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Probamos el Skoda Superb Combi 2024: un familiar 'de toda la vida' escaso de puntos débiles

Prueba del Skoda Superb Combi

Sergio Ríos

Conducimos el nuevo Skoda Superb Combi 2024, un coche familiar con elementos tradicionales, pero puesto al día para ofrecer virtudes cada vez menos frecuentes en el mercado. Disponible con motores gasolina y diésel, así como en versión PHEV, ¿sigue siendo una buena compra?

Basta con dar una vuelta por cualquier carretera española para ver que la mayoría se ha rendido a la fiebre de los SUV, pero una buena berlina te recuerda que este tipo de coche sigue siendo una de las mejores opciones que puedes comprar, aunque ya no sea tan popular. Esto es lo que me ha enseñado esta prueba del Skoda Superb Combi 2024.

Hace meses que Skoda desveló la actualización de su mayor berlina, el Skoda Superb, que mantiene claves tradicionales que ya se han convertido en una auténtica rareza: carrocería convencional o familiar y una gama mecánica en la que siguen presentes los propulsores diésel. Hace años, esta era la norma; ahora, es algo difícil de encontrar.

En líneas generales, hablamos de un coche que cuenta con elementos clásicos, pero que se ha puesto al día con una interesante actualización. La berlina llegará más adelante y primero tenemos la versión Combi familiar que me acompaña, con una longitud que ha aumentado en 40 mm para llevar a este modelo a unos 4.902 mm de largo.

Así, no cabe duda de que el Superb Combi 2024 es un coche voluminoso, más aún si nos fijamos en su anchura de 1.849 mm y sus 1.482 mm de alto. Además, es más aerodinámico que nunca, con un coeficiente de 0,25.

Sea como fuere, como digo, es un modelo actualizado y esto es algo que se aprecia en su diseño. Si bien aquí sigue un estilo similar al de la pasada generación, llaman la atención detalles como la nueva firma lumínica, con unos faros Matrix LED delanteros con un diseño muy anguloso. Mientras tanto, detrás se han colocado pilotos LED con un atractivo efecto cristal opcional.

Más allá de esto, las llantas son otro elemento que llama la atención en el familiar checo, con modelos que oscilan entre las 16 y las 19 pulgadas. Hay diseños aerodinámicos, pero también más convencionales y deportivos, los cuales le sientan realmente bien.

Siguiendo por el interior del Superb Combi 2024, como ya vimos cuando se desveló, hay cambios importantes y cuestiones que se mantienen. Sobre esto último, algo que no varía es el sorprendente espacio en todas las plazas, con unos asientos traseros en los que te puedes casi estirar si lo deseas y que ofrecen una buena comodidad, al igual que los delanteros.

Junto a esto, otro punto que me sorprende para bien es la calidad percibida, con muchos materiales blandos en todo el habitáculo, buenos ajustes y un tacto agradable. Por supuesto, es así en el acabado Laurin & Klement tope de gama, pero también en otros más modestos. Ya era así en generaciones pasadas y es algo que sigue presente en esta actualización.

Lo que sí varía, sin embargo, es el apartado tecnológico. Como cuadro de instrumentos tenemos un Virtual Cockpit de 10 pulgadas que, si bien podría estar mejor integrado en el salpicadero, se ve correctamente. Asimismo, en el centro hay una generosa pantalla de hasta 13 pulgadas que también ofrece una buena visibilidad y respuesta, aunque no es perfecta.

Aquí, si bien el funcionamiento general es bueno, algo que no me acaba de convencer es la vista cenital de las cámaras repartidas por el coche, que a veces resulta poco clara en aparcamientos. Asimismo, tampoco me gusta que aparezca el gráfico de los sensores de aparcamiento y tape casi por completo la navegación. Especialmente es así, cuando los sensores son demasiado sensibles en tráfico denso.

Sea como fuere, son detalles en una pantalla que concentra buena parte de las funciones del coche, algo habitual en los coches nuevos. No obstante, mientras muchos han optado por dejarlo todo a las pantallas y abandonar los mandos físicos, un toque curioso de este modelo son los Smart Dials de la consola central. 

En esencia, se trata de tres mandos giratorios con pantallas incorporadas que pueden servir para manejar la climatización, el modo de conducción, el volumen… Es una solución que me gusta, aunque su tacto es algo plasticoso y darían una mejor sensación si la ruleta fuese de aluminio.

Sea como fuere, en general no tengo apenas quejas en un habitáculo que además es muy práctico, como es habitual en la marca checa. Por ejemplo, hay elementos conocidos como la papelera y el paraguas de las puertas. También hay un soporte para tablets en el reposabrazos trasero y un bolsillo para móviles en los asientos que puede ser de gran utilidad.

De la misma forma, también hay toques llamativos en el maletero de 690 litros, como los ganchos para las bolsas de la compra, un doble fondo y una barra que sirve para sujetar objetos que no queramos que vayan dando vueltas mientras conducimos.

Motores gasolina y diésel, con una nueva mecánica PHEV

En la gama de motores del Skoda Superb Combi 2024 tenemos dónde elegir, con versiones gasolina, diésel y una híbrida enchufable. Así, en el primer caso, encontramos dos versiones del 2.0 TSI con 204 y 265 CV, así como un 1.5 TSI microhíbrido con 150 CV. Mientras tanto, en el diésel contamos con el 2.0 TDI, con potencias de 150 y 193 CV.

Finalmente, el Superb PHEV es el 1.5 TSI iV, con 204 CV y más de 100 km de autonomía eléctrica WLTP. Se asocia a un cambio automático DSG de seis velocidades, mientras que el resto de las mecánicas se acompañan de uno de siete. Así, no hay posibilidad de comprar este modelo con cambio manual, pero sí con tracción total en las versiones gasolina de 265 CV y diésel de 193 CV.

