Prueba Toyota GR Yaris: En él todo es especial

Hacía tiempo que un coche no me dejaba un gusto de boca tan bueno y tan especial. Y es que ya verás como en el nuevo Toyota GR Yaris, todo es especial.

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Cuanto Toyota anunció su regreso al Campeonato del Mundo de Rallys (WRC) en 2015, el plan incorporaba la idea de desarrollar deportivos inspirados en la competición. Y aquí está el Toyota GR Yaris, el primer deportivo hecho únicamente por Toyota en 20 años.

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Y desde el principio, el equipo colaboró estrechamente con el equipo Tommi Mäkinen Racing, base del Toyota Gazoo Racing World Rally Team (de ahí lo de GR). Por eso y de cara a su homologación para el WRC, deben construir y vender un mínimo de 25.000 unidades de este coche en todo el mundo.

Carrocería... nada que ver con el Yaris

Antes de ver su carrocería, algo curioso. La parte delantera del coche, es decir, hasta el pilar B, se ha construidos sobre la plataforma GA-B que el Yaris normal utiliza. Pero es que la trasera se ha construido sobre la plataforma GA-C, utilizada en el Toyota Corolla y en el Toyota C-HR.

Para empezar, la carrocería no se parece en nada a la de un Toyota Yaris normal. Solo conserva de aquel faros, pilotos y... la antena del coche... Para ahorrar peso (pesa 1.280 kilos en vacío) se han utilizado aceros de alta resistencia y por ejemplo, el techo está hecho de un polímero reforzado con fibra de carbono. Se han ahorrado hasta 24 kilos respecto a un Yaris normal.

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Además, también es bastante más rígida que la del Yaris normal, y cuenta con 259 puntos de soldadura más y 14 metros más de adhesivo. Eso sí, solo hay tres colores para elegir: blanco, rojo o negro.

Esto empieza bien... y más si ves la formas de este GR. Por ejemplo, el techo, en su parte final, es 9,5 cm más bajo, para aumentar el empuje aerodinámico en el alerón trasero. En la parte frontal, destaca su gran parrilla y las tomas de aire para los frenos. Además, el faldón del paragolpes delantero, también ayuda a mejorar el agarre. No, aquí nada es de adorno, aunque lo pueda parecer.

Mecánica de récord

Sí, porque el nuevo motor de 3 cilindros Turbo y de 1.600 cc es el tricilíndrico más potente del mundo con una relación de 160 CV/litro y que ofrece una potencia de 261 CV, con un par motor de 360 Nm. Pesa solo 109 kilos y, además del turbo compresor, utiliza la inyección indirecta a baja carga y la inyección directa cuando le exiges más.

Para que te hagas una idea de su potencial, acelera de 0 a 100 km/h en 5,5 segundos, con una velocidad punta limitada electrónicamente a 230 km/h. Casi nada.

Por cierto, su sonido es espectacular. Y es que el efecto se refuerza a través del amplificador del equipo de audio para mejorar la calidad de las notas emitidas por el motor. El Control Activo del Ruido se vale de un micrófono para detectar el ruido generado el motor; calculando por ordenador el sonido que ha de emitirse por los altavoces del vehículo. Y ya te digo yo que lo calcula a las mil maravillas...

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Te podría contar infinidad de detalles técnicos que hace que tenga menos fricción en sus cilindros, que respire mejor o que empuje como un animal... pero luego mejor te cuento mis sensaciones en el Circuito del Jarama...

Este motor solo se asocia a una caja manual de seis velocidades acorde a este modelo. No en vano es la que Toyota suministra a los Lotus Exige y Lotus Evora. La palanca se ha elevado 50 mm para que esté más a mano y los recorridos son 2 cm más cortos que en un Yaris normal. Y su rápido manejo cuadra a la perfección con su 'motor-molinillo'. Además, si aprietas su botón 'iMT' dispuesto entre los dos asientos, la caja hace el punta-tacón automáticamente, ajustando las revoluciones del motor al reducir marchas. Toda una gozada.

