Prueba del nuevo Mercedes GLA: más que un lavado de cara

Mercedes le da a su SUV compacto una actualización después de aproximadamente tres años y medio. Las mejoras de Mercedes GLA son bastante destacables, e incluyen no solo cambios estéticos, sino también avances significativos en el equipamiento, lo que hace que el SUV, que ya no es barato, sea un diez por ciento más caro.

Diseño

La parrilla y el parachoques fueron rediseñados para resaltar el potencial aventurero del SUV más pequeño de Mercedes. Pero lo más importante: los faros también rediseñados (incluido el asistente de luces largas) y los pilotos traseros, también nuevos, utilizan tecnología LED sin coste adicional.

Por dentro, el GLA se siente igualmente espacioso, los ocupantes delanteros se acomodan relajados en asientos confortables y con calefacción. Dos pantallas digitales con gráficos nítidos proporcionan información acerca de todo lo importante. La pantalla de instrumentación de 10,25 pulgadas es opcional, mientras que la de serie es de siete. 

El monitor táctil en la consola central de 10,25 pulgadas viene de fábrica. Presenta detalladamente los menús complejos, y la navegación puede funcionar con realidad aumentada si así lo deseas. Y para aquellos que no quieran tocar, siempre hay ayuda disponible con un asistente de voz atento y casi omnisciente. No hay mejor opción en esta categoría. 

En la segunda fila, los adultos también van relajados y disfrutan de un acolchado mullido. Opcionalmente, la banqueta trasera plegable en tres partes se puede deslizar 14 centímetros hacia atrás, lo que aumenta aún más la versatilidad.

En cuanto al equipamiento, el GLA mejora y trae, entre otras cosas, cámara de retroceso, paquete USB, asistente de mantenimiento de carril con control activo de dirección, asistente de estacionamiento también para estacionamiento en línea y más. 

Motor y comportamiento

Bajo el capó, el motor 220 d permanece igual, y se podría decir que es algo bueno. El diésel turbo de dos litros permite que la Clase A siga siendo deportiva y a la vez eficiente después de este lavado de cara.

Impulsado por unos generosos 190 CV y 400 Nm de par motor, el sistema de tracción total siempre presente en el 220 d limita las pérdidas de tracción al mínimo. Al menos en asfalto, ya que el GLA, con su altura libre al suelo de 143 milímetros, no es muy adecuado para terrenos accidentados.

En cuanto al confort, el GLA tiene poco que criticar, amortigua de manera equilibrada y sin movimientos bruscos. Solo cuando la carretera está llena de baches, los neumáticos de 235/50 R 19 reaccionan con algo de brusquedad. 

En las curvas, el Mercedes, que pesa nada menos que 1.736 kilogramos, no muestra una dinámica extrema, pero tiene talento suficiente. La dirección es sensible y comunicativa, y el comportamiento en carretera sigue siendo fácil de controlar y siempre seguro.

En cuanto al consumo, se mantiene discreto: con 6,7 l/100 km se pueden recorrer al menos 760 kilómetros sin parar.

Factores para decidir la compra

La actualización se puede considerar exitosa. Su aspecto se ha refinado y el equipamiento ha mejorado. Sin embargo, esto también tiene su precio… literalmente.