Prueba del RAM 1500: salvaje Oeste

John Wayne está muerto, los indios han desmontado sus tiendas hace tiempo y los carros de la pradera solo circulan por pueblos-museo; pero en Texas, el Oeste aún es salvaje y los buenos viejos tiempos continúan vivos hasta hoy. Por eso, no hay tantos pick-ups en ningún otro lugar como en la tierra de Dallas y la familia Denver, y ya sea un vaquero, un granjero, un barón del petróleo o un banquero, siempre se sentirá bien “vestido” al volante de uno.

El RAM 1500 se está sometiendo a un pulido con mucha energía para  plantar cara sus oponentes, el Ford F-150 y el Chevrolet Silverado. Por el momento, el pick-up del imperio Stellantis es “solo” el tercero en un segmento que aún representa aproximadamente la mitad del mercado estadounidense.

A su favor, junto al Ford Lightning eléctrico, es el único pick up americano que se ofrece oficialmente aquí a precios entre 67.000 y 133.000 euros al este del Atlántico.

Llega el momento de calzarse las botas de vaquero, colocarse el sombrero Stetson y subirse al asiento, que se eleva tan alto sobre la carretera que uno agradece los estribos eléctricos que facilitan la entrada al cockpit.

Diseño interior

A su lado, un Volkswagen Amarok parece tan estrecho y austero como una cabaña de granjero en Brandeburgo. El RAM se siente tan noble y generoso como en el Rancho Ponderosa: el asiento del conductor es tan cómodo como el sillón de orejas de Ben Cartwright, y para el cuero del “sofá” de la parte trasera probablemente se necesitó toda una manada de búfalos.

Porque por más rústico que sea el pick-up, los estadounidenses lo han modernizado de manera efectiva: no solo hay instrumentos animados, una enorme pantalla táctil vertical al lado y un retrovisor con cámara, sino también por primera vez una pantalla para el pasajero, con la que incluso los conductores de un Touareg solo pueden soñar, por no mencionar al Amarok.

Y además de una docena de cámaras alrededor y un ejército de sistemas de asistencia, ahora el Ram incluso ofrece un piloto automático que lleva su nombre con razón: en al menos 125,000 millas de autopista, el conductor puede dejar las manos permanentemente en su regazo y solo necesita mantener la vista en la carretera, que antes de que se pierda en el horizonte, se desplaza sobre un capó que es grande y ancho como las llanuras por las que antes corrían las manadas de bisontes. 

Pero al igual que los estadounidenses ahora extrañan a las peludas criaturas, también podrían sentir una cierta melancolía al ver el capó. Porque los tiempos en los que debajo se montaba un buen V8 han pasado y después de más de 20 años, realmente están jubilando al Hemi.

Aunque, después de todo, McDonald's ahora también vende hamburguesas veganas y en el rodeo incluso el hombre Marlboro tiene prohibido fumar. Además, pronto llegará algo peor: al igual que Ford y Chevrolet, el número 3 en el mercado estadounidense también  tendrá su variante REV con propulsión puramente eléctrica y como Ramcharger con extensor de autonomía.

Nuevo motor de seis cilindros en línea llamado Hurricane

Hasta entonces, un nuevo motor de seis cilindros en línea asume el trabajo, al que llaman Hurricane y también lo instalan en los grandes Jeeps. Aunque solo tiene 3.0 en lugar de 5.7 litros de cilindrada y suena más como una canción country de Garth Brooks que como rock sureño de ZZ Top o Lynyrd Skynyrd. Pero mientras el corazón duele, el cerebro se alegra con un rendimiento mucho mejor y un consumo notablemente menor.

En lugar de 395 CV, la versión estándar ahora produce 420 y trabaja con hasta 635 Nm. Y el "High Output" incluso arroja 540 CV y 700 Nm a la balanza. 

Ahí es donde el coloso casi se convierte en un atleta, se levanta brevemente con un kick-down y pasa fácilmente a muchos otros vehículos, hasta que, como en casi todos los pick-ups estadounidenses, la electrónica lo limita automáticamente a alrededor de 160 km/h.

Comportamiento

Sí, la aceleración es tremenda y los primeros pocos kick-downs son pura emoción. Pero rápidamente, al volante del RAM, uno cae en una calma soberana y disfruta de la sensación sublime cuando las distancias se derriten como los cubitos hielo en el cubo de cola que está entre los asientos. Especialmente si el pick-up también está equipado con suspensión neumática, que incluso quita el miedo a las peores carreteras.

Y que estás moviendo un automóvil de semejante tamaño, pronto se olvida. Porque tampoco es tan grande para Texas: incluso detrás del RAM de 6,20 metros de largo, en el estacionamiento de Walmart, hay uno o dos metros de espacio de sobra. Después de todo, en estos lugares, esos pick-ups son compactos o medianos y siempre hay uno más largo.

Recordaré esto dolorosamente, como muy tarde en verano, cuando el nuevo RAM también llegue a nosotros y tenga que lidiar con ciudades antiguas y estacionamientos estrechos. Pero aparentemente, eso no afecta su popularidad: especialmente en Alemania, tiene una gran base de fans y el 50 por ciento de todas las importaciones de la UE están en camino entre Hamburgo y Múnich.

Factores para decidir la compra

Cuando se menciona la palabra pick-up, a todo el mundo le viene a la mente primero el Cybertruck o el Rivian RT-1 y luego tal vez el F-150 Lightning. Pero con motores más pequeños, enorme diversión y conducción semi-autónoma, RAM nos demuestra que no se necesita ni a Tesla ni a Rivian para salvar el pick-up del futuro. El concepto puede ser antiguo, pero el automóvil sigue siendo eternamente joven.