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Cómo conducir con niebla

Cómo conducir con niebla

Nacho de Haro

¿Sabes cómo conducir con niebla? En este artículo te damos las claves y una serie de consejos para practicar una conducción segura en condiciones de baja visibilidad, situación que puede darse con bastante frecuencia durante los meses del invierno.

Uno de los fenómenos meteorológicos que con más frecuencia nos podemos encontrar cuando conducimos en invierno es el de la niebla.

Esta es una de las situaciones más temidas por los automovilistas y una de las más peligrosas en general, pues en situaciones extremas la visibilidad puede llegar a ser prácticamente nula con el evidente riesgo que esto entraña. En este artículo te vamos a dar una serie de consejos sobre cómo conducir con niebla para que sepas actuar con las máximas precauciones y seguridad cuando viajes con tu vehículo durante estas fechas.

Lo cierto es que muchos de los consejos que te dimos cuando te explicamos cómo conducir con baja visibilidad son perfectamente aplicables a la hora de circular con niebla, si bien, en este caso nos vamos a centrar exclusivamente en esta última situación.

El principio básico que debes seguir al conducir con niebla es el de ver y ser visto: no se trata solo de saber por dónde vas, también debes asegurarte de que el resto de usuarios de la vía sepan de tu presencia en la calzada, de otra forma podrían producirse situaciones peligrosas, como accidentes por alcance.

  1. Ver y ser visto: Usa las luces de cruce y las luces y piloto antiniebla, no las largas. Si llevas los faros sucios prueba a pulirlos con pasta de dientes.
  2. Quita la humedad del habitáculo: los cristales con vaho pueden reducir todavía más la visibilidad.
  3. A la velocidad justa: mantén una velocidad acorde a la situación, un ritmo que te permita frenar con seguridad incluso con el asfalto húmedo y que no sea tan bajo como para que puedan alcanzarte por detrás.
  4. Si no ves nada, para en un lugar seguro: si la visibilidad empeora hasta el punto de que prácticamente no ves nada, detén el vehículo en un punto en el que no corras peligro, como por ejemplo, en una estación de servicio. 

Nunca utilices la luces de carretera o "largas" al conducir con niebla.

Es fundamental que sepas cómo y cuándo utilizar las luces del coche y para ello, además de conocer qué sistemas de iluminación debes usar en cada situación, con cierta frecuencia debes revisar que todo esté funcionando como debería, como por ejemplo, que no haya bombillas fundidas o que estas alumbren correctamente. Cuidado con no deslumbrar al resto de automovilistas, porque a la hora conducir un vehículo con niebla debes evitar en la medida de lo posible utilizar las largas.

Al utilizarlas, el poderoso haz de luz choca con las diminutas gotas de agua en suspensión que integran la neblina lo que provoca que este rebote en muchas direcciones, disminuyendo así la visibilidad de otros conductores.

Este es uno de los motivos por el que los faros antiniebla delanteros apuntan mucho más hacia abajo que las luces de cruce o largas, creando un haz que aunque no es más largo sí suele ser más ancho. Tener una buena visibilidad no solo depende de la iluminación, también entran en juego factores a priori tan simples como unos cristales empañados.

Asegúrate de que los cristales no estén empañados

Para evitar esto, tienes que quitar la humedad del coche empleando el sistema de climatización del habitáculo. Si cada vez que te subes al coche sale vaho en los cristales, puede deberse a que el filtro de aire del habitáculo esté sucio y dificulte el paso del aire o bien, porque la parte interior de las ventanas no está tan limpia como debería. Prueba esto y verás cómo la visibilidad mejora considerablemente.

Si conduces con niebla, modera la velocidad

Otro punto a tener en cuenta para conducir con niebla con seguridad es el de circular a una velocidad adecuada, un ritmo lo suficientemente bajo como para que te permita frenar el coche en caso de necesidad y lo suficientemente elevado como para cerciorarte de que no puedas sufrir un impacto por alcance. Mejor ir sin prisas.

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Si la visibilidad es prácticamente nula, detén el coche

Si llega el caso de que la visibilidad con niebla es tan baja que prácticamente no ves nada, debes buscar un lugar seguro donde poder detener el coche.

Remarcamos lo de en un lugar seguro: recuerda que si tú te has parado por que no ves, probablemente el resto de coches tampoco vean la calzada o lo que es peor, a ti, por lo que podríais acabar colisionando. Y si se da esta desagradable y peligrosa situación, la de un accidente en cadena, los expertos recomiendan no bajarse del vehículo para evitar ser atropellados por otros vehículos.

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