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Suzuki Jimny Lite: puntos a favor y en contra

Suzuki Jimny Lite
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La generación actual del Jimny, lanzada hace tres años, ha tenido tanto éxito que ha descolocado incluso a su fabricante, incapaz de cubrir la demanda en muchos países. Y eso que ya hace tiempo que amplió la producción con una nueva fábrica en la India. Como parte de las soluciones que están buscando para aligerar las listas de espera, recientemente hemos conocido que en Australia se lanzará una nueva variante de acceso más básica llamada Suzuki Jimny Lite. Una versión más barata y pensada aún más para el 'off-roading' que, en ciertas cosas, resulta similar a la Pro que se vende en Europa.

Como quizá sepas (porque el culebrón del Jimny ha tenido mucho seguimiento en la prensa), en 2020 la marca japonesa tuvo que dejar de comercializar su todoterreno compacto como turismo en nuestro continente, por las regulaciones sobre emisiones. Ahora, solo está presente aquí como comercial, lo que significa que pierde las dos plazas traseras. Aunque hay rumores que indican que este modelo icónico regresaría en 2024 usando la mecánica híbrida del Toyota Yaris, no sabemos si alguna vez veremos en nuestras calles la variante Lite. Lo más probable es que no. Aún así, como nos parece un experimento tan sencillo como interesante, te detallamos algunos de sus puntos a favor y en contra.

A favor: regreso a la esencia

Suzuki Jimny Lite trasera

El Suzuki Jimny Lite es, ni más ni menos, una variante básica, despojada de florituras. Con lo bueno y lo malo que eso tiene. Va equipado con llantas de acero, en lugar de las de aleación y faros halógenos (no de led), y solo está disponible con cambio manual, por ejemplo. Tres características que comparte con el comercial Pro. Aunque aquí hablamos de un turismo con todas las de la ley, que sí puede equipar la fila trasera de asientos.

Además, el coche australiano no dispondrá de faros antiniebla, y las cubiertas de los retrovisores serán de plástico. Todo ello contribuye a hacerlo menos urbanita, más fiel al concepto original del Jimny. Un todoterreno compacto pero muy aguerrido. Porque aquellos elementos que pueden dañarse en el 'off-roading' o no se encuentran o han sido sustituidos por otros más robustos. Mientras, conserva la misma mecánica, con motor atmosférico de gasolina de 1.5 litros y 102 CV, y desde luego con reductora y control de descensos.

Y lo más importante aquí, sin ninguna duda, es que costará 26.900 dólares australianos, lo que al cambio supone 16.600 euros. Eso supone 1.000 euros menos del precio de salida actual de un Jimny estándar en ese país. Aunque hay que decir que se da una situación curiosa. La alta demanda del modelo ha ido haciendo que su precio subiera, y de forma notable. En 2018, cuando se lanzó en el país oceánico, la versión normal arrancaba en menos de 15.000 euros, por lo que esta será más cara de lo que era aquella hace apenas dos años. En cualquier caso, todas se hallan por debajo de la Pro, que en España parte de 20.970 euros.

En contra: menos tecnología

Suzuki Jimny Lite interior

La principal razón de ser de esta variante es reducir la lista de espera en Australia. Y, con la crisis de los semiconductores afectando a los fabricantes de coches de todo el mundo, no es extraño que una de las cosas de las que Suzuki ha prescindido sea la pantalla de infoentretenimiento. Un chip menos es igual a más velocidad en la entrega.

Esta se sustituye (de nuevo, como en el caso del Pro) por una radio y un reproductor de CD que, en 2021, ya saben a muy poco. Es cierto que eso incide en la imagen vintage y salvaje de este todoterreno, pero se convierte tal vez en su verdadero punto en contra.

Etiquetas: Todoterrenos

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