Prueba del Lamborghini Lanzador: ¡el primer Lambo eléctrico!

Marty McFly y Doc Brown necesitaban un compensador de fluzo para ello. Pero dos motores eléctricos me bastan para viajar en el tiempo. AUTO BILD ha podido viajar al futuro en Pebble Beach y probar el Lamborghini Lanzador, su primer coche eléctrico, que no saldrá al mercado hasta dentro de cinco años.

Este Lamborghini es, para la firma, el coche más importante de la década, si no de sus 60 años de historia. La obra de arte en color Azzurro Abissale no sólo anticipa la cuarta serie, por la que el presidente Stephan Winkelmann ha estado luchando desde tiempos inmemoriales, sino que también será el primer Lamborghini eléctrico y debería asegurar así el futuro de la marca.

Diseño del Lanzador

Faros como cortados con una hoja de afeitar, anchos, planos y angulosos como una cuña: desde lejos, el Lanzador se parece a cualquier otro Lamborghini. Pero a medida que te acercas, de repente aparece bajo una luz diferente. 

El Lanzador es más alto que el Sterrato, pero más bajo que el Lamborghini Urus. Tiene cuatro asientos, pero sólo dos puertas, e incluso tiene dos maleteros: uno en la parte trasera, como es habitual, y otro en la parte delantera, para el cual los diseñadores han creado un par de portatrajes a medida.

Los italianos llaman a este concepto Ultra GT, que deja suficiente espacio para un sucesor del Urus y que, como SUV coupé de dos puertas, sigue siendo prácticamente el único en el sector. Aunque el Lanzador tiene bordes afilados, las típicas estrellas LED en los faros y el hexágono como elemento gráfico definitorio, parece inusualmente “suave” para un Lambo.

Como primer Lamborghini políticamente correcto aceptable, el Lanzador no es tan escandaloso como el Urus y compañía, y esta vez los decimos de manera literal. 

1.400 caballos silenciosos

Nada más que un suave zumbido y el habitual crujido de un prototipo hecho a mano se escuchan cuando el toro comienza a moverse. En un tiempo, los ruidos y crujidos desaparecerán y en su lugar se escuchará un sonido de sintetizador más o menos emocional, como promete el jefe de desarrollo Rouven Mohr. Él sabe mejor que nadie sobre el cautivador dramatismo de un motor V10 o V12.

Por eso el gran torero de Sant'Angata quiere ofrecer emociones de una manera diferente. Rinde 1.400 CV y un par de cuatro dígitos. El Lanzador no debería necesitar mucho más de tres segundos para alcanzar los 100 km/h, y Lamborghini no sería Lamborghini y el Lanzador no sería un ultra-GT si lo limitaran a 250 km/h.

Por medio de unos sistemas especiales de refrigeración, el Lanzador debería poder acceder a su pleno rendimiento de forma permanente y repetible. Y quiere llevar la dinámica de conducción a un nuevo nivel con innovadores sistemas de control, incluido el deslizamiento individual de las ruedas que se puede gestionar mediante los mandos del volante.

Desarrollo tecnológico bajo la dirección de Porsche

La base técnica para ello la proporciona la plataforma SSP, que actualmente se está desarrollando bajo la dirección de Porsche para los modelos deportivos y de lujo del Grupo Volkswagen: desde nuevas baterías hasta la química y la forma de las celdas, con más de 800 voltios para carga ultrarrápida, etcétera. 

Hay mucha capacidad de almacenamiento, por lo que el Lamborghini debería tener una autonomía de 500 kilómetros sin tener que cargar con demasiado peso excesivo: el objetivo son 2,2 toneladas, y hasta un máximo de 2,5. 

Posición del asiento casi como en un Huracán

En este coche te sientes más cercano a un superdeportivo que a un SUV, al menos como conductor. A pesar de la batería ubicada en el suelo, me acurruco en el asiento revestido de cuero curtido de forma sostenible, casi tan bajo como en el Lamborghini Huracán y, como siempre en Lamborghini, me siento como un piloto de avión de combate, rodeado muy de cerca por el cockpit digital.

Todo lo importante lo ajusto en el volante, todo lo demás lo encuentro en la "Pilot´s Unit ", que está incrustada en una consola central esquelética y sobresale mucho. El pasajero delantero tiene su propia pantalla en el Lanzador y mucho espacio para los pies.

En la segunda fila se vive una experiencia nueva para un deportivo de este tipo: con una gran altura libre subrayada por un gran techo de cristal, te sientes como si estuvieras en la segunda fila del Urus. El prototipo lleva asientos individuales móviles y los reposacabezas se atornillan al techo. Toda la cabina está revestida con materiales ecológicos, desde lana orgánica hasta carbono reciclado.

En un prototipo como este solo pudimos conducir a poca velocidad, de modo que ni rastro de las sensaciones que se esperan de un Lamborghini. Y las baterías provisionales solo ofrecían un rango de 24 kilómetros. Pero ha sido suficiente con sentirse al volante del futuro de una de las marcas de deportivos más apasionantes de la historia. Quedan cinco años todavía, pero estoy deseando ponerme a los mandos del modelo de serie. 

Conclusión

Un concepto apasionante, un diseño fascinante y una tecnología prometedora: con el Lanzador, Lamborghini podría sacudir la liga del lujo y dejar atrás a Ferrari y compañía. Aunque cinco años son muchos, y eso lo podrían dejar rezagado. Mi consejo a la marca: cari amici, ¡agarrad el toro por los cuernos y poneos en marcha!