Tres bulos sobre las placas solares que no son verdad y te pueden echar para atrás

El avance del coche eléctrico viene acompañado de la preocupación porque la energía los alimente esté obtenida de manera sostenible y no mediante procesos contaminantes. Una alternativa para ello es la energía solar, pero es una tecnología sobre la que la gente dudad porque tiene dudas sobre las placas solares.

No son pocas las cosas que se dicen de ellas, pero, mientras que algunas son verdaderas, hay bastantes mitos que no son reales. Te contamos tres bulos sobre las placas solares que no son verdad y te pueden echar para atrás.

Las placas solares solo funcionan si hace sol

Seguramente sea el más habitual: “son placas solares, así que solo funcionarán con el sol, ¿no?”. Pues la realidad es que aunque a priori pueda parecer una asunción lógica, no lo es.

Es cierto que para que un panel solar opere de manera óptima lo ideal es que sea un día despejado, sin nubes, para que el sol incida de manera directa, y a poder se posible con una temperatura que no supere los 30 grados.

Sin embargo, en días nublados o en los que esté lloviendo siguen operando gracias a la luz ambiental, aunque lógicamente con un rendimiento inferior que varía en función de las condiciones.

Otro punto a este respecto es el referente a la noche: las placas no operar en las horas nocturnas, pero las instalaciones suelen tener baterías en las que se acumula la energía, para poder utilizarla por la noche (que cuenta con algunas de las franjas más caras de la energía).

Las placas solares no duran mucho y tienen un alto coste de mantenimiento

Quizá por su diseño, con las células a la vista, a menudo se tiende a pensar que las placas solares son dispositivos frágiles o endebles, que pueden no durar mucho. Sin embargo, nada más lejos de la realidad.

La vida útil de los paneles solares es de unos 25 años, fecha en la que no es que dejen de ser operativos, es que, como ocurre con otros dispositivos eléctricos (como las baterías), su rendimiento empieza a decaer, por lo que todavía les quedan otros tantos años operativos.

Además, para que continúen en funcionamiento su mantenimiento es sencillo, necesitando únicamente que los limpien entre dos y cuatro veces al año, lo que dependerá de si donde estén situados se acumula mucha suciedad o, por ejemplo, nieve. Además, emplean productos de limpieza específicos pero que no son caros y son bastante fáciles de encontrar.

Las placas solares solo son para viviendas unifamiliares

Este tipo de viviendas son las más óptimas para su instalación, puesto que no debes responder ante nadie más que ante ti mismo, pero no es la única opción: también puedes instalarlas en tu piso dentro de un edificio.

Eso sí, según la ley de propiedad horizontal, si vas a llevar a cabo su instalación deberás informar a la comunidad de vecinos y habrá que votar, con que un tercio de la comunidad de el visto bueno, podrás seguir adelante con el proyecto.