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El nuevo Audi S3 será el más potente de la historia. Lo hemos probado antes de su lanzamiento oficial

El compacto deportivo de Audi es el más potente de la gama: el S3 de 2024 llega con 333 CV y una dinámica que promete acercarse al RS3...

El Audi S3 que protagoniza esta prueba tiene una cosa muy buena, y es que es el más potente de la historia: con 333 CV, parece que los ingenieros de Ingolstadt han llevado al límite al bloque EA888 que apareció allá por 2004.

La mejor parte es que este subidón de caballos se plasma en las prestaciones: un 0 a 100 de 4,7 segundos y una máxima de 250 km/h. Pero eso no es nada si las sensaciones no acompañan.

Ahora, el nuevo S3 llega con un golpe de efecto: el turbo se mantiene precargado a baja y media carga (es decir, que sigue girando) para entrar en acción más rápidamente.

Esto, junto con una admisión mejorada, permite que el par permanezca estable entre 2.100 y 5.500 rpm y que, especialmente en el modo Dynamic o el nuevo Dynamic Plus, la respuesta al acelerador sea tan instantánea como podrías desear.

¿Dynamic Plus? Esta característica hasta ahora reservada para los Audi RS llega por primera vez a sus hermanos pequeños y te permite ir un poco más allá, aunque a esto llegaremos un poco más adelante.

Un interior el que aún no sabemos demasiado

Prueba Audi S3 2024 prototipo

Por ahora nos quedamos en el interior, del que puedo contar más bien poco: un firma mía sobre un papel me obliga a mantenerme callado durante un tiempo... 

Si echas un vistazo a la foto en la que aparezco conduciendo, verás que una lona tapa las partes más sensibles del salpicadero, pero en líneas generales podrás percibir que se mantiene la línea de Audi con algunos cambios de detalle, por ejemplo en la consola central donde está el nuevo accionador del cambio (qué tiempos aquellos en los que se hablaba de palanca).

También te puedo decir la postura de conducción: asientos deportivos y cómodos impecables, aro pequeño y de tamaño adecuado (achatado por abajo; es una guerra perdida)... Muy fiel a los S3 de toda la vida.

En marcha: te hace creer que eres mejor

Pero la fidelidad al carácter del S3 no se mantiene. Sí, el Audi A3 más deportivo siempre ha sido eso, deportivo y rápido, pero en esta última generación da un salto muy importante hacia delante.

Para empezar, recibe unos frenos mayores, con diámetro de 18” y gestión térmica mejorada. También aparecen llantas de 19” que no entorpecen la marcha y dos tipos de neumáticos: unos Bridgestone Potenza S005 y unos más cañeros: Falken Azenis RS280.

Otro de sus principales argumentos está en el eje delantero. Aparte de que tiene una mayor caída (1,5 grados), recibe un sistema de reparto de par entre ruedas (el Torque Splitter) procedente del RS3. No está basado ni es parecido: es el mismo, pero con una calibración de software específica para el carácter del S3.

Los primeros kilómetros de prueba por la carreteras de Omán me muestran un coche con doble personalidad. El modo Comfort es firme, pero muy adecuado para ir y venir todos los días. Además, aparece un modo Efficiency que desacopla la caja de cambios para ahorrar combustible.

Hablando de la transmisión, es la misma que se utilizaba hasta ahora, pero con un software diferente que incide especialmente en las leyes de cambio de los modos deportivos. 

¿Y en marcha? Disfruto de una de las pruebas más locas de un modelo preserie. Uno de los ingenieros de Audi encargados del comportamiento dinámico me asegura que está lejos de producción todavía. 

También me dice algo que jamás, en casi dos décadas probando coches, había escuchado jamás: “¿Ves estas curvas en el navegador? Si quieres, pones el sistema de estabilidad en Sport y lo cruzas, ya verás”. Una invitación así no se puede rechazar, sobre todo si uno de los padres de la criatura te lo pide. 

Tras aclimatarme a su precisión quirúrgica, tengo que admitir que es una delicia de conducir. Hasta el punto de que me llego a plantear si no empieza a hacerle sombra al Audi RS3, que sí, que es mucho más caro y otro concepto, pero no especialmente más veloz.

El eje delantero es muy preciso en cualquier modo de conducción, pero se afila mucho en Dynamic y Dynamic Plus. Si te dejas llevar por las sensaciones, te verás conduciendo mucho más rápido de lo que pensabas gracias a una puesta a punto muy efectiva.

En zonas de curvas las ruedas guían a todo el conjunto con mano de hierro. Cuando parece que el coche va a empezar a subvirar el Torque Splitter muerde con ganas y el S3 entra en las curvas con total docilidad.

Y es que es un coche que acelera, frena y “se tiene” como los mejores, lo que me da confianza plena para afrontar la parte divertida de la prueba: esas horquillas en las que el ingeniero a mi derecha me incita a menear la carrocería y disfrutar de unos movimientos controlados y dóciles.

Y es que el S3, a pesar del aumento de prestaciones, es un coche que te hace la vida fácil. Al límite te avisa con mucha antelación de lo que va a hacer y te da tiempo a controlarlo con facilidad y sin sobresaltos.

Cuando el eje trasero empieza a moverse, un leve movimiento del volante lo pone todo bajo control sin dramatismos. Tanto es así, que me veo enlazando curva tras curva con el coche descolocado, pero tan controlado que decido ir un paso más allá: esperar el momento en el que el modo más permisivo de ESC decide que es la hora de parar.

Y ese límite está más lejos de lo que podrías pensar, aunque con las suficientes reservas de seguridad como para que la cosa no se vaya de madre. También la calibración de su funcionamiento ayuda, ya que no es brusco.

En definitiva, el S3 de esta prueba me demuestra que Audi ha tirado la casa por la ventana y ha creado un deportivo de cuidado que se situará entre los mejores compactos deportivos. Cuando llegue a nuestro mercado en unas semanas, el nuevo Audi S3 lo hará con dos carrocerías: Sportback y Sedán.

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