Tres trucos secretos para limpiar el salpicadero del coche

Más allá de para quitar polvo que se va posando sobre el plástico con el paso de los días (y los kilómetros) limpiar el salpicadero del coche con regularidad es importante por cuestiones de higiene. Y es que quizá no lo sabías pero es sobre esta superficie donde se acumulan buena parte de los ácaros y las bacterias.

No exageramos; hay informes que aseguran que en el volante y el tablero de instrumentos de un coche ¡hay más gérmenes que en un baño público!

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Tres trucos para limpiar el salpicadero de tu coche

Aunque, a priori, el salpicadero es una de las zonas más sencillas de limpiar si sigues estos tres consejos el resultado será impecable.

1. Pasa primero la aspiradora

Antes del paño es recomendable pasar la aspiradora, especialmente si llevas mucho tiempo sin limpiar el salpicadero. De esta forma evitarás que las impurezas (piedras u otros elementos) arañen la superficie. 

2. Utiliza productos adecuado al material con el que está fabricado

La mayor parte de los salpicaderos están son de plástico; los hay que tienen inserciones de piel, fibra de carbono...

Es importante que trates cada parte con un producto adecuado para evitar daños y conseguir el mejor resultado. Si no estás segur@ de cuál es el más conveniente, recurre a un paño humedecido con agua y jabón neutro.

Solo si está muy sucio puedes recurrir a amoniaco o glicerina. Ambos productos son muy fuertes por los que hay utilizarlos con prudencia; siempre debes rebajarlos con agua para evitar que dañen la superficie. La principal ventaja de la glicerina es que permite un acabado con brillo y una capa protectora contra el polvo y las manchas.

Para que el resultado sea mejor y no queden restos de jabón, pasa después otro paño (mejor si es de microfibra) mojado solo con agua. 

3. No olvides las rejillas de ventilación

Las salidas de aire son una de las partes más sensibles del salpicadero de un coche: su limpieza es clave para el correcto funcionamiento del aire acondicionado. 

Lo más recomendable en este paso es utilizar un cepillo o brocha pequeña que nos permitirá acceder a los lugares más complicados.