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Prueba de la Citroën Berlingo Fourgonnette: un dulce viaje al pasado

Prueba de la Citroën Berlingo Fourgonnette: morro

Un coche nuevo, con aspecto antiguo: la empresa italiana Caselani convierte el Citroën Berlingo en un Fourgonnette. ¡Y lo hemos conducido!

Mientras conducimos por suelo alemán y nos dirigimos al museo de diseño del fabricante de muebles Vitra, a pocos kilómetros de la frontera entre Basilea y Weil am Rhein, la gente gira la cabeza, mira, saca sus teléfonos móviles, fotografía sin recato. 

Esto es un largo viaje en un coche que rememora el 2 CV, pero es mucho más moderno: bajo su piel clásica, hay una Citroën Berlingo actual, pero con un añadido que la vuelve muy especial: “Fourgonnette”.

 

El Fourgonnette retro se fabrica cerca de Milán

Esta Berlingo tiene un señor diésel de cuatro cilindros bajo el capó de fibra de vidrio, no un bicilíndrico de 24 míseros caballos bajo la chapa, con el que ni se nos ocurriría cruzar los Alpes desde Italia hasta Rüsselsheim. 

Fabrizio Caselani, de 50 años, nos da la bienvenida a su fábrica en Cremona, una hora al sureste de Milán. "Benvenuto", dice, abriéndonos sus sagrados salones. Aquí huele como antes, cuando parcheábamos los agujeros de óxido de nuestros coches viejos con mantas de fibra de vidrio, resina sintética y espátula. Solo que aquí no hay parcheo, aquí hay creación.

En la sala, trabajan en la industrial Citroën Jumper, que convierten en ‘food-trucks’. Han pintado una de color blanco crema con guardabarros morados, será una de las cinco furgonetas de helados para un cliente alemán. Otro Jumpy convertido está esperando pintura fresca en la cabina de pintado. 

Los dos modelos más grandes y la furgoneta de techo alto Berlingo tienen una cosa en común: parecen las icónicas carrocerías con aspecto de hierro corrugado con las que Citroën nos llegó al corazón. ¡El culto ha vuelto!

Prueba de la Citroën Berlingo Fourgonnette:piezas

400 Jumpers convertidos desde 2017, y 200 Jumpy desde 2019

"Hace diez años tuvimos esta genial idea", explica Fabrizio. Hasta entonces, su empresa fabricaba barcos, también mucha fibra de vidrio. Pero el negocio se estancó, y así Fabrizio recordó su amor por Citroën, concretamente por su primer automóvil, un  2 CV Charleston, al que siguió un Dyane, y después vinieron un Visa, un CX y un Méhari. Y luego añadió a su colección un DS, versiones rally del 2 CV, un SM y muchos tesoros con el doble chevrón de los años 50.

Tenía también una autocaravana, y un día la miró y pensó: "Es tan aburrida… la reconstruiré para que parezca antigua". Y a partir de ese momento, todo funcionó como un reloj: el diseñador David Obendorfer, que trabajaba en Alfa Romeo y durante 12 años fue diseñador de yates, entró en la empresa de Fabrizio y comenzó a dibujar. Resultado: 400 Jumpers convertidos desde 2017, y desde 2019 la mitad eran Jumpy. Ahora le toca a la Berlingo.

Prueba de la Citroën Berlingo Fourgonnette:zaga

Para abreviar: la conversión tiene licencia de Citroën, y los diseñadores de la marca también participaron en la creación. Convertir un coche lleva tres semanas y un total de 400 horas de trabajo. El frontal, el capó, las dos partes laterales, el techo… hay fibra de vidrio está por todas partes, todo está hecho a mano. La conversión cuesta alrededor de 20.000 euros, impuestos incluidos y una nueva mano de pintura. Puedes optar por un modelo nuevo o que hagan la conversión sobre uno usado. 

Al volante de la  Fourgonnette

Conduzco la furgoneta de techo alto para cinco pasajeros a través de los Alpes, eléctrica y con una batería de 50 kWh y, desafortunadamente, solo con un poco más de 200 kilómetros de autonomía en autopista. En un tramo, la cargo al 80% en 35 minutos. 

Prueba de la Citroën Berlingo Fourgonnette: dinámica

Me paso a la versión para tres pasajeros en color beige Nevada y con maletero XXL para llenarlo de pates. Una ‘furgo’ de carga en toda regla. Lleva un motor diésel de 102 CV: cuando llegamos a Rüsselsheim tras más de 800 kilómetros, el ordenador de a bordo marca un consumo de 5,7 litros y el velocímetro marca ahora 165 km/h. ¡récord mundial! ¿Alguien ha sido tan rápido alguna vez con el 2 CV C15? 

Diseño interior: todo es de la Berlingo salvo un detalle

No han cambiado nada en el interior, simplemente atornillaron una placa detrás de la palanca de cambios con la inscripción Fourgonnette y el número nueve de 200. Quieren vender esa cantidad… como poco.  Les gustaría vender más.

Prueba de la Citroën Berlingo Fourgonnette: morros

Las piezas que no son de fibra de vidrio provienen de la estantería “corporativa” de Stellantis.  Las luces delanteras del Jumper, por ejemplo, son del Jeep Wrangler, el Citroën Jumpy usa las del el Fiat 500. Las traseras redondas de nuestro 2 CV reinterpretado provienen del proveedor Hella. Y todo muy bien hecho, impecablemente acabado. 

Ah, sí, cuando partimos en nuestro viaje teníamos una pregunta más para el diseñador: ¿qué hacemos en caso de accidente? "No hay problema", dijo, "Te enviaremos nuevas piezas de fibra de vidrio. Cualquier carrocero puede arreglar eso".

Etiquetas: Furgoneta

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