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Reto visual, estas son las tres diferencias del Volvo XC40 de 2023

Volvo XC40 2023

Lo importante está en el interior.

Las puestas al día o ‘facelift’ de los coches actuales son cada vez más sutiles, hasta el punto de que en algunos casos los cambios estéticos son tan insignificantes que hay que mirar con lupa para poder encontrar las modificaciones. Pero Volvo se ha llevado la palma: os proponemos un reto visual para encontrar las tres diferencias del Volvo XC40 de 2023.

El cambio más evidente se encuentra en el paragolpes, que anteriormente tenía unas pequeñas luces antiniebla enmarcadas en una moldura rectangular del mismo material de plástico que se empleaba en las protecciones de los bajos.

Ahora, se ha reducido el tamaño de las molduras, que además presenta un formato similar a una ‘T’ inclinada, acabado en plástico negro brillante. Esto permite que la zona en la que se ubican esté más limpia y esculpida.

 

La segunda novedad es todavía menos evidente y para encontrarla hay que mirar un poco más arriba: a la parrilla. Ésta se ha modificado de dos maneras: la primera es que se elimina el marco que lucía (del mismo color de la carrocería) para integrarla de manera más limpia, la segunda es que varía su forma, suavizando sus bordes y marcando más la entrada de aire inferior.

La tercera diferencia directamente no está en el modelo de serie y es que la novedad radica en que el modelo puede incorporar faros de ledes matriciales de manera opcional.

Lo que cambia de verdad

Volvo no se ha preocupado en exceso con el apartado visual del XC40 porque sigue estando fresco y, a día de hoy, sigue teniendo un diseño atractivo. De cara a 2023 donde ha echado el resto ha sido en actualizar de manera significativa su apartado mecánico.

Lo más destacado es que las versiones de tracción 4x2 abandonan la configuración de tracción delantera para pasar a ser trasera, algo que la marca no ofrecía desde hace 25 años. Además, se han conseguido mejores cifras tanto de autonomía como de velocidad de recarga.

El Volvo XC40 de acceso emplea un bloque de 175 kW (238 CV), lo que supone un aumento de potencia del 3% respecto a antes de la puesta al día. Está alimentado por una batería de 69 kWh que, gracias a la optimización de su sistema de refrigeración, consigue que el alcance del SUV aumente de los 425 a los 460 km.

No solo eso, en una estación de carga rápida con corriente continua de hasta 130 kW de potencia solo necesita 34 minutos para recargar del 10 al 80%.

La variante intermedia también es de tracción trasera, pero el motor tiene mayor potencia, 185 kW (252 CV), y se combina con una batería de 82 kWh de capacidad, lo que le permite homologar una autonomía de 515 kilómetros. Además, puede cargar hasta a 200 kW, rellenando del 10 al 80 % en 28 minutos.

La versión superior es la única que emplea un sistema de tracción integral, que recibe mejoras palpables. El motor delantero desarrolla una potencia de 117 kW (159 CV) y el trasero llega hasta los 183 kW (249 CV). Equipado con la misma batería de 82 kWh, mejora su autonomía en 60 kilómetros respecto a lo que ofrecía antes para llegar a los 500 km de alcance.

Hay que recordar que, al contrario de lo que ocurre con el Volvo C40, el XC40, además de como coche eléctrico, también se comercializa con mecánicas de gasolina, mild hybrid e híbridas enchufables.

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