Por qué dañas tu coche si conduces con el pie sobre el embrague

Hay ciertas costumbres que tenemos habitualmente a la hora de conducir que perjudican de manera significativa la mecánica de nuestro coche. El simple gesto de llevar la mano encima de la palanca de cambios repercute en la transmisión acortando la vida de la misma por el mayor desgaste. Otra costumbre puede ser llevar el pie el pedal del embrague, una posición que si mantenemos en el tiempo puede generar en una avería. Por qué dañas tu coche si conduces con el pie sobre el embrague

Consejos para evitar averías en el embrague

Llevar el pie sobre el embrague puede generar en una avería con el paso del tiempo. Es una costumbre habitual de muchos conductores, una posición que adoptamos a la hora de conducir y que pone en riesgo la integridad de esta pieza tan valiosa. Suele ocurrir en ciudad, donde constantemente hacemos uso del pedal del embrague por las frecuentes paradas. Un mal hábito que debemos de evitar.

Junto al pedal del embrague se encuentra el reposapiés, indicado para que llevemos el pie apoyado justo en esa zona, y no en el embrague. Llevar presionado el pedal, aunque solo sea con el peso de nuestro pie, activa el mecanismo que compone la acción de embragar y desembragar. La presión constante mantenida en el tiempo generará problemas con el mismo.

Por qué dañas tu coche si conduces con el pie sobre el embrague

Si mantenemos el pie apoyado sobre el embrague y lo hacemos de forma habitual, con el paso del tiempo podría acabar averiándose el cojinete de empuje. Esta pieza, también llamada cojinete de embrague, tiene como misión absorber la carga axil de reacción de los muelles y permitir la rotación en el embrague, actuando sobre los muelles del embrague interponiéndose entre el plato que gira y la palanca que está conectada al pedal.