Usar correctamente el ABS para no perder el control con los frenos puede serte útil en cualquier situación. Imagina que un día sigues el coche de un amigo y, pendiente de no perder su rastro, te das cuenta de pronto de que el semáforo está en rojo y varios peatones van a cruzar. Pisas el freno con todas tus fuerzas sin levantar el pie y sientes cómo el pedal empieza a vibrar, hasta que el coche se detiene completamente, sin perder la trayectoria. El motor se cala, pero las consecuencias podrían haber sido mucho peores...
Según ha explicado a AUTOBILD.ES la Escuela del Race, en una frenada de emergencia con un coche dotado de ABS, ya sea en recta o curva, sobre firme seco o mojado, con 'aquaplaning' o nieve, siempre “se debe apretar el pedal a fondo y desde el primer instante, para provocar el máximo de intensidad de frenado posible”, al contrario de lo que hace mucha gente, que pisa el freno y levanta el pie, lo que impide que el ABS funcione correctamente y propicia el bloqueo de las ruedas. Al mismo tiempo hay que “pisar el embrague para que el empuje del motor sobre las ruedas desaparezca y a los frenos les resulte más sencillo detener las ruedas, con lo que se evitará de paso cualquier posible calado de la mecánica”.
Y si mi coche carece del ABS, ¿qué debo hacer?
A pesar de que hoy en día la mayoría de los coches monta de serie el ABS -desde mediados del año 2004, una directiva europea establece la obligatoriedad de que todos los turismos nuevos monten este dispositivo-, aún hay muchos vehículos que circulan por las vías españolas sin este sistema. Si este tu caso y quieres evitar que se te bloqueen las ruedas en una frenada de emergencia, tienes que pisar el pedal del freno de forma enérgica pero no hasta el fondo y levantar el pie seguidamente y repetir la misma operación hasta que se pare el coche. Además, y al contrario de lo que harías en un coche con ABS, no debes pisar el embrague. Mientras no haya una emergencia, frenar con o sin ABS se hace igual.
Una de las ventajas añadidas del ABS, según explican en Bosch, es que se adapta a todo tipo de terrenos con el fin de que pueda asegurar la trayectoria del vehículo, la estabilidad y la maniobrabilidad bajo todas las condiciones de la calzada, desde la seca, con mucho agarre, hasta la superficie helada, muy deslizante. No obstante, existen determinadas circunstancias en las que un vehículo dotado de ABS necesitará más distancia para detener el automóvil que si careciera del mismo, pero, en cualquier caso, son situaciones excepcionales que escapan al control de un conductor profano en la materia y en las que el sistema ABS reporta sin lugar a la duda más ventajas que inconvenientes.
Asfalto seco: en este tipo de firme, el agarre es total y ante una frenada de emergencia el ABS evita que las ruedas se bloqueen y permite recuperar el control del vehículo.
Suelo mojado: es una de las situaciones más frecuentes y que más peligro entrañan en la conducción en el caso de una frenada brusca. El sistema ABS permite que los neumáticos sigan rodando y la dirección del vehículo responda a tus necesidades.
Con 'aquaplaning': en este tipo de circunstancia, en que las ruedas flotan sobre una calzada cubierta de agua , el sistema ABS se adapta a la situación para mantener la estabilidad y la marcha en línea recta.
Hielo o nieve: en situaciones de adherencia muy baja, como en el caso de hielo o nieve compactada, aunque entre en funcionamiento el sistema antibloqueo de frenos que permite mantener la capacidad de dirección del vehículo -por lo que se puede frenar y girar el volante al mismo tiempo-, escuelas de conducción como la del Race recomiendan levantar totalmente el pie del pedal del freno para conseguir girar. En cualquier caso, es una técnica para los conductores más avezados. Por otro lado, si la nieve es virgen (blanda), un vehículo dotado de ABS puede necesitar más metros para detenerse que uno sin ese dispositivo, pues al bloquearse las ruedas, la nieve acumulada delante del tren delantero contribuye a un efecto de frenado adicional y el neumático encuentra mayor adherencia por debajo de la capa deslizante.
