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Lo mejor y lo peor de las bicicletas eléctricas asistidas

Lo mejor y lo peor de las bicicletas eléctricas asistidas

Sara Soria

Pedalear sin esfuerzo es lo que proponen las bicicletas eléctricas de pedaleo asistido. Están de moda en España porque permiten moverte por la ciudad sin sudar. ¿Cuáles son sus ventajas y sus inconvenientes?

Cada vez es más habitual ver por las calles de las principales ciudades españolas bicicletas eléctricas de pedaleo asistido o pedelec. La cifra de ventas facilitada por la Asociación de Marcas y Bicicletas de España (Ambe) lo demuestran: se vendieron un 30% más en 2014 con respecto al año anterior.

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Su mayor atractivo está en la asistencia que ofrece al pedaleo, es decir, el usuario recibe una energía extra para desplazarse gracias a que estas bicicletas llevan instaladas una batería. El motor eléctrico suele ir instalado en el eje del pedalier o en el buje de una de las ruedas y sólo se activa cuando se pedalea y cuando así lo pide el ciclista (suelen tener diferentes modos de funcionamiento partiendo del manual).
Estas bicicletas no superan los 25 km/h ni los 250W. No se considera bicicleta eléctrica si supera estas cifras,  tiene acelerador o no hay que pedalear. En este caso se consideraría otro tipo de vehículo eléctrico y necesitaría su consiguiente homologación, matrícula, casco…. Y no podría circular por carriles bici.

Ventajas e inconvenientes

Las ventajas de las bicicletas eléctricas de pedaleo asistido te las puedes imaginar: ¿montar en bici sin el esfuerzo? Gracias a la asistencia que ofrece en el pedaleo las bicicletas eléctricas son ideales para subir cuestas o realizar trayectos largos al lugar del trabajo o de estudios sin sudar. También facilitan la incorporación al tráfico rodado a una velocidad más adecuada para evitar situaciones de peligro, no contaminan y permiten al usuario tener una vida más saludable.

Pero, ¿cuáles son los problemas? Son más caras que las bicicletas convencionales (a partir de unos 900 euros), tienen el peligro añadido del robo, las baterías no duran toda la vida y requieren un mantenimiento y son más pesadas, algo a tener en cuenta si la tienes que coger en algún momento dado.

Cada vez más ciudades apuestan por este tipo de transporte para mejorar la movilidad urbana. De hecho Sevilla y Barcelona se encuentran entre las mejores ciudades del mundo para montar en bicicleta. También en Madrid o San Sebastián se están extendiendo los servicios de préstamo de bicicletas.

Si estás pensando en comprar una bicicleta eléctrica estás de suerte porque el actual Plan PIMA Aire 4 ofrece 200 euros de ayuda en la compra de una bicicleta eléctrica. Antes de iniciar el proceso de compra es recomendable que tengas claro el uso que le vas a dar, el tipo de trayecto (montaña, ciudad…) y que valores características como el peso, si es plegable, el tipo de baterías, los ciclos de carga y el servicio postventa.

Fuente: Consumer.es

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