Prueba Renault Megane GT Line TCE 160: ante todo, discreción
El Renault Mégane es un coche ya muy probado y analizado, pero en esta ocasión lo interesante está bajo el capó, ya que monta el nuevo motor TCe que, con solo 1.300 cc, ofrece 160 CV. Una maravilla de la ingeniería desarrollado por la alianza Renault-Nissan junto a Daimler. Por eso, esta misma mecánica se monta en el Mercedes Clase A, Renault Kadjar o Nissan Qashqai.
VÍDEO: Renault Mégane RS 2018, la prueba más completa y definitiva
En el Mégane reemplaza a los anteriores TCe de 1,2 y 1,6 litros y con cambio manual solo se ofrece en este nivel de acabado GT-Line (con el automático EDC de seis velocidades lo tienes en el acabado Bose).
Este bloque tiene, sobre todo, dos puntos fuertes: el primero es el amplio margen de utilización que tiene; el segundo, lo eficiente que puede llegar a ser. Y es que el consumo se puede quedar en unos muy razonables cinco litros cada 100 km, prácticamente lo que gasta un diésel medio hoy en día. Eso sí, si le pisas con ganas, algo que te sucederá a menudo al comprobar lo que empuja, este consumo se puede elevar hasta más del doble sin problemas.
Pero me ha gustado más lo bien que respira incluso muy cerca del ralentí y en marchas largas. Es a partir de las 1.500 rpm cuando empieza a resultar más ágil, pero incluso por debajo puedes mantenerlo en segunda o tercera velocidad, circulando por ciudad, sin tirones ni empujones repentinos y sin necesidad de reducir la velocidad. Tampoco lo tendrás que hacer si de repente quieres cambiar el ritmo y aumentarlo, ya que, como te digo, sale muy bien desde abajo y empieza a empujar más y más, hasta que, pasadas las 4.000 rpm, ofrece todo lo que da de sí, que es mucho.
El afinado chasis de este acabado GT-Line y el agradable tacto de su cambio manual de seis velocidades sintonizan a la perfección con este motor. Predomina el confort a bordo, pero resulta muy preciso en cambios de trayectoria.
Mi opinión
El motor TCe 160 se convierte en la opción más interesante para el Renault Mégane, por su equilibrio e increíble facilidad de conducción, gracias a su amplio rango de utilización. En modo 'tranquilo' es suave, pero si le pisas...
Valoración
No todo en la vida es aparentar, en la prueba del Renault Mégane GT Line TCE 160 hemos descubierto que es un lobo con piel de cordero.
Lo mejor
Lo peor
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