Gravilla suelta: otra de las excepciones como la anterior. Además, se añade el inconveniente -en el caso de los todoterreno- de que al tratarse de una superficie deslizante se requiere que los frenos respondan cuando y como quieras, por lo que el ABS resulta molesto. Lo deseable sería que se pudiera desconectar. Como eso no es posible y, además, sería muy peligroso, los vehículos de tracción total cuentan con diferencial autoblocante que evita la situación descrita.
¿Cómo funciona el sistema ABS?
Unos sensores ubicados en las ruedas controlan permanentemente la velocidad de giro de estas. A partir de los datos que suministran estos sensores, la unidad de control calcula la velocidad media que corresponde aproximadamente a la velocidad del vehículo. Al comparar la velocidad específica de una rueda con la media global se puede saber si una rueda amenaza con bloquearse una vez que se ha pisado el freno. Si es así, el sistema reduce automáticamente la presión de frenado hasta alcanzar un valor umbral fijado por debajo del límite de bloqueo. Cuando la rueda gira libremente, se vuelve a aumentar al máximo la presión de frenado. Este proceso se repite hasta que el conductor retira el pie del freno o disminuye la fuerza de activación del mismo.
Tienes que tener en cuenta que...
... el ABS sólo entra en funcionamiento en determinadas condiciones
No son pocos los conductores que después de un frenazo brusco han ido a quejarse al concesionario donde han adquirido su automóvil porque afirman que el ABS no ha funcionado. Lo que ocurre es que el sistema antibloqueo de frenos sólo se activa cuando la unidad de control detecta que una o varias ruedas amenazan con bloquearse. Si no es así, actúan sólo los frenos.
... si se estropea el ABS, el equipo de frenos sigue funcionando
Si después de arrancar el motor, el testigo del ABS sigue iluminado, significa que el sistema de antibloqueo de frenos se ha estropeado, pero no así el equipo de frenos convencional -son dos sistemas independientes-, por lo que puedes seguir circulando sin problemas, aunque teniendo en cuenta que a la hora de una frenada brusca puedes llegar a bloquear las ruedas. Pero si las luces de aviso de ambos sistemas se encienden a la vez, quiere decir que te has quedado sin frenos y no debes conducir.
... cuando se activa el ABS, el pedal del freno vibra
Con frecuencia, conductores poco familiarizados con el mundo del automóvil se han asustado porque al realizar una detención de emergencia el pedal del freno ha empezado a vibrar. Eso no quiere decir que el sistema de frenos se haya estropeado, sino que ha entrado en funcionamiento el ABS. Además de las vibraciones, se percibe una especie de ruido de rozamiento, leves bajadas de la presión normal del pedal y endurecimiento y pérdida de la flexibilidad habitual en el tacto. Por ello, es recomendable probar el sistema ABS en un lugar donde no comprometas la seguridad del resto de conductores y así te vayas familiarizando con esas sensaciones.
... no se debe 'bombear' el pedal en una frenada brusca
No es un caso aislado que, en caso de una frenada brusca, el conductor haya optado por "bombear” o pisar intermitentemente el pedal para aumentar la eficacia de este dispositivo. Sin embargo, lejos de optimizar su rendimiento, lo que se consigue es lo contrario y que el ABS no cumpla con su cometido.
... el ABS no es la panacea universal
El sistema antibloqueo de frenos es uno de los avances tecnológicos de seguridad activa más importantes. Pero no puedes olvidar que no es, ni mucho menos, la panacea universal y no puede cambiar las leyes de la física. Una combinación de velocidad excesiva, condiciones de la vía deficientes y neumáticos -además de otros componentes- en mal estado pueden llevar a que un coche dotado de ABS pierda el control. De ahí que el sentido común del conductor y su habilidad al volante desempeñen también un papel fundamental.
Fotos: fabricante, Bosch, AUTO BILD