. Por norma general, casi todo el mundo prefiere un motor alimentado por gasóleo que por gasolina por su supuesta economía de uso pero, no siempre es así.

Si sueles realizar más de 20.000 kilómetros al año, te interesa comprarte un coche diésel. En un compacto, un motor diésel de unos 100 CV suele tener un consumo medio de unos 5,5 l/100 km. Esto quiere decir que recorrer 100 kilómetros te costará unos 5,5 euros.

Los gasolina han mejorado mucho su consumo. Cada vez son más eficientes pero siguen siendo algo más sedientos que los diésel. Un gasolina dotado de las últimas tecnologías, te gastará unos 6,5 l/100 km. Es decir, tendrás un coste de unos 7,15 euros para recorrer 100 kilómetros.

2. ¿Qué es eso del ‘downsizing’?

Estos últimos años se ha puesto de moda el uso del turbocompresor para incrementar el rendimiento y, de paso, la eficiencia. La fórmula es bien sencilla: un motor de menos cilindrada asociado a un turbocompresor. Es decir, antes de solía utilizar un bloque de 2,0 litros para conseguir 130 CV de potencia. Ahora, esa cifra se logra con tan solo un 1,6 litros. Es lo que se denomina ‘downsizing’.

Esto tiene una parte positiva, en teoría con un motor de baja cilindrada, el consumo medio será menor pero, normalmente, estos propulsores son muy sensibles al tipo de conducción que se les aplique.

Si tienes claro que vas a realizar una conducción relajada y que no vas a apretar a fondo el pedal del acelerador en todo momento, te interesa comprar un motor pequeño con turbocompresor. Mazda se ha desmarcado de esta tendencia con su tecnología SkyActiv que recurre a cilindradas más elevadas. Prueba de ello es el Mazda3 que utiliza un motor de gasolina de 2,0 litros con tan solo 120 CV. Eso sí, promete un consumo medio de tan solo 5,6 litros.

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3. Los motores turbo no siempre te interesan

Al anterior pregunta nos ha llevado a esta cuestión: ¿los motores turbo son mejores? Pues depende del caso. Un motor sobrealimentado suele ofrecer el par máximo (por denominarlo de algún modo, su fuerza) a más bajas revoluciones. Esto quiere decir que tiene un mayor empuje y es capaz de recuperar mejor desde la zona baja del cuentarrevoluciones.

Esta característica se hace evidente a la hora de recuperar: vas a 80 km/h detrás de un camión, circulas con la quinta velocidad y pisas el pedal del acelerador a fondo. Los 175 Nm de par máximo a 1.400 vueltas de un Volkswagen Golf 1.2 TSI empujan con más alegría que los 120 Nm a 6.000 rpm del comentado Mazda3 2.0 SkyActiv. Por decirlo de un modo claro, para conseguir la misma fuerza que el Volkswagen, tendrás que estirar el motor atmosférico hasta las 6.000 vueltas, es decir, debería bajar a tercera velocidad si quieres adelantar al camión con brío.

Como norma general, los motores turbo tiene un funcionamiento más eficiente pero, no siempre son más interesantes. Sobre todo en el caso de los deportivos. Los fans de los coches de elevada potencia prefieren el tacto que transmite un motor atmosférico: progresivo, suave y con mucho carácter en la zona alta del cuentarrevoluciones. Un motor atmosférico transmite más sensaciones que uno sobrealimentado.

Además, la conducción al límite de un propulsor turbocomprimido es más delicada por su contundente entrega de potencia.

 

4. ¿Qué tipos de sobrealimentación existen?

La sobrealimentación consiste en introducir una cantidad extra de aire al interior de los cilindros para que la combustión sea más eficiente. Podemos distinguir dos tipos de elementos para ello:

- Compresor. Los más conocidos son los de tipo Roots. Se trata de un elemento que hace girar sus aspas gracias a la fuerza que produce el cigüeñal. Es decir, suele estar conectado a este elemento a través de una correa dentada.

- Turbocompresor. Este elemento, al contrario que el compresor, se pone en movimiento gracias a la fuerza que producen los gases de escape. No está unido de ninguna forma mecánica con el motor. Por su alta eficiencia, es el sistema más utilizado en la actualidad.

Prueba: Opel Insignia GSi. Para carretera y circuito

 

5. ¿Cómo se colocan los cilindros?

Nos estamos refiriendo a la disposición de los cilindros de los motores. Es decir, ¿cómo están colocados estos elementos? Ya te adelanto que no se comercializa ningún coche con un motor de un cilindro. Es el mundo de las motos si es más normal.

- Cilindros en línea. Es la configuración más común. Suelen ser más baratos de construir y lo máximo es que los encuentres con seis cilindros en línea. Como es el caso de muchos BMW.

- Cilindros en V. A partir de seis cilindros en línea y elevadas cilindradas, es la solución más utilizada. Su funcionamiento suele ser muy suave ya que apenas presenta inercias interiores. Los hay V6, V8 (con ocho cilindros) y V12 (con doce). También se han fabricado enormes motores V16.

- Cilindros opuestos o bóxer. Los cilindros están enfrentados entre sí. Estos bloques destacan por su bajo centro de gravedad y por el poco espacio que ocupan. Este tipo de motores son muy utilizados por Porsche y Subaru.

motor boxer porsche

 

6. Mejor con cadena de distribución

Intenta que el coche que compres tenga siempre cadena de distribución. Este elemento es el que transmite la fuerza desde el cigüeñal a los árboles de levas situados en la culata. El motivo es muy sencillo: la cadena de distribución no tiene mantenimiento, es posible que no tengas que tocar nada en más de 20 años y la correa de distribución (de goma) tendrás que sustituirla cada cierto tiempo o kilómetros.

El cambio de la correa de distribución es un trabajo sencillo pero bastante laborioso y, ya que se realiza, conviene cambiar también la bomba de agua (sobre todo si el coche tiene ya unos años). En un coche común, el cambio de este la correa viene a costar unos 500 euros.

Prueba: BMW M2 Competition. ¿Mejora lo que era imbatible?

 

7. ¿Qué potencia necesito?

¿Necesitas 400 CV de potencia para ir a hacer la compra? A de decidir qué motor de coche elegir, conviene tener muy claro el uso que le vamos a dar a nuestro automóvil. Los conductores cada vez solicitan menos prestaciones, suelen circular a unos 120 km/h en autopista y para ello, no son necesarios tantos caballos.

Hace unos años, en el segmento de las berlinas como el Mercedes Clase E, lo que más estilaba era motores V6 diésel de 250 CV de potencia. Hoy en día, con un cuatro cilindros con 190 CV, es más que suficiente para mover un coche de estas dimensiones. Esta tabla te puede servir para hacerte una idea de la potencia que necesitas:

Urbano (Fiat 500): 70 CV

Utilitario (Ford Fiesta): 100 CV

Compacto (Renault Mégane): 115 CV

Berlina media (Volkswagen Passat): 150 CV

Berlina grande (BMW Serie 5): 190 CV

Berlina de lujo (Mercedes Clase S): 300 CV

Monovolumen compacto (Citroën C4 Picasso): 130 CV

Monovolumen grande (Seat Alhambra): 160 CV

SUV compacto (Audi Q3): 140 CV

SUV medio (Mercedes GLC): 160 CV

Deportivo (Porsche Cayman): 300 CV

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