Tracción total, y regulable

El nuevo sistema 4x4 se denomina GR-FOUR y es el primer sistema de tracción total deportivo creado por Toyota en 20 años. Cuenta con un diferencial central ubicado en el eje trasero, multidisco y controlado electrónicamente, que no se puede desconectar. Dispone de tres modos de funcionamiento: el Normal (60% delante de par y 40% detrás); el Sport, que prioriza la tracción trasera (30-70) y el Track (50-50) adecuado para una conducción rápida en cualquier condición, desde tierra hasta nieve.

Hay una versión aún más deportiva, que cuenta con el denominado 'Circuit Pack' con diferenciales de deslizamiento limitado tipo Torsen delante y detrás, que mejoran la tracción y el control de la distribución del par en los dos ejes.

Respecto a su esquema de suspensiones, delante, MacPherson con estabilizadora; detrás, una configuración de dobles triángulos, en lugar del eje torsional que se monta en el Yaris de cuarta generación.

Para parar todo esto como si fuera un coche de competición, frenos de disco delante y detrás en medidas 376 y 227 mm, es decir, más grandes que los del Toyota Supra. Y las pinzas, en la versión Circuit Pack, van pintadas en rojo.

También se ha trabajado sobre el freno de mano. Sí... y es que actúa sobre los frenos traseros y desconecta el diferencial central. Es decir, está hecho para derrapar...

Interior... también casi de carreras

Comenzando con los asientos semi-bacquets, cómodos y deportivos a la vez, que sujetan el cuerpo como si te fueras a escapar. Pedales de aluminio y una dirección más sensitiva y directa para completar las sensaciones de estar al volante de un auténtico deportivo.

En cuanto a los sistemas de seguridad mantiene el 'Toyota Safety Sense' del Yaris y su sistema de infotainment.

¡Al circuito!

Bueno, antes de entrar en el Circuito del Jarama, nos pudimos dar una vuelta por los alrededores. Ya en las curvas de la carretera que va de San Agustín de Guadalix a Colmenar Viejo, me di cuenta de que es uno de los deportivos de este segmento (y de alguno superior) más divertidos, equilibrados y eficaces que he probado.

Para empezar, el ruido envenena... parece salido del inframundo para decirte... 'aprieta más el acelerador'. Y claro, tú... le aprietas. Es una locura. Todo se vuelve rápido, como un un videojuego. Pero aquí el control lo tienes tú. Y el rápido cambio de marchas no pide otra cosa que lo manejes. Da igual si subiendo o reduciendo marchas. Es una gozada. Igual que lo es sentir la contundencia de su pequeño motor empujando... ¿seguro que no es un V6? No sé, todavía me parece increíble.

Y luego, ves lo que se agarra en las curvas y eso te da pie, y nunca mejor dicho, a intentar pasar cada vez más rápido. Y lo hace... Y llega un punto en el que me doy la vuelta, bajo el ritmo, y me dirijo a mi turno en el Circuito del Jarama.

No defrauda en absoluto. En cualquiera de los tres modos, el coche parece un deportivo profesional, que puede ir rápido en manos no tan profesionales. Pero el mejor en el que se desenvuelve en este asfalto que permite buscar sus límites es el de Sport. Porque en Track, parece arrastrar algo más el morro a las salidas de las curvas. 

Noble, sin movimientos feos, con un agarre brutal. Lo que ya te he dicho. Este coche me ha impresionado mucho. Lo bien que va, lo aplomado que traza las curvas, la nobleza y neutralidad con la que tracciona a la salida de ellas... su potencia de frenada... en fin... ¡que me he enamorado!

Y lo mismo hago un estropicio... porque para todo lo que ofrece, su precio de 32.900 euros me parecen, sinceramente, una ganga. Aunque yo compraría el 'Circuit Pack' por 5.000 euros más. Y no serían pocos los días que me metería a hacer tandas en circuito...