Prueba del Porsche Cayenne GTS 2020

El SUV de la prueba, el Porsche Cayenne GTS 2020, no es el más potente de la gama del enorme todocamino alemán (mérito que se llevan las variantes Turbo y -prueba- Turbo S E-Hybrid), pero sí el que es más agresivo tanto por su estética como por su comportamiento y puesta en escena. Hay bastantes diferencias entre este modelo y el de la anterior generación, que también contaba con su variante GTS, pero la más importante reside bajo el capó: ¿alguien había dicho downsizing? Olvídate de eso. La marca de Stuttgart ha decidido prescindir del V6 anterior y sus 440 CV para incorporar un V8 biturbo de 460.  

Eso sí, este ocho cilindros en V no es tan grande como el que se ofrecía en  la primera generación (recuerda: atmosférico y de 4,8 litros), pero aun así es un propulsor muy digno y que me ha demostrado de lo que es capaz durante bastante kilómetros. Internamente, Porsche ha hecho cambios en su estructura que afectan al sistema de control de cilindros, en la inyección directa y también en la gestión térmica. Y también han ajustado el cambio automático de ocho velocidades para que esté a la altura de las circunstancias. 

Lo más impactante no es tanto su cifra de potencia, que es alta, como su dato de par: 619 Nm que se logran desde solo 1.800 rpm. ¡Casi como un moderno motor diésel! Eso hace que este mastodonte de más de 2.200 kg de peso tenga una capacidad para recuperar velocidad asombrosa. Con semejante máquina bajo el capó, no es de extrañar que este Porsche Cayenne tan bien entrenado sea capaz de lograr cifras de auténtico deportivo: consigue completar el 0 a 100 km/h desde parado en tan solo 4,9 segundos (mediciones propias de nuestra prueba del Porsche Cayenne GTS) y puede alcanzar una velocidad máxima homologada por la marca de 270 km/h. 

VÍDEO: ¡Wow! El Porsche Cayenne Turbo S E-Hybrid al límite en asfalto y ¡en tierra!

Por cierto, el sonido también ha mejorado (y se nota) gracias a un nuevo sistema de escape que hace que la experiencia de conducción suba de nivel en cuanto a sonoridad a pesar de ser un bloque sobrealimentado. No esperabas menos de un motor V8, ¿verdad?

Prueba: Porsche Cayenne Coupé

Pero, ¿qué ha hecho Porsche para hacer que su Cayenne haya ganado tanto en deportividad? Para empezar, la suspensión rebaja en 20 mm la altura del coche y cuenta de serie con el Porsche Active Suspension Management (PASM), el sistema de torque vectoring y llantas de 21 pulgadas RS Spyder con discos de 390 mm en el frontal y 358 mm en la trasera. Toda una batería de medidas que hace que su comportamiento sea más afilado, gire más plano y se puedan atacar mejor las curvas a un ritmo más alto. Eso sí, Porsche siempre deja otras mejoras a tu gusto y en ese sentido debes anotar unos mejores frenos (cerámicos por algo más de 10.000 euros), suspensión neumática de tres cámaras (2.335 euros), eje trasero direccional (también 2.335 euros) y control de chasis dinámico (3.733 euros).  

Detalles específicos

A estas alturas no he hablado de diseño ni de los elementos específicos de esta versión GTS. Hay cambios, sí, pero no son de gran calado con respecto al resto de la gama: por ejemplo, muchas de esas modificaciones pertenecen al paquete Sport Design, que supone una serie de detalles en color negro, como son las entradas de aire, las molduras de las ventanillas, las salidas de escape y los anagramas. Ya he hablado de las llantas y me quedaría simplemente incluir los faros LED con iluminación adaptativa y pilotos tintados en color oscuro en la trasera.

Por dentro, lo que más destaca son sus asientos deportivos, ajustables en ocho puntos y con unos refuerzos laterales que hacen que tu espalda apenas se mueva en los apoyos fuertes en curva. Hay un uso más intenso de Alcantara y también del aluminio, pero no hay muchos más detalles específicos. 

En marcha, la sensación que más sorprende es la de ir tan conectado con la carretera, cosa que en un vehículo de esta masa sorprende y mucho. La suspensión permite que llegue a tus manos mucha información que con un chasis normal (más blando) y la dirección tiene un tacto perfecto a pesar de ser eléctrica. Entre todo eso y la electrónica, omnipresente y que obra milagros, el Cayenne GTS se nota supersujeto sobre el asfalto y te proporciona un plus de confianza a la hora de elevar el ritmo brutal. Lo de elevar el ritmo lo haces casi sin darte cuenta, ya que su motor es una delicia en baja y sube de vueltas con mucha (demasiada) facilidad. Eso sí, conviene tener siempre presente que llevas un vehículo que pesa mucho y genera muchas inercias: a la hora de detenerlo vas a hacer trabajar de lo lindo a su sistema de frenos, quizá el apartado más sensible a una conducción más dinámica e intensa. En cuanto al consumo, no te esperes grandes datos, pero sus 14,0 litros a los 100 kilómetros son más que razonables teniendo en cuenta de que se trata de un coche tan grande y pesado, y que esconde bajo el capó un portentoso V8 de 460 CV con doble turbo. 

Si quieres o buscas un consumo más contenido, quizá sea mejor que optes por la versión híbrida enchufable, ya que homologa 4,8 litros gracias a su autonomía eléctrica y funcionamiento en modo híbrido (que le saca especial partido en ciudad). Eso sí, son 177.000 euros por los 131.800 de esta versión Cayenne GTS de la prueba, lo que es mucha diferencia. Sobre todo porque el E-Hybrid no se exhibe como el GTS en comportamiento dinámico, su punto fuerte con respecto al resto de versiones y la competencia, además de que es su razón de ser. 

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