Zagato toma como base uno de los deportivos más deseados del momento para crear esta obra de arte con guiño al pasado

La mano de los carroceros ha quedado, en esta época moderna, relegada a proyectos especiales. Sin embargo, es posible que en el futuro, su labor cobre la importancia de antaño para diferenciar a los coches, que parecen encaminados hacia la homogeneización. El AGTZ Twin Tail es un perfecto ejemplo de lo que esta artesanía puede lograr.

Aunque a primera vista pueda costar verlo, la base del deportivo es un Alpine A110, que presenta cambios notables en toda su carrocería, pero especialmente en la zaga, que tiene la sorpresa de que es desmontable.

Así, en su versión corta presenta unos minimalistas pilotos traseros y un voluminoso difusor trasero con la salida de escape en posición central. Cuando se coloca la zaga que le convierte en variante ‘Long Tail’ alarga considerablemente su silueta para conseguir una mejora aerodinámica.

Aunque parezca algo novedoso, es algo que Zagato ya hizo en los años 60 con otro Alpine, el A220, al crear una variante para competir en las 24 Horas de Le Mans.

Zagato y La Squadra son artesanos y, por ello, el AGTZ Twin Tail será un deportivo de tirada muy limitada. Solo van a fabricarse 19 unidades, que cuestan 650.000 euros antes de impuestos. La producción ya ha comenzado y la compañía apunta que la lista de reservas “se está llenando rápido.

Andrea Zagato, CEO de la compañía, explica: “Zagato siempre fue un carrocero de Gran Turismo, produciendo coches capaces de competir pero que se podían usar todos los días en la carretera o adornar el césped de un Concurso de Elegancia. Ésta es la razón detrás del nombre ‘AGTZ’ y la misión de nuestro proyecto”.

“No queríamos hacer un coche de carreras puro porque la tecnología, la aerodinámica y la potencia han cambiado mucho desde los años 1960. En lugar de eso, queríamos capturar la inspiración y la innovación en el diseño del A220 ‘shorttail’ y crear un auténtico Gran Turismo en la verdadera tradición de Zagato”, añade.

“La tarea de los carroceros es provocar al mundo del automóvil con lenguajes de diseño alternativos. Jugar con un colín redondo o truncado siempre estuvo en el espíritu de diseño de Zagato para sus modelos Gran Touring. Con AGTZ Twin Tail estamos produciendo un automóvil que creemos que es consistente con nuestra herencia”, concluye.

Por su parte, Jakub Pietrzak, fundador de La Squadra, señala: “La industria del automóvil está cambiando más rápido que nunca. Con el avance de la tecnología, nos volvemos cada vez más nostálgicos, lo que nos lleva a inspirarnos en el pasado para impulsar nuevas ideas”.

“La electrificación aumenta la competencia y es más difícil diferenciar los productos en términos de rendimiento y estímulos de conducción. El diseño adquirirá una mayor importancia, permitiendo a los carroceros artesanales subir al escenario y ofrecer proyectos únicos que distinguirán a las marcas intrépidas del resto”, sentencia.

Es difícil llevarle la contraria y es que, en un futuro en el que todo será eléctrico, diferenciar las sensaciones de conducción parece que será más complicado que hasta ahora, así que la forma que se le de a un bólido será un elemento más diferenciador que nunca.