¿Cómo se conduce?

Prueba del Skoda Superb Combi

Esta prueba del Skoda Superb Combi 2024 sirve para ponerme en contacto con toda la gama, así que no me centraré en ninguna motorización en concreto. Aun así, conduciré una unidad de cada configuración mecánica y comienzo con el diésel de 150 CV, la que puede ser una de las variantes más interesantes para quien esté pensando comprar un coche de este tipo.

La principal razón para ello la tengo en el cuadro de instrumentos, que me marca una autonomía aproximada de 940 kilómetros, cifra con la que muchos otros coches de combustión (y más aún, los eléctricos) solo pueden soñar. De hecho, es un dato que aumenta por encima de los 1.000 km cuando conduzco los primeros minutos con suavidad, que es como se debe llevar este coche.

Dado que este es un modelo grande y familiar, no tiene sentido conducir de forma agresiva o deportiva, aunque también pueda con ello. Si lo necesitas, los 150 CV del motor diésel empujan correctamente, especialmente a partir de 3.000 rpm, aunque no tengas una patada espectacular. Sin embargo, no es un coche perezoso, ya que se mueve con soltura y, sobre todo, con mucho aplomo.

Esto es algo común en todas sus motorizaciones, especialmente con una suspensión que absorbe muy bien los baches y que evita que balancee demasiado en curvas si conduces con rapidez. Puedes también elegir el modo Sport de conducción en esta situación, pero apenas notarás cambios, más allá de la relación de marchas. Es comprensible, ya que este no es un deportivo.

En esencia, en un ritmo mayor el Superb Combi diésel cumple bien, pero tampoco puedes pedir un rendimiento espectacular. Aquí brilla más la versión microhíbrida de 150 CV, ya que el hecho de contar con un motor de gasolina y esa asistencia eléctrica es de ayuda. No obstante, como digo, en este coche buscas hacer kilómetros con comodidad y suavidad.

Es en este terreno donde, sin duda, destaca la nueva generación de la berlina checa. Ya sea en ciudad o en carretera, apenas tendrás quejas como conductor o pasajero. Puedes hacer kilómetros sin enterarte y, con un consumo de unos 7 litros en la versión de 150 CV al conducir por calles y autopistas, los harás sin tener que parar demasiado.

De la misma forma, tampoco devorarás el asfalto con la sensación de llevar un coche ‘vacío’, ya que se trata de un modelo enfocado a disfrutar de la conducción relajada. Es aquí donde ofrece más satisfacción y, aunque no me convencen al 100% elementos como la dirección, que podría transmitir más, no puedo evitar sentirme satisfecho tras el volante.

Sea como fuere, esto no es algo nuevo, ya que esta es una sensación presente ya en generaciones pasadas. Sin ir más lejos, ya lo he percibido en muchas ocasiones en la segunda generación (2008) tras el relanzamiento de este modelo nacido en los años 30, con la unidad diésel de 140 CV que ha acompañado a mi familia desde 2011. En el nuevo de 150 CV, el enfoque es parecido, pero se ha refinado.

Prueba del Skoda Superb Combi

Ahora bien, una de las grandes novedades del nuevo Skoda Superb 2024 está en la versión híbrida enchufable de 204 CV, la cual puedo conducir por un recorrido breve por ciudad y un tramo de autopista. Es una pena no poder conducirlo más, ya que las primeras impresiones son muy buenas.

De entrada, todas las buenas sensaciones del interior y el tacto de conducción se mantienen, claro está. Sin embargo, la suavidad en la marcha va más allá con una mecánica híbrida que permite circular en silencio absoluto, especialmente por ciudad. Aun así, tampoco cambia mucho la sensación cuando entra en acción el motor de combustión, que apenas emite ruido.

Sin duda, las bajas revoluciones que se mantienen con el cambio DSG (siempre que no pises el acelerador con fuerza) hacen que apenas haya sonido en el interior. Asimismo, la activación del motor de gasolina casi no se percibe, de manera que hay ocasiones en las que no sabes si circulas en modo eléctrico o no.

En realidad, en modo eléctrico podrás circular durante unos 100 kilómetros, lo que ayudará a gastar mucho menos dinero en repostajes. Asimismo, con un consumo aproximado de 18 kW en un recorrido de media hora por ciudad y algo de autopista, tampoco tendrás que preocuparte demasiado por las recargas.

Así, esta puede ser otra de las variantes interesantes para quien busque un familiar, gracias a su etiqueta CERO en España y a un rendimiento que no deja malas sensaciones en este primer contacto. Esto, en un coche que, si bien no ha querido cambiar de forma radical en algunos aspectos, sigue siendo una de las mejores opciones de su clase.

Precio y rivales del Superb Combi

En esta nueva generación, el precio del Skoda Superb Combi arranca en 42.700 euros para el acabado Essence con el motor microhíbrido de 150 CV. Mientras tanto, el 2.0 TDI de 150 CV asciende a 45.700 euros.

De esta forma, entre sus rivales podemos encontrar el nuevo Volkswagen Passat, disponible por 45.180 euros en la versión microhíbrida de 150 CV. Asimismo, otra alternativa es el Peugeot 508 SW, desde 39.810 euros en la motorización PureTech 130.

Valoración

Nota8.5

El Skoda Superb Combi siempre ha cumplido con creces lo que se esperaba de él y eso es algo que no cambia en esta nueva generación. Aunque no sea perfecto, es complicado encontrarle pegas que hagan que no debas tenerlo en cuenta.

Lo mejor

La comodidad a bordo, la suavidad de la marcha y el espacio interior.

Lo peor

La visibilidad de algunas cámaras, la maniobrabilidad en espacios estrechos y algunas funciones de la pantalla.

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