Tres razones que pueden explicar por qué el aire acondicionado de tu coche no enfría bien

Dice el refrán que solo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena. Esta expresión es muy adecuada para ese momento en que aprieta el calor, enciendes el aire acondicionado del coche y no enfría bien. ¿La razón? Podría ser una de estas tres...

Los expertos recomiendan encender el aire acondicionado en otoño e invierno al menos una vez al mes, para así asegurar que estará en óptimas condiciones en verano. La falta de uso puede ocasionar problemas en el compresor del sistema y circuitos del mismo que pueden llegar a suponer graves daños al vehículo.

Mantener apagado tanto tiempo el aire acondicionado del coche puede atacar también a las juntas de estanqueidad de los circuitos refrigerantes. Esto conlleva que se resequen y agrieten provocado que el gas necesario se escape y, como consecuencia, el sistema no enfríe como debe.

Tres razones por las que el aire acondicionado del coche no enfría bien

Son varias las razones que pueden hacer perder eficacia al sistema de aire acondicionado del coche; pero estas tres son las más frecuentes.

1. Fuga de gas

Ante un aire acondicionado que no enfría bien, lo primero que hay que descartar es que se haya producido una fuga de gas. 

Estas fugas pueden darse por diferentes motivos, los habituales son:

• Las canalizaciones están agrietadas
• El radiador del evaporizador está dañado
• El filtro del aire está muy sucio
• El compresor, encargado de enfriar y mover el aire que acaba metiéndose en el interior del coche a través de las rejillas de ventilación, tiene algún fallo

Si hay pérdidas de gas en el circuito del aire acondicionado, el coche enfriará cada vez menos. "Es ahí cuando hay que reponer el gas, comprobando y arreglando si es necesario las fugas para que el circuito vuelva a estar cerrado y enfríe como el primer día", explican los expertos del RACE.

2. Fusibles fundidos

Tras comprobar que no hay fuga de gas, lo siguiente será verificar que no hay ningún fusible fundido.

Algunas piezas del coche que funcionan con un flujo de electricidad, pueden recibir en ciertos momentos más energía de la que la necesitan, lo que puede provocar que acaben estropeándose. Para que esto no ocurra existen los fusibles, protectores últimos del sistema, que si ocurre un pico de tensión dejan de funcionar para que el exceso de corriente no llegue a los componentes eléctricos.

Comprobar el estado de los fusibles del coche es sencillo. La caja que los esconde puede estar situada en varios sitios: debajo de la consola del conductor, bajo la guantera, en las esquinas bajo el vano motor o en los laterales del maletero.

Si el fusible está fundido, lo reconocerás porque el hilo que contiene en su interior está partido o quemado. Para cambiarlo solo tendrás que extraer el fundido y colocar uno nuevo en su lugar. 

3. Fallo en los motores 

Descartadas las dos opciones anteriores, si el aire acondicionado del coche no enfría bien puede deberse a un fallo en los motores eléctricos que mueven el flujo de aire frío.

Los coches con aire acondicionado tienen motores en el sistema de ventilación encargados de que el flujo llegue al habitáculo; si estos no funcionan, el aire no llegará al interior del vehículo aunque las tuberías estén frías.

Los vehículos equipados con sistema de climatización tienen una trampilla movida por un motor eléctrico donde se mezcla el aire frío con el caliente, según los grados que el conductor marque en el panel de control. Si este motor tiene algún problema, la mezcla de aires no se hará bien y el aire que llegue al habitáculo será más o menos frío de la cuenta.